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Opinión: Una Reforma Tributaria que nos hace daño a todos


En los últimos días hemos visto varias señales que nos muestran que la reforma tributaria propuesta por el gobierno ha ido cayendo en popularidad sostenidamente, esto se puede atribuir a varias causas, por ahora podemos afirmar que no sabemos cómo estos US$ 8.200 millones se van a utilizar, sólo tenemos claro que se pretende obtener gratuidad universal, eliminación a copago y otras medidas que no van a solucionar el verdadero problema de fondo: cómo mejorar la calidad de la educación en Chile y entregar mejores oportunidades para todos. Este es un tema que debemos destacar, porque cualquier cambio tributario debe ser un medio para obtener un objetivo y no un fin en sí mismo.

Respecto a la discusión que se ha generado en torno al proyecto, preocupa el ambiente actual del país, frases desafortunadas del ministro Arenas como “el gobierno informa, otros desinforman”, un video que incentiva las odiosidades y que pareciera apoyar la creación de un ambiente polarizado, sesentero y de resentimiento, donde se sigue desacreditando a los empresarios, que legítimamente emprenden, pero que varios sectores del país insisten en presentarlos ante la opinión pública como personas impopulares, todos bajo un mismo eslogan: “No más abusos”.

Debemos tener presente que los emprendedores son el motor del desarrollo del país, entre ellos se encuentran miles de personas que se esfuerzan en un entorno cada vez más difícil, muchos de ellos asumiendo deudas, con riesgos de quiebras, hipotecando sus bienes y nuestro país parece ir esforzándose cada vez más en ponerles trabas, incertidumbres en el camino y seguir demonizándolos ante la opinión pública. Es evidente que cualquier país que quiera alcanzar el desarrollo requiere emprendedores y no seguir generando un ambiente de violencia en torno a ellos.

Adicionalmente a este ambiente enrarecido, hemos visto un intento de varias autoridades de gobierno de aparecer dialogando con distintos sectores, en especial ante las innumerables señales de alertan sobre el impacto que esta reforma tributaria tendría sobre la clase media, pero, en los hechos, hemos comprobado en la Cámara de Diputados el funcionamiento de la primera etapa del trabajo de la retroexcavadora, que en conjunto con la aplanadora, hicieron caso omiso de todos los llamados que distintos sectores de la sociedad hemos hecho sobre el daño que esta reforma en la forma y en el fondo le generaría al país. Observamos, en la Cámara de Diputados, que una amplia mayoría de la oposición, con su voto de rechazo, no se quiere hacer cómplice de los efectos negativos que tendría esta iniciativa.

Por el bien de todos, esperemos que en el Senado prime la cordura, se genere un ambiente de diálogo real y que se abran los distintos sectores a entender que lo que buscamos no es impedir una reforma como tal, sino elevar el nivel de un debate que se está dando en un ambiente enrarecido y que, tal como van las cosas, nos está haciendo daño a todos.

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