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Ojos que miran

Ojos que miran

El principal desafío de la gestión moderna de marketing pasa por leer e interpretar los cambios del entorno y el consumidor para posteriormente transformar las compañías y adecuarlas a los tiempos.


Durante mucho tiempo, hacer buen marketing significó fundamentalmente hacer buena publicidad. Por lo mismo, ser un buen marketero implicaba fundamentalmente ser un buen publicista o bien, un experto en comunicaciones masivas. Sin embargo, la sociedad, la economía y el mundo de los negocios han cambiado aceleradamente durante las últimas décadas y por lo tanto, hace mucho rato que el buen marketing dejó de ser exclusivamente sinónimo de buena publicidad.

En este nuevo contexto económico y social, altamente cambiante y complejo, ¿cuál es el principal desafío de la gestión moderna de marketing y cuáles serían las habilidades que deben tener quienes pretendan ganarse la vida como marketeros? Estas fueron algunas de las principales preguntas que se buscó responder entre quienes participamos en la definición de la parrilla de contenidos del próximo Congreso de Marketing ICARE 2016.

Como suele suceder cuando de marketing y estrategia se trata, las respuestas fueron bastante intuitivas pero también muy profundas. En primer lugar, el principal desafío de la gestión moderna de marketing pasa por mirar, observar y entender los signos de los tiempos. Aprender a leer los cambios del entorno y el consumidor. Por eso el congreso se tituló “Ojos que miran”. Para el mundo de los negocios, el mayor riesgo de los cambios es no verlos venir a tiempo. Todo esto, en el entendido que las grandes tendencias no siempre se hacen visibles, y sus señales, no siempre son percibidas oportunamente por todos.

Si cambian los desafíos del marketing, es bastante razonable también que cambien las competencias y las habilidades que se requieren de sus profesionales. Ya no basta –ni de cerca- con ser un buen publicista. Por cierto que la gente de marketing debe saber mucho de medios, mensajes y comunicaciones masivas, pero antes que eso, los buenos marketineros de hoy se distinguen por su capacidad para interpretar los grandes cambios de tendencia y su potencial para transformar los hábitos y preferencias de consumo en sus respectivas categorías de negocios. Ahí está la nueva clave. En la observación. Observar, leer y comprender las nuevas reglas del juego, siempre desde la perspectiva del consumidor.

Observación al servicio de los negocios. Esta nueva competencia finalmente nos permitirá liderar con argumentos sólidos y buenas historias comunicacionales, los procesos de cambio cultural y modernización competitiva que la empresa necesite para adaptarse a los nuevos signos de los tiempos.

Juan Pablo Martínez Gertner
Miembro del Círculo de Marketing de ICARE

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