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¿Qué hace la medicina espacial?

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Hola, espero que estés bien y con ganas de leer. De entrada te quiero contar una “chochera”: de Clínica Mayo –el mejor hospital del mundo, según varios rankings internacionales– me ofrecieron para Efecto Placebo, en forma exclusiva para Chile, una entrevista con el doctor Abba Zubair, quien está realizando investigaciones en la Estación Espacial Internacional (EEI). Aquí te cuento qué ha descubierto hasta ahora este doctor espacial.

  • Supongo que supiste de los exfuncionarios de la Fuerza Aérea que pretendían traer, desde Iquique a Santiago, 4 kilos de ketamina. Justamente yo estaba investigando sobre esta droga y su impacto en los sistemas de salud.
  • Las pocas cifras que hay hablan de baja presencia, pero la psiquiatra del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la U. de Chile y del Hospital Salvador, Danissa Alé, explica que las mediciones de drogas van diferidas respecto de la realidad. Así debe ser, porque su nombre suena cada vez más seguido. La razón: es el ingrediente principal del tusi. Lee más al respecto en este número.

En Mito o Verdad, descubriremos si es posible que una buena higiene dental te proteja de la demencia. Y en el Chat con los lectores, respondo la inquietud de Sergio Rodríguez, quien suele tener “dolor de ojos”.

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Medicina espacial se prepara para colonizar otros planetas

El próximo 20 de julio se cumplen 56 años desde que el hombre llegó a la Luna. Y hace 64 años Yuri Gagarin orbitó la Tierra. Gracias a estos y otros vuelos fuera del planeta, el médico e investigador de Clínica Mayo Abba Zubair ha podido, desde hace ocho años, realizar experimentos biológicos en el espacio. Su investigación está arrojando descubrimientos sobre el cáncer, los derrames cerebrales, la pérdida ósea y más.

“El objetivo es aprovechar la singularidad del entorno espacial para el beneficio de la humanidad, sea en la Tierra o en el espacio. Queríamos aprovechar el entorno de la Estación Espacial Internacional (EEI) para estudiar cómo afecta la fisiología humana”, dice el Dr. Zubair.

  • La ausencia de gravedad, el impacto de la radiación y el vacío son tres aspectos fundamentales de la singularidad del espacio, agrega el médico, quien ha enviado tres proyectos de investigación a la EEI desde 2017, con otros más por venir.
  • Como especialista en bioterapia regenerativa, el trabajo de Zubair se centra en parte en las células madre adultas (conocidas como células madre mesenquimales) y su uso en futuros tratamientos para derrames cerebrales. Señala que utiliza células madre en medicina regenerativa y en apoyo al programa de trasplante de médula ósea de Clínica Mayo.

“También sé lo desafiante que es cultivarlas en un laboratorio. Uno de los primeros fundamentos es ver cómo la ausencia de gravedad influye sobre su división celular y su tasa de crecimiento. Queríamos ver si las células cultivadas en el espacio son mejores o crecen más rápido que las cultivadas en el laboratorio. Cuando hicimos nuestro primer vuelo espacial, realizamos un descubrimiento realmente interesante, ya que nos dimos cuenta de que la ausencia de gravedad afecta a las células madre, pero depende del tipo de célula madre”, explica.

  • Esto condujo a Zubair a otro proyecto en la EEI: el estudio de cómo células madre mesenquimales –precursoras de las células que forman los huesos– juegan un rol fundamental tanto en la formación ósea como en la osteoporosis, la pérdida ósea. Señala que los astronautas tienden a perder densidad ósea a pesar del ejercicio riguroso.
  • Respecto del cáncer, está estudiando cómo las células madre de la leucemia –aquellas que forman la semilla de este tipo de cáncer en la sangre– responden al entorno espacial.

“También estamos trabajando en entender el impacto de la radiación espacial, desde la perspectiva de cómo podemos mitigar el efecto de la radiación y prevenir el cáncer”, dice el investigador.

  • “En el largo plazo, realmente queremos proteger a los astronautas, especialmente durante los viajes espaciales extensos, como viajes a Marte, en los que estarían en el espacio profundo y lejos de la protección del campo magnético que recibimos de la Tierra”, agrega.

