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Banco Central mantiene la TPM en 5% por duodécimo mes


Ya lleva un año el Banco Central con la tasa de política monetaria estacionada en 5%. La decisión de hoy no fue una sorpresa ya que el consenso es que no haría nada.

Más bien la atención estaba centrada en lo que diría sobre el peso y el dólar, ya que hay una creciente presión para que el Banco Central intervenga para enfriar el peso, que es la moneda emergente que más sube frente al dólar este año.

En su reunión mensual de hoy, el Consejo destacó por segundo mes consecutivo el rally de la moneda chilena. Eso si, la mención fue parca: «En el último mes, el peso se apreció levemente respecto del dólar».

Lo importante es que es el segundo mes en que se menciona, ya que analistas que siguen de cerca el accionar del banco dicen que las intervenciones históricamente han estado precedidas por al menos dos meses seguidos en que se menciona el problema en los comunicados del banco.

El comunicado de hoy destaca la mejora de la situación externa, con algún reparo: «en el ámbito externo, las condiciones financieras son más favorables que hace un mes. Sin embargo, los riesgos sobre la situación fiscal y financiera en la Eurozona continúan elevados, y el riesgo fiscal en Estados Unidos, aunque se ha moderado, sigue siendo relevante».
El Consejo volvió a mencionar la fortaleza del empleo y el dinamismo de la economía domestica.

«Los indicadores recientes de actividad y demanda han evolucionado en línea con lo anticipado en el último Informe de Política Monetaria. El mercado del trabajo sigue ajustado. La creación de empleo aumentó y los salarios mantuvieron su dinamismo», es como lo describe el comunicado.

El dinamismo de la economía por el momento no ha gatillado presiones inflacionarios, algo que destaco el banco en su comunicado. «La inflación total y la subyacente se sitúan bajo el 2% anual, mientras que las expectativas inflacionarias en el horizonte de política permanecen alineadas con la meta».

El Consejo volvió a reafirmar «su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias».

Hay un creciente número de economistas que estima que el Banco Central tendrá que aumentar la TPM hacia fines del primer semestre para poner paños fríos a la economía y así evitar un rebrote de inflación.
 

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