Publicidad

Ahora más que nunca, diversificación: siempre una buena decisión

«Una economía diversificada es también aquella que estructuralmente permite que sus recursos sean traspasados desde un sector a otro, con un bajo costo, siendo el más importante para un país los recursos humanos. Si los trabajadores de la minería pudieran trasladarse fácilmente a otras actividades productivas mejor aspectadas durante este período de ajuste, sin duda que el impacto sería menor. Por tanto, el desafío tiene que ver con cómo lograr que el traspaso entre los distintos sectores sea lo más eficiente posible».


En mi columna anterior expliqué la sutil diferencia entre incertidumbre y riesgo, y cómo las respuestas para ambas situaciones son distintas. Enfocándonos en el segundo punto, una buena gestión de riesgo genera valor agregado, que muchas veces no es posible visualizar en el corto plazo, pero que al analizar un período más largo muestra un beneficio palpable y sustentable. El aspecto relevante en el cual se basa la gestión de riesgo es la diversificación.

Imagine que usted compra el pan diariamente en el lugar de siempre y que, de un día para otro, por algún problema, este cierra. Si bien es lamentable que la panadería donde usted compró por tanto tiempo ya no exista, es lógico que como respuesta busque otro lugar para comprar. El punto clave es que los clientes no van a dejar de consumir pan, por muy fieles que fueran a esa panadería, sino que van a obtenerlo de otro local.

En términos de inversión, usted probablemente hubiese invertido sus ahorros en esa panadería de haber tenido la posibilidad de hacerlo, porque sabía que contaba con una gran cantidad de clientes fieles, y que la calidad de los productos era buena. Sin embargo, debido al cierre del local, la pérdida habría sido significativa. En cambio, si su decisión hubiera sido dividir la porción de los ahorros en varias panaderías –o en otros negocios–, la pérdida por la caída de uno de ellos se habría compensado por la mayor demanda de los clientes cautivos de las demás.

Esto también puede llevarse al plano económico. Para todos es sabido que durante el ciclo positivo de los productos básicos, la producción de Chile estaba muy concentrada en todo lo relacionado al cobre. Pues bien, aun cuando esta decisión trajo beneficios en el corto plazo, las consecuencias de la caída del precio del metal las estamos observando hasta ahora. Y la razón se debe a la estructura cíclica de la economía. La forma de atenuar los efectos cíclicos se basa en diversificar la matriz productiva, para que, cuando el sector que está tirando el carro afloje, existan otros que tomen un rol más activo y mitiguen los efectos.

Ahora bien, el desafío no se basa solamente en generar incentivos a ciertos sectores en particular, realizando una apuesta hacia el futuro. Una economía diversificada es también aquella que estructuralmente permite que sus recursos sean traspasados desde un sector a otro, con un bajo costo, siendo el más importante para un país los recursos humanos. Si los trabajadores de la minería pudieran trasladarse fácilmente a otras actividades productivas mejor aspectadas durante este período de ajuste, sin duda que el impacto sería menor. Por tanto, el desafío tiene que ver con cómo lograr que el traspaso entre los distintos sectores sea lo más eficiente posible.

La diversificación es muy importante para generar un desarrollo sustentable en el tiempo. Muchas veces es difícil defenderla, cegados por los beneficios de corto plazo. Sin embargo, debemos trabajar para buscar que nuestra economía estructuralmente sea más diversificada, permitiendo atenuar los momentos de bajo crecimiento económico, y así mejorar el bienestar del país en el largo plazo.

Camilo Vio
Economista Banco Santander.

Publicidad

Tendencias