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Los límites del mercado: del exceso a la reparación Columna de Martin Wolf

Los límites del mercado: del exceso a la reparación

¿Podemos romper el ciclo de demasiado gobierno seguido por demasiado mercado? En la década de 1980, Occidente se movió hacia la confianza en el mercado. Ahora es probable (aunque no certero) que estamos comenzando a alejarnos.


Por Martin Wolf

Entre 1989 y 1991, el comunismo soviético se derrumbó. Menos de dos décadas más tarde, en Occidente, los gobiernos tuvieron que salvar al sector financiero privado del colapso. Hoy, nuestra desgracia es estar atrapados entre gobiernos ineficaces y mercados fallidos. Necesitamos una guía inteligente para este nuevo territorio.

Uno de los principales economistas europeos, Paul de Grauwe, sirve como guía. En su lúcido nuevo libro, el profesor belga ahora basado en la LSE explica cómo se debe pensar sobre el equilibrio entre los mercados y los gobiernos, como sistemas que interactúan entre sí a lo largo del tiempo.

La contribución del profesor de Grauwe a nuestra comprensión de la crisis del euro fue seminal. En su artículo «El gobierno de una eurozona frágil» (2011), convirtió el conocido argumento de que una moneda sin gobierno es poco práctica en algo más específico. El temor a la falta de liquidez en los mercados de deuda pública, escribió, podría conducir a un gobierno solvente a la ruina. La intervención de los bancos centrales podría proporcionar la respuesta para las naciones individuales, pero los miembros de la eurozona no tenían un banco central. Las restricciones resultantes sobre la capacidad de los miembros para emplear la política fiscal causaron innecesariamente profundas y costosas recesiones.

[cita tipo=»destaque»] elección de Donald Trump y el voto a favor del Brexit no sugieren que estemos por tomar el camino hacia una mayor cooperación. El colapso del capitalismo democrático y el surgimiento de la plutocracia o autocracia, o una catástrofe ambiental, podrían suceder eventualmente. Pero de Grauwe es claro en que debemos hacer todo lo posible para cambiar las cosas hacia una mejor dirección.[/cita]

Ésa fue una oportuna explicación sobre el papel de los gobiernos en la estabilización de las economías en una unión monetaria. “The Limits of the Market” (Los límites del mercado) va mucho más lejos. Su punto esencial es que ni una economía de mercado pura ni una economía puramente controlada por el gobierno es viable. «Una mezcla siempre será necesaria», escribe de Grauwe. Además, con el tiempo, el equilibrio variará conforme la política reaccione ante los excesos de los mercados o de los gobiernos. En la década de 1980, Occidente se movió hacia la confianza en el mercado. Ahora es probable (aunque no certero) que estamos comenzando a alejarnos.

¿Cuáles son, entonces, los límites del mercado, a pesar de su extraordinaria capacidad para generar prosperidad? Entre ellos está el medio ambiente, ahora incluyendo el cambio climático. El mercado no resolverá los problemas ambientales, ya que no es del interés de los agentes individuales hacerlo. Otro límite son los bienes públicos: las personas tienen un incentivo limitado para proporcionar un bien (o evitar un mal) por el que otros beneficiarios se niegan a pagar. Otra es la inestabilidad financiera: las decisiones de algunos impulsan las decisiones de otros quienes siguen la manada. Esta dinámica de auge y caída ha sido durante mucho tiempo una característica de los mercados financieros libres.

También es importante la desigualdad excesiva: nada garantiza que todo el mundo obtenga un poder adquisitivo adecuado del mercado. Luego está el polémico tema del efecto del mercado sobre las motivaciones. Entre más se sientan motivadas las personas por el beneficio, o la recompensa extrínseca, menos tomarán en cuenta la recompensa intrínseca de un trabajo. Una sociedad predominantemente orientada al mercado también podría nutrir a personas egoístas y poco cooperativas. Ninguna de estas desventajas de los mercados es naturalmente auto limitada, argumenta de Grauwe. La intervención gubernamental parece ser la solución para al menos algunos de estos problemas. Sin embargo, los gobiernos frecuentemente no logran lo que se necesita. En teoría, es posible que los gobiernos actúen eficazmente, pero en la práctica les resulta muy difícil hacerlo.

¿Por qué es tan difícil la acción eficaz del gobierno? Un problema es la ignorancia: por definición, los gobiernos son llamados a intervenir donde es más difícil para ellos hacerlo. Otro límite al gobierno efectivo es la resistencia de los intereses creados. Además, los gobiernos responden a las emociones de las personas, especialmente a su percepción de lo justo. Pero los gobiernos pueden ir demasiado lejos respondiendo a estos instintos, dañando la eficiencia económica o incluso creando la percepción de nuevas formas de injusticia, al proporcionar bienestar a personas consideradas inadecuadas o indignas.

La conclusión, entonces, es que necesitamos un equilibrio entre los mercados y los gobiernos. En la práctica, sin embargo, vemos un ciclo: demasiado mercado, seguido por demasiado gobierno, luego de nuevo, ya que los excesos del uno provocan una reacción que conduce a los excesos del otro. Hoy, sostiene de Grauwe, el mercado ha ido demasiado lejos, causando desigualdad excesiva e inestabilidad financiera.

Entonces, ¿qué sucede después? Una pregunta es cómo las limitaciones ambientales obligatorias, especialmente con respecto al clima, van a impactar los ciclos. Otra es la medida en que la desigualdad podría aumentar. En última instancia, en ambos casos de Grauwe es optimista de que las tendencias reformistas controlarán los excesos de crecimiento impulsado por el mercado, sin dar lugar a demasiado gobierno. Pero si esto sucede, necesitamos más cooperación entre los países.

La elección de Donald Trump y el voto a favor del Brexit no sugieren que estemos por tomar el camino hacia una mayor cooperación. El colapso del capitalismo democrático y el surgimiento de la plutocracia o autocracia, o una catástrofe ambiental, podrían suceder eventualmente. Pero de Grauwe es claro en que debemos hacer todo lo posible para cambiar las cosas hacia una mejor dirección. Por encima de todo, nos ha proporcionado el correcto comienzo para nuestro viaje: una excelente breve guía sobre cómo debemos pensar sobre dónde estamos y hacia dónde podríamos ir.

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