La investigación también podría beneficiar a las personas en la Tierra, al revelar cómo proteger las células madre o las células en general cuando hay exposición a radiación, como en accidentes nucleares.

  • Su trabajo también podría tener implicancias en el tratamiento con células CAR-T, los trasplantes de médula ósea y otras terapias para pacientes con cáncer.

“Si podemos entender cómo las células madre en el espacio, especialmente las células madre hematopoyéticas (células que viven en la médula ósea y producen células que funcionan en la sangre) se expanden y diferencian para producir células inmunitarias, como las células tipo T o los micrófagos, aprenderemos cómo hacerlas de manera más eficiente”, dice Zubair.

-Usted ha comentado que puede imaginar un momento en el que la gente podría viajar al espacio para recibir ciertos tratamientos médicos. ¿Cómo funcionaría eso?

-Si las células proliferan más en el espacio, por ejemplo, si las células cancerígenas entran en lo que se llama el ciclo celular y se multiplican de manera anormal cuando proliferan, entonces la quimioterapia será más efectiva.

-¿Sería posible simular la microgravedad para esos tratamientos en la Tierra?

-Si es ese el caso, esa ausencia de gravedad puede inducir a las células de la leucemia u otro tipo de célula cancerígena a entrar en el ciclo celular, lo que las hace más susceptibles a la quimioterapia. Entonces, en lugar de administrar la quimioterapia en la Tierra, podrías ir al espacio, donde la ausencia de gravedad hace que las células cancerígenas sean más vulnerables a la quimioterapia. Sería un motivo más para ir al espacio. Definitivamente es algo que me encantaría explorar. Sería difícil crear un ambiente de microgravedad comparable en la Tierra, pero, técnicamente, podría hacerse.

  • Explica que la microgravedad en nuestro planeta es básicamente como entrar en una piscina, “un estado de flotabilidad en el que estás como en suspensión; se cancela la gravedad por el efecto del agua. Ahora, obviamente no sería placentero estar en el agua por mucho tiempo. En el laboratorio, utilizamos un simulador de microgravedad en el que las células están suspendidas. Sería interesante si pudieras hacer lo mismo con un ser humano”.

El futuro de la humanidad

Abba Zubair creció en Kano, Nigeria, y recuerda cómo de niño miraba el cielo nocturno. “Desde que tengo memoria, siempre me fascinó qué hay allá en el espacio. Mirar la Luna y todas las estrellas, eso realmente despertó mi pasión por el espacio y la exploración espacial”, relata.  Su primer sueño era convertirse en astronauta, pero un consejero en la escuela secundaria lo condujo a encontrar una carrera más práctica y optó por la medicina.

-¿Qué es lo que sigue?

-En el próximo lanzamiento, que aún no está programado, examinaremos si las células de sangre del cordón umbilical, ricas en células madre y con potencial valor terapéutico, pueden ser expandidas. Otro estudio explorará diferentes tipos de células que participan en la formación ósea y si el problema de la pérdida ósea se puede aliviar mediante el uso de un compuesto espacial. Si funciona, entonces definitivamente veremos cómo podemos tratar a pacientes con osteoporosis, particularmente a mujeres, pacientes con cáncer o personas que están postradas en la cama por mucho tiempo y no soportan peso, lo cual afecta sus huesos.

  • Zubair señala que todos sus experimentos en el espacio se realizan en paralelo en la Tierra con células idénticas, a fin de comparar ambos resultados y validar los hallazgos obtenidos en el espacio. “Realmente pienso que hay mucho allá afuera que solo está esperando que lo exploremos y utilicemos. Es por eso que hago lo que hago”, subraya.

-¿La medicina del futuro estará en el espacio?

-El futuro de la medicina está adonde vaya la gente. El futuro de la civilización humana, desde mi perspectiva, es colonizar otro planeta. Nosotros ya podemos vivir en el espacio durante años. Ahora estamos preparando las cosas para que el ser humano pueda colonizar otros planetas. Además, se está planteando la ida a Marte, como proponía Elon Musk.

