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Piñera vuelve a mandar recados al líder de los empresarios y Larraín Matte sale al choque MERCADOS

Piñera vuelve a mandar recados al líder de los empresarios y Larraín Matte sale al choque

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Es poco entendible para los observadores del mercado que la máxima autoridad del país, el Presidente de la República Sebastián Piñera, mediante declaraciones en todos los medios, haya acusado al presidente de la Sofofa de defender solo los intereses de su sector. Los dichos de Bernardo Larraín Matte, sin embargo, parecían haber viralizado la intención –que sigue latente en los empresarios– de que se bajen impuestos. Si no era el primero ni el único en decirle, ¿por qué le molestó tanto a Piñera?


Como apagar el fuego con bencina. Así fue leído por diferentes consejeros de la Sofofa, asesores y observantes, el duro intercambio que el miércoles se inició entre el Presidente de la República Sebastián Piñera y el timonel del gremio de los empresarios, Bernardo Larraín Matte.

Hace varios meses que la relación entre ambos tiene un tono áspero. Todo a raíz de algunas críticas que le ha hecho Larraín Matte al Mandatario, en relación con la agenda económica del país.

El año pasado, Piñera ya había dejado en evidencia, en entrevistas, que tenía una relación de cordialidad con el cabecilla de la CPC, Alfonso Swett, pero no así con Larraín. Lo dejó abajo de una gira presidencial, aunque nunca públicamente le enrostró mayores diferencias. Hasta el miércoles.

El día era una jornada importante para la Sofofa, que llevó a cabo su primer seminario del año. Participaba en él el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, además de otras autoridades, como el presidente del Banco Central, Mario Marcel. A la par, en una entrevista en Radio Duna a la misma hora, Piñera repasó el tema que pone nerviosa a La Moneda por estos días: la Reforma Tributaria.

Larraín-Matte ha asumido un tono crítico con esta última, evidenciando los comentarios de pasillo del sector privado. La reforma que llega hoy a discutirse contradice lo que originalmente se les planteó a los empresarios y deja a un lado lo que les parecía clave debatir: la baja de la tasa corporativa.

En un portazo mediático, Piñera le mandó recado por la prensa. “Cuando habla el presidente de la Sofofa, es muy respetable, pero está defendiendo los intereses de un sector. Como cuando habla la presidenta de la CUT, que defiende los intereses de un grupo de trabajadores, no de los trabajadores”, dijo el Mandatario.

Al poco rato, las reacciones del timonel de la Sofofa no se hicieron esperar. “Reconociendo los intereses empresariales, estos están completamente alineados con el interés general, tal como lo han comprendido el 100% de los países de la OCDE que en los últimos 10 a 15 años han decidido bajar el impuesto a las empresas”.

Lo más duró de su respuesta fue recordarle a Piñera que él mismo “plasmó” en sus promesas de campaña la rebaja de impuestos y que no se trataba de un capricho de la élite, sino que los gobiernos que han rebajado tributos “lo han hecho porque son conscientes que reactivar la inversión. Por supuesto que es importante para las empresas, pero eso también es relevante para generar empleo y desarrollo”.

¿Firme o polvorita?

Larraín Matte se ha mantenido inalterable en gritarle a los cuatro vientos lo que, a su juicio, era clave incluir en la Reforma Tributaria. Pero también lo ha hecho por otras vías Alfonso Swett, sin que eso desate respuestas públicas por parte del Presidente de la República.

¿Por qué personalizó tanto su respuesta en la radio si Swett había señalado lo mismo en una columna en El Mercurio días antes? Las tesis son dos.

Por un lado, que, simplemente, Piñera se excedió un poco, sin tener demasiada justificación para ello y porque, de quien provengan los cuestionamientos, no le gusta que el empresariado lo critique.

Pero la otra es que el Presidente evidencia un nuevo distanciamiento con el líder gremial, luego que este haya optado por iniciar su segundo año de mandato (y de posible reelección) en la Sofofa con una línea clara: los empresarios no deben mostrarse como los yes men del Gobierno. Deben tener una mirada crítica.

Esa mirada es algo que Bernardo Larraín Matte ha plasmado, señalando en algunos círculos que no comparte ciertas decisiones gubernamentales. Comentarios que no le parecieron bien a Piñera. Eso explicaría por qué, de la nada, personalizó tanto las declaraciones del miércoles.

Lo anterior ha incomodado al ala conservadora de la Sofofa, a la que no la parecen correctos ciertos caminos que ha tomado Larraín Matte al interior de la institución.

De paso, el líder gremial no ha tenido días tranquilos, lo que le ha valido estar en el escrutinio público, particularmente tras la colusión de los pollos.

El jueves pasado, cuando se conoció la condena del TDLC contra Cencosud, Walmart y Jumbo, la Sofofa se demoró varias horas en reaccionar, con una declaración bastante general y donde no emitió juicios contra los involucrados.

La interna cuenta que se analizó cómo reaccionar, pues siendo Larraín Matte parte de la familia dueña de CMPC que reconoció haberse coludido en el mercado del papel higiénico–, cualquier comentario que hiciera podía ser usado en su contra. No podía convertirse en un búmeran.

A la par, el miércoles Larraín Matte dijo que por ahora no se va a suspender de la Sofofa a las empresas involucradas en la colusión, cosa que sí sucedió en su minuto con la CMPC. Todo lo anterior lo pone en el centro de la crítica para quienes consideran que ha llevado adelante una dirección de la Sofofa demasiado personalista, que lo ha expuesto a este tipo de problemas.

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