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El “destituido” ministro de Defensa israelí aguanta mientras Netanyahu pulsa el botón de pausa MUNDO Crédito: Reuters

El “destituido” ministro de Defensa israelí aguanta mientras Netanyahu pulsa el botón de pausa

Acosado por unas protestas sin precedentes en todo el país contra el plan de su coalición nacionalista-religiosa para reformar el poder judicial, Netanyahu pulsó el lunes el botón de pausa y pidió conversaciones para buscar un consenso con la oposición de centro-izquierda.


El minsistro de Defensa israelí, cuya destitución por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, llevó la crisis política del país a un punto álgido, permanecerá en el cargo hasta nuevo aviso, dijeron el martes sus colaboradores, lo que sugiere una indecisión del Gobierno sobre los próximos pasos.

Acosado por unas protestas sin precedentes en todo el país contra el plan de su coalición nacionalista-religiosa para reformar el poder judicial, Netanyahu pulsó el lunes el botón de pausa y pidió conversaciones para buscar un consenso con la oposición de centro-izquierda.

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“Estamos en medio de una crisis que pone en peligro la unidad básica entre nosotros”, dijo en un discurso televisado en horario de máxima audiencia. “Esta crisis exige que todos nos comportemos con responsabilidad”.

Su medida estabilizó la tambaleante economía israelí. Pero la credibilidad de Netanyahu seguía en entredicho, incluso dentro de su propio partido, tras las discrepancias de algunos altos cargos del Likud.

Entre ellos, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que el sábado rompió filas al pedir abiertamente que se detuviera la reforma para evitar que las protestas se extendieran en el ejército. Un día después, Netanyahu dijo que iba a cesar a Gallant.

Normalmente, el cese habría entrado en vigor el martes. Pero los colaboradores de Gallant dijeron que nunca recibió la carta de notificación formalmente requerida para iniciar la cuenta atrás de 48 horas para su destitución y que continuaba trabajando indefinidamente.

A la pregunta de si se iba a mantener o sustituir a Gallant, los portavoces de Netanyahu y del Likud no hicieron comentarios inmediatos.

Un sondeo de opinión realizado por el Canal 12 de televisión, de gran audiencia, reveló que el 63% de los israelíes —y el 58% de los votantes del Likud— se oponían a la destitución de Gallant. Mayorías similares apoyaban que Netanyahu detuviera las reformas.

Pero como el 68% de los israelíes le culpan de la crisis, Canal 12 aseguró que, si hoy se celebraran elecciones, Netanyahu y sus aliados de coalición perderían. Dos de esos partidos, Sionismo Religioso y Otsmá Yehudit (Poder Judío), expresaron su recelo ante la pausa de las reformas.

El líder de Otsmá Yehudit, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, dijo que Netanyahu le había asegurado que si las conversaciones no producían un acuerdo para después de la fiesta de Pésaj, la Pascua judía, y otras fiestas nacionales en abril, la coalición llevaría a cabo las reformas unilateralmente.

En el Parlamento, la coalición presentó el martes para su lectura final un proyecto de ley clave que daría a Netanyahu un mayor control del sistema de selección de jueces. Un portavoz parlamentario lo calificó de tecnicismo. A la pregunta de cuándo podría la coalición convocar una votación de ratificación, respondió: “En teoría, pasado mañana”.

Hubo acusaciones de mala fe por parte de la oposición, que ya ha nombrado un equipo negociador para las conversaciones.

“Nos están apuntando con una pistola”, tuiteó el exministro de Finanzas Avigdor Lieberman. Acusó a Netanyahu de utilizar la pausa en la revisión judicial para mermar las protestas antigubernamentales e instó a los líderes de la oposición a retirar a sus negociadores hasta que el proyecto de ley de los jueces sea retirado del pleno.

El Likud aún no ha dicho quién representaría a la coalición en las conversaciones. El presidente Isaac Herzog, anfitrión de las negociaciones, no ha comunicado cuándo podrían comenzar.

Aunque las calles israelíes estaban en su mayoría tranquilas el martes, algunas de las decenas de miles de israelíes que han llevado a cabo una escalada de protestas contra la reforma judicial dijeron que volverían.

“Seguiré protestando hasta que se abandonen por completo estas reformas, porque no se trata de un conjunto de reformas, sino de un golpe del Ejecutivo”, dijo Eitan Kahana, un manifestante de 27 años en Jerusalén.

Los detractores afirman que la reforma judicial amenaza la independencia de los tribunales. Netanyahu, que está siendo juzgado por cargos de corrupción que él niega, dijo que las reformas equilibran los poderes del Estado.

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