Recién ahora estamos comprendiendo cómo responde nuestro organismo a esos ambientes. O sea, una cosa son las estaciones espaciales, pero no tenemos datos en el sentido de tratamientos, de cómo se pueden tratar enfermedades humanas en las estaciones espaciales. De aquí, para que tengamos un hospital en el espacio, todavía faltan varios años.

-¿En qué está trabajando actualmente?
-En este momento estamos trabajando en tres cosas en nuestro centro. Una es ver de qué manera funcionan, qué cambios se dan en las células madre y cómo se cultivan en el espacio. Y ahora estamos viendo el impacto de la microgravedad en la fractura de los huesos o cómo se pueden cicatrizar, porque cuando los astronautas van al espacio pierden hueso y músculo, pese a que hagan ejercicio riguroso. El año pasado hicimos un experimento y programamos volver a volar en agosto de este año para seguir estudiando la formación ósea y la pérdida ósea que es tan importante para los astronautas.

Una vez que comprendamos el mecanismo, podremos evaluar un tratamiento de la osteoporosis, ya que la pérdida de hueso es muy importante para los pacientes, por ejemplo, que están limitados a una silla de ruedas, a una cama. Tenemos que ver cuál puede ser el impacto en la Tierra. Lo otro que estamos haciendo es ver de qué manera las células hematopoyéticas pueden cultivarse más rápido en el espacio.

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Ketamina, la madre del tusi

Foto cedida

La ketamina está doblemente de moda por estos días: gracias a los exfuncionarios de la Fach que fueron sorprendidos con 4 kilos de esta sustancia, y porque es el componente principal del tusi, la droga que la lleva en el último tiempo. Así, la ketamina es la madre del cordero, más bien del tusi. Eso explicaría su “popularidad”. ¿Pero qué se sabe del costo que puede provocar la droga a nivel social y personal? La verdad es que se sabe poco.

  • Casi medio millón de muertes y 28 millones de años de vida saludable se perdieron por discapacidad y muertes prematuras en 2021. Se calcula que solo 1 de cada 12 personas con trastornos por consumo de drogas recibió algún tipo de tratamiento en 2023.
  • Factores como las políticas públicas contextualizadas y la disponibilidad de servicios de salud y sociales basados en la evidencia pueden ayudar a mitigar el impacto del consumo de drogas en las personas y las comunidades.

En la última semana de junio se presentó el informe mundial sobre las drogas 2025 de UNODC, cuya premisa es que la inestabilidad mundial agrava el impacto social, económico y en seguridad del fenómeno de la droga.

  • Los trastornos por consumo de drogas representan un costo enorme para las personas, las comunidades y los sistemas de salud. “El creciente alejamiento del multilateralismo y la reasignación de recursos podrían intensificar el problema”, señala el informe.

“Esta edición del Informe Mundial sobre las Drogas muestra que los grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas continúan adaptándose, explotando las crisis y teniendo en la mira a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad”, dijo la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly. “Debemos invertir en prevención y abordar las causas raíces del tráfico de drogas en todas las etapas de la cadena de suministro”, agregó.

  • En 2023, cerca de 316 millones de personas consumieron alguna droga (excluidos el alcohol y el tabaco); es decir, 6% de la población mundial entre 15 y 65 años, frente al 5.2% en 2013. Con 244 millones de usuarios, el cannabis continúa siendo la droga más utilizada, seguido de los opioides (61 millones), las anfetaminas (30.7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones). Los nuevos grupos de personas en situación de vulnerabilidad que huyen de la inestabilidad y el conflicto podrían hacer que estas cifras se incrementen, advierte el Informe.
  • La droga ilícita con mayor crecimiento de mercado es la cocaína. La producción ilegal se disparó en 2023 a 3.708 toneladas, casi 34% más que en 2022. Las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2.275, lo que supone un aumento de 68% con respecto a 2019-2023. El consumo creció de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023.

