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Gemines desliza “vientos de cambio” en la política chilena y advierte riesgo de la polarización MERCADOS

Gemines desliza “vientos de cambio” en la política chilena y advierte riesgo de la polarización

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El informe Gemines de septiembre advierte un giro pendular en Chile: la política se concentró en seguridad, crecimiento/empleo e inmigración, pero alerta que la polarización amenaza la gobernabilidad, incluso bajo un eventual gobierno de José Antonio Kast.


El informe Gemines de septiembre describe un giro pendular “rápido y profundo” en la política chilena. En apenas cuatro años —dice— el país pasó de impulsar una agenda refundacional a concentrarse en tres prioridades transversales: seguridad (delincuencia y crimen organizado), crecimiento/empleo e inmigración. Ese “reseteo” ya asoma en los mercados: la bolsa en máximos y un repunte de la cartera de inversión a cinco años; pero el clima de negocios (IMCE) sigue débil y el peso permanece castigado, señal de que la mejora “es aún parcial” y convive con incertidumbre.

El “talón de Aquiles” que identifica Gemines es la polarización. Proyecta una segunda vuelta en los extremos y, aunque ve “altamente probable” el triunfo del candidato republicano, advierte que el éxito de un eventual gobierno de José Antonio Kast dependerá de abandonar el “maximalismo” y conseguir acuerdos amplios. Incluso con mayorías opositoras eventuales en ambas cámaras, la fragmentación y la “liquidez” del apoyo parlamentario podrían complicar la gobernabilidad. El informe recuerda señales previas: la oportunidad desaprovechada en el segundo proceso constituyente y la oposición a la reforma previsional —incluida la cuña “chao préstamo”— como ejemplos de rigidez política y “falta de seriedad técnica” si no se explican alternativas fiscalmente viables.

Pese a ese cuadro, Gemines prevé “un avance positivo en la línea correcta”. La prioridad social por la seguridad favorece a Kast en percepción de eficacia, y estima exagerado suponer que “la calle” inviabilizará la gobernabilidad: el péndulo estaría en el otro extremo y “la mayoría” de quienes simpatizaron con el estallido ya internalizó sus costos. La clave, subraya, será aprovechar la “luna de miel” de los primeros seis meses con una agenda contundente en seguridad y “gatillar” medidas procrecimiento que activen inversión y empleo. El apoyo ciudadano —cada vez “más pragmático y menos ideologizado”— exigirá resultados rápidos.

En macro, el escenario base “no es malo”. Afuera, la economía global ha mostrado resiliencia pese a la incertidumbre geopolítica y comercial. Dentro, la inversión efectiva repuntó en el 2T —concentrada en maquinaria y equipo— y la reducción de “permisología” debiera ayudar. El Banco Central, no obstante, aparece prudente: con una inflación subyacente más persistente y un gasto interno firme, Gemines recomienda “acumular más evidencia” antes de bajar nuevamente la TPM; octubre o “más bien diciembre” podrían abrir espacio si los datos acompañan.

La consultora también hace foco en la debilidad del peso: atribuye el fenómeno a un cóctel de deterioro institucional desde 2019, fortaleza global del dólar (con altibajos), “excesiva” reducción de la TPM y señales de continuidad, más el deterioro fiscal y la incertidumbre electoral —este último, de efecto “de corto plazo”. En el mercado laboral, advierte que el encarecimiento por salario mínimo y reducción de jornada está elevando el desempleo estructural “muy por sobre” los niveles prepandemia.

El “Tema Especial” del informe evalúa la nueva ley OBBBA en su triálogo “lo bueno, lo malo y lo feo”. Valora la neutralidad y estabilidad que introduce —como la contabilización permanente de gastos de I+D y activos de corta duración, y deducciones inmediatas de inversión— que eliminan penalizaciones al capital y, según sus estimaciones, elevan el PIB de largo plazo en 0,7%. Pero cuestiona que “gasta demasiado” en exenciones y “artimañas” (horas extras, propinas, deducción por intereses de autos, beneficios específicos para algunos mayores) que violan la igualdad tributaria, y complejiza aún más el sistema con nuevas normas y costos de cumplimiento que a menudo superan los beneficios. Concluye que, aunque pro-crecimiento, “no constituye una verdadera reforma fiscal” por su falta de ampliación de base y el mayor déficit que provoca.

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