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Banco Central hace escueta mención del peso y posterga una vez más cambiar TPM

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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No fue sorpresa, pero sí un poco decepcionante: el Banco Central mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 5 %, algo que ya lleva 12 meses haciendo.

La decepción tiene que ver con lo poco y nada que dijo sobre el peso, el dólar y hacia dónde van las tasas. Dado el ruido que había en el mercado, la atención estaba centrada en ello, pues hay una creciente presión pidiendo la intervención del Banco Central para enfriar la moneda chilena, que es la que más sube frente al dólar este año.

En su reunión mensual de hoy, el Consejo destacó por segundo mes consecutivo el rally de la moneda chilena. Aunque, la mención fue parca: «En el último mes, el peso se apreció levemente respecto del dólar».

Matías Madrid, economista jefe del Banco Penta, afirma que esa parquedad puede que tenga un resultado inesperado. «La sorpresa en el comunicado estuvo en las pocas señales entregadas respecto al tipo de cambio y al futuro de la política monetaria», explicando que esto muestra preocupación «pero no permite asumir una intervención inminente».

Madrid estima que el Central no intervendrá en el mercado cambiario hasta que «el tipo de cambio nominal se ubique entre $ 460 y $ 465». Ayer cerró en baja a $472.

Un operador de la mesa de divisas de una de las corredoras grandes del mercado local prevé que el mercado va a impulsar el peso por la falta de señales de Rodrigo Vergara y sus colegas en el Consejo.

«Muchos de nosotros anticipábamos algo más claro del banco y mañana (viernes) el mercado podría abrir con un peso alzado», enfatizó.

Aunque hay algunos analistas que sostienen que no es poco importante el hecho de que sea el segundo mes en que se menciona, ya que según ellos, las intervenciones históricamente han estado precedidas por, al menos, dos meses seguidos en que se menciona el problema en los comunicados del banco.

El Consejo volvió a reafirmar «su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en un 3 % en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias».

El dinamismo de la economía por el momento no ha gatillado presiones inflacionarias, algo que destacó el banco. «La inflación total y la subyacente se sitúan bajo el 2 % anual, mientras que las expectativas inflacionarias en el horizonte de política permanecen alineadas con la meta».

El consenso entre un número creciente de economistas es que el Banco Central está esperando una desaceleración de la demanda interna para no tener que tomar decisiones difíciles, ya que se encuentra en un dilema: intervenir para ayudar a frenar el peso o subir para enfriar a la economía.

UBS estima que el Banco Central tendrá que aumentar la TPM hacia fines del primer semestre para poner paños fríos a la economía y así evitar un rebrote de inflación. Su analista Rafael de la Fuente fue el único que el mes pasado sostuvo que las tasas de interés de Chile subirían en el primer semestre.

Pero de acuerdo a un análisis de Bloomberg, «ahora que los salarios aumentan cuatro veces más rápido que los precios al consumidor y la tasa de desempleo se encuentra en un mínimo récord, los operadores están empezando a seguir al pronosticador más certero de la política monetaria chilena. Las permutas de tasas de interés a dos años aumentaron siete puntos básicos en el último mes a 5,23 por ciento, indicando que los operadores esperan que la tasa de referencia aumente un cuarto de punto a 5,25 por ciento hasta julio, dijo el Banco de Chile.

De la Fuente pronóstico que a julio la tasa será de 5,5 por ciento. En una entrevista con Bloomberg, el economista de UBS destacó que la chilena “es una economía que deberá encontrar la forma de enfriar la demanda interna”

El economista del Banco Penta opina que el comunicado del banco está «en línea con la visión de mantención de la TPM por un tiempo prolongado y reafirma que la opción de esperar por una desaceleración de la demanda interna sin una política monetaria más restrictiva es la más favorable  por el momento, considerando las presiones por el lado del tema del déficit de cuenta corriente y eventuales presiones inflacionarias. Lo anterior influenciado por el importante diferencial de tasas de interés respecto al resto del mundo y el efecto que tendría una eventual alza de la TPM sobre el tipo de cambio y los flujos de capitales. A esto se suma que la intervención en el mercado cambiario es altamente probable y tendría un impacto al alza en las tasas de interés de largo plazo reajustables y en pesos por la eventual esterilización».

El comunicado de ayer del banco destaca la mejora de la situación externa, con algún reparo: «En el ámbito externo, las condiciones financieras son más favorables que hace un mes. Sin embargo, los riesgos sobre la situación fiscal y financiera en la Eurozona continúan elevados, y el riesgo fiscal en Estados Unidos, aunque se ha moderado, sigue siendo relevante». Además el Consejo volvió a mencionar la fortaleza del empleo y el dinamismo de la economía doméstica.

«Los indicadores recientes de actividad y demanda han evolucionado en línea con lo anticipado en el último Informe de Política Monetaria. El mercado del trabajo sigue ajustado. La creación de empleo aumentó y los salarios mantuvieron su dinamismo»,  describe el comunicado.

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