Publicidad
Gemines y su lectura de 2019: el Gobierno puesto a prueba con agenda entre el populismo y el corazón de la derecha MERCADOS

Gemines y su lectura de 2019: el Gobierno puesto a prueba con agenda entre el populismo y el corazón de la derecha

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
Ver Más

«El Gobierno debiera impulsar con fuerza los ejes de su agenda, donde tendrá un rol central la Reforma Tributaria, cuyas negociaciones se desarrollan con cierto sigilo que indica que el tema está en la mesa de conversaciones con la oposición parlamentaria. El otro gran punto es seguridad, donde parece que se está haciendo exactamente al revés, desplegándose en los medios y con tendencia a cierto populismo penal, descuidando la negociación política. En el caso de Educación se ha caído en un diseño al parecer no planificado estratégicamente y donde claramente falta política (de la buena) y ha caído en lo directamente confrontacional», advirtió la consultora en su reporte mensual.


Las apuestas están hechas. Es parte de la lectura que desde el sector privado se hace del segundo año de gobierno con la derecha al mando de La Moneda y sobre el cual, económicamente, aún hay incertidumbre. Esto, pues si bien hay un ánimo dividido entre los empresarios –algunos más optimistas y otros con una visión negativa del ritmo de las reformas de la administración piñerista–, las cifras no son del todo firmes, principalmente como consecuencia del escenario externo.

La Moneda ayer sintió un respiro luego que el Banco Central confirmó lo que ya habían informado: que en 2018 el PIB creció 4%.

En ese contexto, la consultora Gemines realizó su análisis de marzo, donde revisó el momento social, económico y político, asegurando que este período marcará una verdadera prueba para el Gobierno.

«Este segundo año de Gobierno es clave, dado el calendario electoral que marcará los siguientes (gobernadores regionales, municipales, parlamentarias y presidenciales). El Gobierno debiera impulsar con fuerza los ejes de su agenda, donde tendrá un rol central la Reforma Tributaria, cuyas negociaciones se desarrollan con cierto sigilo que indica que el tema está en la mesa de conversaciones con la oposición parlamentaria. El otro gran punto es seguridad, donde parece que se está haciendo exactamente al revés, desplegándose en los medios y con tendencia a cierto populismo penal, descuidando la negociación política. En el caso de Educación se ha caído en un diseño al parecer no planificado estratégicamente y donde claramente falta política (de la buena) y ha caído en lo directamente confrontacional», reza el análisis de Gemines.

Así, el informe –distribuido entre los clientes de la consultora– advierte que «el Gobierno será puesto a prueba entonces en al menos estos grandes ejes, donde deberá desplegar todas sus habilidades (ya no distraídas en el exterior) para afianzar el camino de un potencial tercer mandato del sector, con el apoyo involuntario de la oposición invisible con que hasta ahora ha contado».

[cita tipo=»destaque»]Un punto interesante que la consultora aborda en su análisis es la urgencia mediática que vive la sociedad y cómo ello está repercutiendo en la arena política. «Los políticos se han vuelto hipocondríacos en relación a su visibilidad, reputación e interacción social: miden y miran sus redes compulsivamente, conscientes de su vulnerabilidad y de las oportunidades. Los medios han encontrado un nuevo género informativo: la crónica digital de la política, de los políticos y de los partidos. El time line se ha convertido en un fortín para propios; en una trinchera para los convencidos y adversarios; en un terreno minado para ingenuos o imprudentes, y, finalmente, en un fuego cruzado −o amigo− para el debate en campo abierto», sentenció Gemines.[/cita]

Para Gemines, cuya área de estudios está liderada por el economista Alejandro Fernández, los síntomas de un chaparrón externo parecen más cercanos, debido a las pocas opciones de China para evitar su eventual desaceleración, la guerra comercial latente y la posible lentitud del crecimiento de la economía estadounidense. Pese a ello, son optimistas y le restan preocupación a que esas esquirlas afecten a la economía local.

Aun así, Gemines se pregunta si será posible para el Gobierno repetir la cifra de crecimiento del 4%. «Asumiendo que la amenaza de una intensificación de la guerra comercial desaparece pronto, el precio del cobre debería corregir algo más al alza, sosteniéndose el resto del año por sobre los 3 dólares la libra. Ello tendría varios efectos. Mejora la situación fiscal, decanta más inversión en minería y provoca un ajuste adicional a la baja en el tipo de cambio. La suma de lo anterior tiene un efecto expansivo sobre la actividad, tanto en la inversión como en el consumo, lo que ayuda a mantener un buen crecimiento el presente año. Con todo, en parte por el deteriorado cuadro externo y dado el bajo crecimiento registrado el primer mes del año, las expectativas de crecimiento para el presente año se han ajustado, concentrándose los pronósticos algo por debajo del 3,5%. Sin embargo, aún es factible que el resultado sea mejor», añadió el reporte.