Aunque es menor ante estas cifras, el mercado de drogas sintéticas se expande velozmente a nivel mundial, debido a los bajos costos de operación y reducidos riesgos de detección en las rutas de tráfico. Predominan los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) como la metanfetamina y la anfetamina (incluido el captagón). Las incautaciones de ETA alcanzaron un máximo histórico en 2023 y representaron casi la mitad de las incautaciones globales de las drogas sintéticas, seguidas de los opioides, incluido el fentanilo. La ketamina es un tema aparte.

Tusi y ketamina

La ketamina se considera una droga emergente, aunque lleva más de 50 años en los mercados. Pero ahora ha resurgido, porque es parte de un brebaje llamado tusi.

  • Su nombre es una traducción fonética de “2C”, una serie de fenetilaminas psicodélicas que surgió en los últimos años en Latinoamérica, Europa y ahora está empezando a adquirir popularidad en Estados Unidos. A veces, el brebaje se conoce como “tusibi”, una traducción fonética de 2C-B, una droga común de la serie 2C.
  • Pero el tusi es básicamente ketamina. Los orígenes y descripción de la ketamina están en el artículo de Efecto Placebo del 8 de mayo pasado.

A pesar de las noticias recientes centradas en el uso de tusi, hay una escasez de literatura científica que se centre en este nuevo brebaje. Y en eso coinciden los investigadores.

  • Un artículo escrito por el académico del Departamento de Salud de la Población, Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, José Palamar, señala que el tusi ha comenzado a complicar el panorama de las drogas, debido a la confusión sobre qué contiene y cómo evaluar e informar su uso en entornos de investigación.
  • “La mayoría de los estudios de verificación de drogas que informan sobre su contenido se han hecho en América Latina, donde el brebaje parece más popular”, dice.
  • Y detalla: “Los estudios típicos no han encontrado que tusi contenga 2C/2C-B, sino más bien ketamina combinado con MDMA, metanfetamina, cocaína, opioides y/o nuevas sustancias psicoactivas. De hecho, un estudio realizado en Chile encontró que el 99% de los envíos que supuestamente contenían 2C, contenían ketamina, y 1% contenía drogas reales de la serie 2C”, explica.

En Chile el uso de la ketamina está regulado como anestésico, hipnótico y se utiliza en salud humana y veterinaria. Hasta hace unos años, una de las fuentes favoritas para abastecer el mercado eran los asaltos a las clínicas veterinarias.

  • La psiquiatra, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la U. de Chile y del Hospital Salvador, Danissa Alé, está investigando sobre las drogas ilícitas emergentes en nuestro país en un estudio llamado “Patrones, contextos y percepciones sobre uso de tusi en una muestra de personas con consumo reciente”, donde la investigadora principal es la doctora Viviana Miño y cuenta con financiamiento del Núcleo Milenio para la evaluación y análisis de políticas en drogas.
  • Las sustancias emergentes, que son principalmente drogas sintéticas, son un fenómeno muy dinámico que cambia rápidamente y al que, por tanto, es difícil seguirle la pista desde el punto de vista de la salud pública. La última estadística del Senda hablaba de que la prevalencia de drogas sintéticas –que es un paquete grande, donde se podrían poner la ketamina y el tusi– era alrededor del 1% en adultos jóvenes. Pero hay que tener en cuenta que existe el policonsumo.

Además, hay una muy baja percepción del riesgo. “Uno les pregunta a los pacientes y no saben lo que están ingiriendo. Se ha masificado su uso y eso engaña o hace sentir que no es algo peligroso, que no hay mayores consecuencias”, advierte la psiquiatra.

  • Por el contrario, es incluso más difícil predecir cuáles van a ser los impactos. “Por ejemplo, en el caso del tusi, cada dosis es distinta, porque depende de cómo se cocinó. Si tiene más cocaína, heroína… Hay un gran desconocimiento y una invisibilidad y no se puede prever cuál será el efecto que adquiere cada consumo, porque es como una droga nueva cada vez”.

Impacto en los sistemas de salud

El consumo de drogas sin duda sobrecarga los servicios de urgencia, tanto de urgencias psiquiátricas como generales, porque es donde llegan las personas en estado de agitación o intoxicación.

