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Vandalismo en monumentos culturales Viajes

Vandalismo en monumentos culturales

Ya se trate de vándalos, manifestantes o simplemente visitantes que no han pensado bien las cosas, muchas amenazas se ciernen sobre sitios culturales. El último caso de daño, ocurrido en Machu Picchu, irá a la corte.


Las autoridades peruanas explicaron que un grupo de turistas se escondió y pasó la noche ilegalmente en el restringido segmento del Templo del Sol, en Machu Picchu. Según los investigadores, incluso uno de los turistas había defecado entre las ruinas.

Cinco integrantes del grupo fueron deportados. Las autoridades dijeron que un hombre argentino enfrentará cargos por «detruir el patrimonio cultural de Perú», tras admitir que trató de remover una piedra, lo cual causó un daño. Esto podría significarle 4 años de prisión. En un caso anterior en el mismo lugar, dos chilenos pagaron 100 mil dólares para ser liberados de una condena de seis meses.

Machu Picchu, reconocido como Patrimonio Mundial de la Unesco, ubicado cerca de Cusco, ha estado luchando con un auge del turismo en los últimos años. Miles de visitantes que llegan cada día al sitio están causando un daño irreparable en la estructura de piedra. El Peru Telegraph ha informado que el número de visitantes pasó de 80.000 en 1991 a 1,5 millones en 2018.

La Sirenita de Copenhague

La escultura del personaje del autor Hans Christian Andersen, La Sirenita, ha sido pintada más de una vez a lo largo de los años. En 2017, la bañaron en color rojo sangre, junto con un mensaje que criticaba la caza de ballenas en las Islas Feroe. La policía de Copenhague investiga el último caso, en el que alguien escribió «Free Hong Kong» en rojo, sobre la roca en la que se encuentra la Sirenita.

La estatua, presentada en 1913, ha sido muy atacada. En 1964, unos artistas de orientación situacionista le cortaron y le robaron la cabeza. Nunca fue recuperada, pero fue reemplazada. Cuatro años después fue cortada de nuevo. Los culpables nunca fueron encontrados, pero la cabeza fue devuelta de forma anónima. En 2003, la estatua fue sacada de su base y más tarde encontrada en el agua.

«Los Chalecos amarillos triunfarán»

El Arco del Triunfo de París se enfrentó a la ira del movimiento de los «Chalecos amarillos» en diciembre de 2018. Los equipos de limpieza han tratado de borrar los grafitis del monumento más visitado de la capital francesa. Las grandes letras negras dicen: «Los chalecos amarillos triunfarán». Aunque el sitio fue cerrado después por reparaciones, atrajo a más de 1,6 millones de visitantes en 2019.

Incluso algunos manifestantes atacaron los objetos expuestos en el museo dentro del Arco, dañando incluso una estatua de Marianne, la personificación de la República Francesa. Los daños coincidieron con uno de los peores días de las protestas de los chalecos amarillos, con más de 100 personas heridas y más de 400 detenidas.

El llamado de atención de Auschwitz a sus visitantes

En marzo del año pasado, el Museo de Auschwitz instó a los visitantes a recordar que estaban en un lugar donde más de un millón de personas fueron asesinadas. «Hay mejores lugares para aprender a hacer equilibrio que la línea férrea en el sitio que simboliza la deportación de cientos de miles de personas a su muerte», dijeron los encargados, en referencia a quienes subían fotos en redes sociales.

El monumento del Holocausto de Berlín también se ha enfrentado al vandalismo. La obra, inaugurada en 2005, fue rayada con esvásticas, que fueron retiradas de algunas de las estelas ese mismo año, y nuevamente en 2009. La policía reforzó la seguridad en 2014 después de que en la víspera de Año Nuevo aparecieron videos de personas lanzando fuegos artificiales desde ahí y orinando en el sitio.

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