Advertencia al pie, Gemines señaló que, tomando en cuenta todos los bemoles, es clave precisar que uno de los sectores donde se distingue la mayor nebulosa es el mercado laboral y que las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) parecen «poco confiables» para hacer un diagnóstico correcto de la salud del empleo en el país.

«Es grave lo que sucede con la confiabilidad de las cifras que estima y publica nuestro Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin pensar siquiera en intencionalidad, es evidente que la actual encuesta de empleo no refleja adecuadamente la realidad de nuestro mercado laboral. La divergencia entre las estimaciones del INE y los datos administrativos que se recogen a partir del Sistema de Pensiones o del Seguro de Cesantía, son crecientes, y llevan a pensar que la muestra que utiliza el INE no es capaz de estimar adecuadamente el comportamiento del mercado laboral», planteó uno de los capítulos del informe.

Las señales políticas

En la arena política, para Piñera será un año clave. Las elecciones sectoriales ya citadas podrían darle un punto de inflexión relevante, por el piso de apoyo real –más allá de las encuestas– que podría cosechar la administración piñerista. En línea con una estrategia de mostrarse cumpliendo sus promesas, la Reforma Tributaria –a juicio de Gemines– será eje clave, porque conceptualmente es materia de interés y corazón de una administración de derecha.

Otro punto relevante del análisis lo constituye la agenda que han priorizado en seguridad pública, donde las señales parecen más bien erráticas. Gemines distinguió en la materia –hoy protagonizada por la intención de rebajar el control de identidad a menores de 14 años– un camino errático, tendiente al populismo y descuidando la negociación política.

El informe –abordado en un capítulo especial por el analista político Pavel Gómez– planteó que en una visión polarizada, la discusión se reduce a una pugna entre quienes piden atacar el crimen con firmeza, “mano dura” y son acusados de tener una visión discriminatoria de la justicia, y quienes son vistos como “garantistas”, y son acusados de favorecer la impunidad. El problema, agregó el documento, es que esta polarización le resta visibilidad a la discusión relevante, sobre la efectividad policial frente al crimen y los efectos de medidas como la planteada acerca de los incentivos de las policías.

La era de las fake news

Un punto interesante que la consultora aborda en su análisis es la urgencia mediática que vive la sociedad y cómo ello está repercutiendo en la arena política. «Los políticos se han vuelto hipocondríacos en relación a su visibilidad, reputación e interacción social: miden y miran sus redes compulsivamente, conscientes de su vulnerabilidad y de las oportunidades. Los medios han encontrado un nuevo género informativo: la crónica digital de la política, de los políticos y de los partidos. El time line se ha convertido en un fortín para propios; en una trinchera para los convencidos y adversarios; en un terreno minado para ingenuos o imprudentes, y, finalmente, en un fuego cruzado −o amigo− para el debate en campo abierto», sentenció Gemines.

A renglón seguido, afirmó que «la industria de las ‘fake news’ y la robotización de la interacción están reduciendo la comunicación política a los algoritmos. El caso de las redes sociales y los partidos políticos es un ejemplo más de la adaptación de actores públicos a la nueva realidad digital. Las empresas hace tiempo que tomaron nota, con eficacia. La mayoría de las organizaciones políticas –y, muy tímidamente, las sindicales– han adoptado estrategias para obtener el máximo impacto con su mensaje en las diferentes redes».

En definitiva –añadió Gemines– se ha ejercido acción política en canales donde no hay unas reglas del juego tan marcadas como en los medios tradicionales. Además, han descubierto el tesoro oculto de la data mining (minería de datos) y sus enormes posibilidades para segmentar mensajes y establecer vínculos y patrones, creando burbujas de reverberación de fuerte rendimiento electoral o social. Regla, en todo caso, aplicable a toda la política.

¿Lo peligroso de la situación? Para la consultora es la posverdad, la industria de las fake news y la robotización de la interacción, que están reduciendo la comunicación política a los algoritmos, los bots y la programación o profesionalización de la comunicación personalizada. Así, la descentralización del poder es una consecuencia de la globalización que se reproduce en las redes sociales: los partidos no pueden controlar los mensajes de muchos de sus miembros ni sus respuestas a posibles ataques.

«En este contexto denso, el debate sobre los límites y los retos de las redes sociales para democratizar lo político y lo público no para de crecer. Y de preocupar (ya se habla sin rodeos de regular la conversación digital). La discusión está abierta y no son pocas las voces que nos alertan de que la cultura democrática se puede fortalecer −aunque también debilitar− por el ecosistema digital y la hegemonía de las plataformas que actúan como oligopolios. Se habla, con intenciones muy diversas y a veces contradictorias, de rebelión contra las redes sociales. Es por eso por lo que algunos partidos políticos han empezado a diseñar protocolos de actuación en estos nuevos escenarios», concluyó el análisis de Gemines.

Publicidad

Tendencias