  • “Hay una sobrecarga y demanda en la urgencia por eventos que podrían ser prevenibles, porque estas situaciones ocurren por el consumo de drogas. Y por otra parte, también se está viendo que los pacientes no solo consultan en la urgencia, también acuden a dispositivos de salud mental, en particular por rehabilitación o tratamientos de adicciones”, explica Alé.

Agrega que, más allá de la urgencia, hay un impacto menos visible, que sobrepasa la salud mental, la adicción o los trastornos neuropsiquiátricos.

“Existe una asociación bien importante entre consumo de ketamina y daño hepático, daño renal, problemas urinarios graves como un cuadro de vejiga ulcerada. Son lesiones por la ketamina y eso genera impacto a nivel genitourinario. O sea, habría que buscar si los urólogos están recibiendo casos de este tipo”, consigna.

  • Por otra parte, también tiene impacto neurológico, porque disocia el funcionamiento cerebral. Entonces, se ven alteraciones de conciencia, trastorno en la marcha, alteración en las funciones cognitivas.

Reportar estadísticas es muy complejo. La primera razón es que la ketamina puede administrarse sola, pero también es un componente muy usado en el tusi, que es un cóctel de muchas drogas juntas y que en Chile está de moda.

  • Son datos difíciles de recoger y, además de esto, siempre hay un retraso: hoy en día puede estar en la calle, pero de ahí a que el sistema empiece a preocuparse y busque evidencia, hay una especie de delay o retraso importante.

“Este es un fenómeno que no es del todo lineal. Siempre hay una brecha metodológica, entre que se recopilan los datos y se procesan. En las drogas emergentes se da un fenómeno caleidoscópico, dinámico: se ponen de moda, luego salen del mercado, les cambian el nombre, es muy difícil seguirles la pista”, señala la psiquiatra Danissa Alé.

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Mito o Verdad: con dientes y muelas contra la demencia

Foto de cottonbro studio

Si llevas un tiempo leyendo Efecto Placebo, ya sabes que los hábitos saludables como comer vegetales, dormir bien, hacer ejercicio o mantenerte en movimiento son la clave para tu cuerpo y tu mente. Ahora, la ciencia sugiere otra práctica diaria que puede ayudarte a prevenir la demencia: cuidar tus dientes y encías.

  • Esto, porque tu boca es un portal al resto de tu cuerpo, lo que significa que, cuando algo sale mal dentro de ella, los efectos pueden extenderse literalmente a otros órganos, incluido tu cerebro.
  • Esto puede suceder a través de bacterias, que existen en la boca de todos, pero se acumulan de manera diferente en personas que desarrollan enfermedades de las encías, al igual que el equilibrio de los microbios en tu intestino puede alterarse.

“La interrupción en esta mezcla saludable puede conducir a irritación y ulceraciones (lesiones sangrantes) en las encías, lo que permite que algunas de las bacterias entren en el torrente sanguíneo”, dice el profesor de epidemiología de la Universidad de Minnesota, Ryan T. Demmer.

  • A partir de ahí, los gérmenes pueden viajar por todo el cuerpo. Hay evidencia de que incluso pueden pasar a través de la barrera hematoencefálica (un escudo de células que generalmente mantienen protegido al cerebro), dice la presidenta del Departamento de Periodontología de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Tufts, Natalie Jeong.
  • Algunos de estos microbios pueden ser directamente tóxicos, afectando la función cognitiva. Otros podrían estimular una respuesta inmune a medida que tu sistema nervioso intenta combatirlos; con el tiempo, los productos químicos que liberan podrían contribuir a la acumulación de placas, o grupos anormales de proteínas en el cerebro, que se ven en personas con demencia.
  • Además, existe un montón de mediadores inflamatorios, que el cuerpo libera en respuesta a la acumulación de bacterias.

“Sabemos por estudios cardiovasculares que esta inflamación puede viajar a través del torrente sanguíneo y llegar al corazón, y lo que planteamos es la hipótesis de que también puede desencadenar neuroinflamación (una respuesta inflamatoria en el cerebro)”, agrega el investigador asociado del Laboratorio Falcone en el Departamento de Neurología de la Universidad de Yale, Cyprien Rivier.

