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Se inicia remozamiento de la Reforma Tributaria: en el aire está que renta atribuida podría quedar para las sociedades más simples

Se inicia remozamiento de la Reforma Tributaria: en el aire está que renta atribuida podría quedar para las sociedades más simples

Ayer comenzaron las primeras conversaciones formales en Hacienda para levantar las principales propuestas de mejoramientos. Ya hay cierto acuerdo en que resulta muy complejo de aplicar que, en una misma malla societaria, haya empresas bajo régimen semiintegrado y empresas acogidas a atribución de rentas.


Más que rápido, hay que hacerlo bien. Ese es el predicamento que predomina en la primera ronda de conversaciones del Ministerio de Hacienda, que encabezaron el subsecretario Alejandro Micco y el coordinador de política tributaria Alberto Cuevas, con contribuyentes y sus asesores.

Durante esta semana se tiene previsto dialogar con la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Conapyme, Sofofa, Unapyme, Instituto Chileno de Derecho Tributario, ASECH y con las cuatro principales auditoras, entre otros.

“El ambiente fue muy agradable y llano. Hay un cambio respecto al año pasado. Si antes te decían ‘esto lo vamos a ver’ o ‘no te preocupes’, hoy la actitud que prevaleció fue ‘me interesa tu opinión’”, grafica una fuente.

Las reuniones fueron convocadas para tener un diálogo técnico con la idea de simplificar para que la reforma tributaria funcione, manteniendo el monto a recaudar y el principio de progresividad.

Lo que ha estado en el aire en las conversaciones previas es que hay cierto consenso en que es muy compleja la coexistencia de sociedades bajo sistema de renta semiintegrada con sociedades bajo renta atribuida en una misma red societaria de un grupo. “Aquí se producen cortocircuitos grandes”, agrega una fuente.

Ante esta realidad, la idea que ha ido cobrando fuerza es que la renta atribuida será aplicable para aquellas estructuras más simples: sociedades anónimas que no tengan más de 100 accionistas y que sean muy transparentes en términos tributarios. O sea, la empresa constituida por personas naturales, lo que haría que estas tributaran directamente hasta 35% por las utilidades percibidas en el ejercicio.

En el fondo, se estaría apuntando a que este régimen quedara establecido para las pequeñas y medianas empresas a través de un probable mejoramiento del sistema que se estableció para las 14 TER Pyme.

Las otras empresas, las que forman parte de una malla societaria compleja, tendrían que acogerse al régimen semiintegrado, lo que implicaría a los socios una carga de hasta 44,5% sobre la renta percibida.

Eso es lo que se huele en un primer sobrevuelo, pero cuando se realiza un segundo sobrevuelo aparece la propuesta de reponer el 100% de la integración entre el impuesto de primera y global complementario. El año pasado se aprobó que solo el 65% de lo pagado en el impuesto de primera categoría sirviera de crédito para el global complementario, por eso se llama parcialmente integrado, lo que es resistido por las empresas.

Esta es la bandera de las organizaciones gremiales grandes y habrá que ver si logran algún avance y cuál será su moneda de cambio. La razón que esgrimen es que este crédito parcial ha hecho inviable proyectos de inversión medianos y, además, amenaza con introducir un diferencial relevante entre la tasa que paga el contribuyente local y el extranjero que está protegido por un acuerdo tributario. Este cambio no es fácil de tragar por parte del Gobierno, porque implica reconocer que el FUT se mantiene.

Es muy pronto aún para señalar si se requerirán nuevas instrucciones o un proyecto de ley o ambas cosas. Lo que está medianamente claro es que el remozamiento de la reforma debe estar listo este año, mientras antes mejor, pero por sobre todo con la menor cantidad de errores posibles.

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