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Es urgente reducir la brecha de género en gastronomía Opinión

Es urgente reducir la brecha de género en gastronomía

Pamela Villagra
Por : Pamela Villagra Periodista gastronómica. Editora de la Guía Gastronómica de Bogotá y fundadora de Gastromujeres Colombia. @Villagrita21 en twitter @Rubiecita21 en instagram
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“El progreso social se puede medir por la posición social del sexo femenino”, Karl Marx .



Han pasado cuatro años desde que Leonor Espinosa, chef y propietaria del restaurante Leo en Bogotá, recibiera el reconocimiento a la mejor chef mujer de Latinoamérica. Aquel 23 de octubre de 2017 Espinosa pidió que se pusieran de pie todas las cocineras que se encontraban en el auditorio. Entre más de 600 personas fueron una abrumadora minoría. Algo debía cambiar.

La brecha de género es una realidad que toca todos los campos del desarrollo humano y en el que la gastronomía no es la excepción. Los congresos gastronómicos siguen teniendo un mínimo porcentaje de speakers mujeres; es común encontrar minoría de docentes femeninas en las plantillas de las escuelas de cocina y en las brigadas de los restaurantes siempre hay más hombres. Algo raro pasa aquí si nuestros recuerdos gustativos más emotivos provienen de madres y abuelas, que no de padres ni abuelos.

En materia de conciliación familiar o laboral la realidad no es más alentadora. Según el informe “La igualdad de género en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible” elaborado por ONU Mujeres a nivel mundial, la carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que realizan las mujeres es 2,6 veces mayor que la que asumen los hombres. Y, encima, las mujeres que trabajan en el sector horeca (hoteles, restaurantes, catering), cobran hasta un 30% menos que los varones.

La desigualdad que experimentan las mujeres es un caso especial entre todas las discriminaciones sociales. No hablamos de minorias específicas, raciales, religiosas o étnicas, sino que de inequidades culturales, económicas y políticas que afectan a un segmento de personas que representan el 50% de la humanidad.

La gastronomía está al debe en cuanto a inclusión. No se visibilizan proyectos, emprendiientos, cocineras, bartanders, camareras, productoras de la misma manera que se hace con sus pares varones. Seguimos hablando de género y no de talento.

Desde Gastromujeres, convencidas del rol determinante que ocupan las mujeres en el campo de la alimentación, buscamos espacios que luchen contra la invisibilidad femenina contando experiencias inspiradoras que incentiven a las futuras generaciones.

El mundo gastronómico necesita reflexionar sobre la igualdad de género en un sector en el que la brecha parece cada vez más amplia. Es importante discutir y hablar en el espacio público, privado y al interior de las familias y escuelas sobre conciliación familar, sobre empoderamiento, sobre cómo las mujeres inciden en los procesos de cambios de sus comunidades.

Debemos visibilizar el trabajo de tantas mujeres ligadas a la alimentación y buscar caminos que nos permitan derribar las barreras con las cuales las mujeres nos encontramos a menudo en lo profesional. Es fundamental constuir un sector más inclusivo, que haga una autocrítica en términos de contratación femenina, estereotipos y que planifique acciones que promuevan el cambio. Estoy convencida de que es la única via posible para lograr sociedades más humanas, saludables y sostenibles.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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