Es el monto de inversión pública pendiente y que, según los economistas del banco, se necesita para evitar una mayor contracción en la inversión total este año. EuroAmerica estima que es casi seguro que Hacienda tendrá que volver a endeudarse o recurrir a los fondos soberanos para financiar lo comprometido para 2015.
¿Misión Imposible? No, pero sí un duro desafío.
Se trata del gasto fiscal y los US$ 8.000 millones de inversión pública pendiente que el Gobierno tiene que ejecutar en siete meses, esto para que la inversión total no se desplome aún más.
Ese es el análisis del departamento de estudios del BBVA. Según el informe, esas inversiones «se necesitan imperiosamente para evitar que la inversión total (pública más privada) se contraiga más que en nuestro escenario base (-1% el 2015)».
El informe señala que las cifras en lo que va del año confirman que la inversión pública está jugando un rol clave, «conteniendo depresiones mayores en el gasto interno ya castigado por el evidente deterioro del mercado laboral (con consecuencias en consumo) y la inversión privada».
En mayo, los ingresos fiscales aumentaron gracias al efecto de la reforma tributaria (aumento en la tasa del impuesto de Primera Categoría) y el gasto fiscal recuperó algo de vigor, con una expansión real de 7,7% (4,0% en abril), según EuroAmérica. El gasto registra un crecimiento acumulado real de 8,4% a mayo y el presupuesto asume un alza de casi 10% para el año.
El problema, de acuerdo al análisis del BBVA, es que hubo una muy baja ejecución de la inversión pública. «Falta dinamizar relevantes proyectos de infraestructura vial, conectividad Austral, grandes y pequeños embalses, entre otros. El dinero esta disponible, pero muy probablemente los ‘lomos de toro’ se encuentran fuera del ámbito de acción directa del Ministerio de Hacienda», precisa.
El documento añade que, dado el bajo ritmo de ejecución, «se torna más desafiante concretar el gasto de capital contemplado en la Ley de Presupuesto (variación anual de 27,5%)». Explica, asimismo, que se han ejecutado aproximadamente tan solo US$ 3.300 millones de los más de USD 11.000 millones contemplados en la Ley de Presupuesto.
BBVA sostiene que las cifras acumuladas a mayo están en línea con un probable déficit efectivo para el año, cercano a 3% del PIB.
El análisis de EuroAmerica es similar. Dice que un déficit de 3% de PIB «colocará mayor presión sobre las cuentas fiscales, haciendo inviable un 2016 con similar expansión fiscal como la que debiese observarse en este 2015». Su proyección es que, para no poner en riesgo la meta de balance estructural, la máxima expansividad de la política fiscal para 2016 no debe ir más allá de un 5,5% a 6,0%.
El informe de la corredora manifiesta que es muy probable que Hacienda tenga que volver a endeudarse o recurrir a los fondos soberanos para financiar el presupuesto de este año.
