Turismo
Las medidas económicas han sido insuficientes para el sector que ya venía alicaído con el estallido social. El cierre de fronteras y la crisis mundial por el coronavirus mantienen a la industria turística en una incertidumbre.
Una encuesta realizada por el Banco Central fue parte del Informe de Percepciones de Negocios (IPN) de mayo de 2020. Fueron 251 entrevistados y especialistas del mundo empresarial que respondieron online el impacto de la emergencia sanitaria en la actividad económica.
El informe determinó que los sectores más afectados son los relacionados con la actividad de servicios, como hotelería, restaurantes y turismo, sumado al comercio de bienes no esenciales.
La alerta ya se había dado desde hace un tiempo. A mediados de marzo, la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) estimaba que las pérdidas en el sector serían de US$1.300 millones para el 2020. Luego la misma organización corrigió a U$3.900 millones a principios de abril, luego del permanente cierre de fronteras de Chile y de diversos otros países.
Un 80% de las empresas encuestadas respondieron que su situación económica es muy mala o mala, un 79% indicó que las cancelaciones que han tenido las últimas semanas han sido del orden de un 90 a 100% de lo que tenían reservado.
En tanto, un tercio de las empresas turísticas reconoció no tener flujo de caja que permita sostener la crisis actual en sus respectivos locales, lo que significa estar al borde de la quiebra o cierre de giro en un 55%. Un 60% solo tiene fondos para los próximos tres meses.
De acuerdo a un sondeo de abril de la Subsecretaría de Turismo, junto a Sernatur y Cadem, un 45% de las empresas del sector no está operando, es decir, un 22,4% más desde la medición de marzo.
En Chile, se estima que el turismo comprende el 3,4% del PIB y 400.000 empleos directamente, pese a que la cifra no ha tenido reales verificaciones en los últimos años. Porque aunque se ha buscado posicionar a nuestro país como un destino internacional, lo cierto es que existe bastante informalidad y poco catastro de los empresarios del rubro a lo largo del país de manera oficial.
Hasta ahora las políticas de Estado se han centrado más en crear campañas publicitarias y promoción en nuevos mercados que en profesionalizar y mejorar los proveedores turísticos del país. Y la promoción es buena mientras no se deje de lado lo otro. Porque como en muchos sectores, en el turismo también son muchas las pymes involucradas, las que han debido paralizar forzosamente sus funciones, primero, por el estallido social y luego por el Covid-19.
Las medidas financieras hasta ahora son insuficientes para este sector, ya sea porque una gran parte de los operarios es informal, o porque el apoyo financiero es escaso ante la incertidumbre del tiempo que pase en que se vuelva a viajar. La industria tendrá que incorporar además medidas de seguridad e higiene para los viajeros.
Eso sí, los estudios valoran la postergación del pago de IVA por los próximos tres meses (47%), la postergación hasta julio del pagos de impuestos a la renta en las pymes (41%) y la suspensión de pago de los PPM (41%).
