Mercado la ve como una decisión riesgosa y Chile podría sufrir coletazos
La decisión del ente emisor tuvo en cuenta la «elevación de las incertidumbres internas y, principalmente, externas» de la economía, además de las perspectivas de inflación, según un comunicado. Mercado no lo esperaba y reacción inicial de los analistas fue negativa. En el actual escenario no hay apetito de riesgo y la decisión sin duda es riesgosa.
El Banco Central brasileño decidió hoy mantener las tasas de interés en 14,25 % anual, su mayor nivel en nueve años, para intentar controlar la inflación y a pesar de la recesión en la que está sumido el país.
La decisión del ente emisor tuvo en cuenta la «elevación de las incertidumbres internas y, principalmente, externas» de la economía, además de las perspectivas de inflación, según un comunicado.
Una señal de que la decisión es controversial es que fue dividida. Seis funcionarios estuvieron a favor de mantener las tasas, mientras que dos se inclinaron por un alza de 50 puntos básicos.
La decisión se conoció después de que el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, dijo sorpresivamente el martes que el organismo podría abandonar los planes de un aumento más profundo en la tasa con el que buscaba frenar una inflación que alcanzó máximos de 12 años a más de un 10 por ciento.
Goldman Sachs criticó la decisión y señaló que refleja falta de compromiso y claridad por parte del ente emisor. Dice que está llena de riesgos y que el mercado la verá como una respuesta débil a un desafío complejo de inflación.
Algunos analistas ya anticipaban una nueva ola de retiro de fondos por parte de inversionistas extranjeros que afectaría al resto de la región, Chile incluido. En el actual escenario no hay apetito de riesgo y la decisión sin duda es riesgosa.
Esta es la cuarta vez consecutiva en la que el Banco Central decide mantener las tasas en el 14,25 % en sus reuniones periódicas, que se celebran cada mes y medio.
En 2015 la economía brasileña se contrajo un 3,71 %, según los cálculos de analistas privados consultados por el Banco Central, lo que supone su mayor retroceso en los últimos 25 años, mientras que la inflación fue del 10,67 % el año pasado.
Las mismas previsiones señalan que la economía brasileña encadenará este año su segunda contracción seguida, con una caída del producto interno bruto que rondará el 3 %.
