El aumento de la tasa para depósitos bancarios de Argentina al nivel más alto en dos años eleva los costos de endeudamiento de las empresas en tanto el banco central retira dólares de la economía al ritmo más veloz en por lo menos una década.
La llamada tasa Badlar, referencia para la deuda de tasa flotante, aumentó a 19,56 por ciento el 18 de octubre, según los datos del banco central dados a conocer ayer. Los bancos subieron la Badlar, la tasa que pagan por los depósitos a 30 días de más de un millón de pesos, más de 4 puntos porcentuales este año conforme el banco central vendía un neto de US$706 millones de dólares en el mercado cambiario, lo que constituye el ritmo anual más veloz según los datos que comenzaron en 2003.
El banco central está utilizando las reservas para financiar importaciones de energía y el gasto de los turistas argentinos en el exterior, quienes utilizan sus tarjetas de crédito a un ritmo sin precedentes para eludir los controles monetarios en el país, mientras que las inversiones extranjeras y las exportaciones resultan insuficientes para reponer las arcas de la institución de préstamo, según el ex presidente del banco central Aldo Pignanelli.
El aumento de las tasas de interés atenta contra los esfuerzos de la presidente Cristina Fernández de Kirchner de reactivar el crecimiento económico a través del gasto de los consumidores antes de las elecciones de mitad de mandato.
“Esto es un reflejo de una demanda insaciable de dólares y la falta de confianza en el peso”, dijo telefónicamente Pignanelli, que ahora dirige la firma de análisis de Buenos Aires Saver Consultores. “Evidentemente, los controles monetarios no están funcionando. La gente encuentra más modos de eludirlos”.
Tarjetas de crédito
El banco central vende más dólares de los que compra por segunda vez en diez años en tanto los argentinos aprovechan las pocas opciones de que todavía disponen para acceder a los dólares al tipo de cambio oficial, que en 5,8582 es casi 70 por ciento más bajo que en el mercado negro, al que recurre la gente cuando no obtiene autorización del gobierno.
El déficit turístico fue de un récord de US$711 millones en los primeros ocho meses del año, según el Instituto Nacional de Estadísticas, llamado Indec. Aunque el gobierno restringió la compra de dólares para ahorro, los argentinos pueden gastar en el exterior con tarjeta de crédito al tipo de cambio oficial más un impuesto reembolsable del 20 por ciento.
La balanza comercial de agosto fue la más baja desde 2007, ya que las importaciones aumentaron un 14 por ciento y las exportaciones no sufrieron cambios, lo que contribuyó a que el banco central vendiera más dólares de los que compró. El déficit energético de Argentina fue de US$5.400 millones en ese mes, según el Indec.
Fernández empezó a restringir la compra de divisas después de su reelección en octubre de 2011 y prohibió la mayoría de las compras en julio del año pasado.