  • Si bien algunas personas pueden ser genéticamente más propensas a desarrollar problemas de salud bucal, también podemos influir en ese resultado. Lo has escuchado muchas veces antes, porque es cierto: cepillarse los dientes dos veces al día (durante dos minutos cada vez) y usar hilo dental diariamente, puede ayudar a prevenir la enfermedad de las encías. También suma a esto evitar fumar.

Del mismo modo, es importante ir al dentista dos veces al año. “De esta manera, puede obtener el beneficio de una limpieza profesional y asegurarse de que no haya signos tempranos de problemas de encías o dientes que deban abordarse”, dice Demmer.

  • No hay que pasar por alto las encías hinchadas o que sangran cuando te cepillas. Puede ser muy fácil ignorar estas señales de alerta, porque a menudo no hay mucho dolor, pero verlas a tiempo asegura que la persona pueda recibir tratamiento mientras la condición todavía es generalmente reversible.

Los especialistas insisten en que, cuanto más proactivamente cuidemos los dientes y cuanto antes abordemos cualquier bandera roja, nos mantendremos alejados de la periodontitis y protegeremos el cerebro de los posibles efectos dominó a lo largo del camino.

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Chat con los lectores: un consejo para los ojos cansados

Foto de Kaboompics.com

¿Tienes los ojos cansados, secos o doloridos? Muchos factores pueden contribuir a este tipo de síntomas. Pero un gran culpable puede ser el uso intenso de tus ojos. Pasar demasiado tiempo mirando pantallas y dispositivos como los teléfonos inteligentes, puede forzar los ojos. ¿Qué puedes hacer para encontrar alivio? En esta nota respondo a la pregunta del lector Sergio Rodríguez, quien señaló tener ojos adoloridos.

  • Una de las principales causas de la incomodidad ocular es no parpadear lo suficiente.

“Cuando nos centramos en tareas como la lectura o el trabajo con la computadora, nuestra tasa de parpadeo simplemente se desploma”, dice la oftalmóloga Chantal Cousineau-Krieger.

  • No parpadear lo suficiente puede hacer que tus ojos se sequen e incomoden. Algunas personas también son más propensas a la sequedad ocular. Esto incluye a los mayores de 50 años, mujeres y personas que usan lentes de contacto. Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos y las condiciones de salud también pueden agregar sequedad ocular.
  • El envejecimiento normal también puede provocar fatiga ocular. Con la edad, empezamos a perder nuestra capacidad de centrarnos en objetos cercanos. Esto se llama presbiopía. Nuestros ojos necesitan trabajar más duro para enfocarse.

“Cuando miramos algo de cerca, flexionamos el músculo dentro de nuestro ojo. Y al igual que cualquier otro músculo, si mantienes la contracción durante mucho tiempo, puede fatigarse. Eventualmente, a los 40 años, terminas por no poder ver las cosas de cerca también. Es una parte natural del envejecimiento que acompaña a las canas y las arrugas. Y luego normalmente necesitamos anteojos para leer y ver las cosas de cerca”, explica la oftalmóloga.

  • Los niños también pueden desarrollar síntomas por usar intensamente sus ojos. Puede que no te digan que les duelen. En cambio, pueden comenzar a parpadear con fuerza o frotarse los ojos.
  • Ahora, también se cree que pasar demasiado tiempo en las pantallas está contribuyendo a que los niños desarrollen miopía. En efecto, los estudios han demostrado tasas crecientes de miopía en niños en las últimas décadas.
  • Para aliviar las molestias oculares, puedes probar algunos pasos simples. Los expertos recomiendan la regla 20-20-20. Toma descansos oculares cada 20 minutos y mira lejos a unos 20 pies de distancia (poco más de 600 metros), durante unos 20 segundos.

“Los expertos recomiendan que los niños pasen tiempo al aire libre jugando, para ayudarles a concentrarse en las cosas más a distancia”, dice Cousineau-Krieger.

Con suerte, esto también ayudará a disminuir la cantidad de miopía.

Aquí finaliza esta edición de Efecto Placebo. Nos vemos la próxima semana y si tienes algún comentario, duda o información que quieras compartir, puedes escribirme a efectoplacebo@elmostrador.cl.

 

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