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JPMorgan Chase en desacuerdo con el FMI en promocionar los bonos de mercados emergentes


JPMorgan Chase, el mayor banco de los Estados Unidos por activos, no ve señales de una burbuja en la deuda de empresas de los mercados emergentes, cuestionando la advertencia del Fondo Monetario Internacional sobre el aumento del riesgo en el mercado de los bonos.

Los bonos vendidos por las compañías de países en desarrollo representan sólo el 3 por ciento del producto interno bruto de esas economías, frente a un 35 por ciento en los Estados Unidos, según Joyce Chang, responsable mundial de investigación del banco con sede central en Nueva York. La mayoría de los prestamistas que venden deuda están calificados con grado de inversión o respaldados por sus gobiernos mientras que los plazos de vencimiento se han extendido, dijo Chang en una entrevista del 2 de mayo.

El FMI advirtió el mes pasado que algunas empresas de mercados emergentes son vulnerables a la fuga de capitales si los costos de endeudamiento siguen subiendo conforme la Reserva Federal retira gradualmente sus políticas monetarias expansionistas. La deuda de empresas de países en desarrollo que sigue Bank of America Corp. aumentó de US$ 411.000 millones a fines de 2009 a US$1,1 billón en tanto las compañías aprovecharon las bajas tasas de interés para captar efectivo.

“Yo cuestionaría algunas de las opiniones de los acreedores oficiales respecto a que la deuda de empresas de mercados emergentes es la próxima burbuja de activos”, dijo en Nueva York Chang, que fue ascendida de responsable de investigación de renta fija el mes pasado durante una reorganización de la dirección de la división de banca mundial. “La calidad crediticia de las emisiones de mercados emergentes es bastante buena”.

El crecimiento de los bonos de mercados emergentes en su mayor parte se ve impulsado por los desequilibrios entre oferta y demanda más que por la especulación, agregó.

Catalizador de la crisis

El aumento de la deuda de países en desarrollo se produjo después que la oferta de productos de renta fija de los mercados maduros se redujo tras la crisis financiera mundial de 2008, según Chang.

Al mismo tiempo, los bancos, los fondos de pensiones y las compañías de seguros deben tener más bonos en su cartera de inversiones como parte de una regulación financiera más estricta, lo que eleva la demanda de títulos de los mercados emergentes, dijo Chang.

“Hay un cambio estructural en el mercado con el desequilibrio entre oferta y demanda, y los mercados emergentes se beneficiaron con la falta de oportunidades de inversiones alternativas”, explicó Chang. “El crecimiento de la emisión obviamente es algo a lo que hay que prestarle atención pero también hay que analizar si la emisión es de deuda de corto plazo para refinanciación. La emisión de los mercados emergentes tiene los plazos más largos dentro de la renta fija y estos mercados no se enfrentan a una muralla de vencimientos”.

El FMI dijo el 9 de abril en un informe que los bonos de empresas de países en desarrollo son vulnerables en un entorno de aumento de las tasas de interés y perspectivas de desaceleración del crecimiento. Alrededor de US$740.000 millones, o el 35 por ciento de la deuda pendiente de mercados emergentes, podrían correr riesgo de impago en una situación hipotética de 25 por ciento de aumento de los costos de endeudamiento y 25 por ciento de caída de las utilidades empresariales, según el fondo con sede en Washington.

El Índice EMBI Broad Diversified de JPMorgan rindió 3,7 por ciento este año hasta el 1º de mayo. El parámetro cayó 0,6 por ciento el año pasado, primera baja anual desde 2008.

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