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Opinión: El factor Jorrat en el SII


Resulta extraño que el Ejecutivo no confirme todavía a Michel Jorratt como Director Nacional del Servicio de Impuestos Internos, especialmente por lo que ha demostrado en el poco tiempo que lleva en el puesto.

No es fácil hacerse cargo de la implementación de una reforma tributaria que fue y que sigue siendo muy cuestionada. Menos hacerlo de la forma que se ha hecho, y en el marco además de una investigación que tiene al SII como eje.

Sortear las presiones políticas, privilegiando la cordura y lo técnico, es difícil. Más cuando los medios de comunicación informan todos los días que los dirigentes del principal partido de la oposición se encuentran involucrados como autores o copartícipes de un ilícito penal.

Colocar paños fríos y otorgar garantía de imparcialidad, en orden a que no puede haber delito de quien no tiene la calidad de contribuyente, no es menor. La tentación de intervenir el órgano fiscalizador y utilizarlo para botar competidores es grande, sobre todo cuando se sabe que la investigación se hace con las cámaras encima. 

Jorratt da esas garantías. Al menos así lo parece. No se ha dejado influir. Ha actuado con mesura. Le otorgó la competencia requerida al fiscal, para que hiciera su investigación. Sin embargo, pudiendo, no se ha querellado en todos los casos. No lo ha hecho porque tenga miedo o considere que existen ciertos actores que son intocables.

Ha procedido así, simplemente porque sabe, como técnico que es, que los delitos tributarios los cometen los contribuyentes que obran dolosamente, y quienes los ayudan cuando proceden del mismo modo.

Pero no sólo ha sido capaz de hacerse cargo de este verdadero huracán, poniendo lo técnico por sobre lo político, además ha respondido y dado la cara por hechos que no son atribuibles a su dirección. No fue él quien decidió no darle competencia al fiscal.

No fue tampoco bajo su administración que se incorporó al fiscalizador que inventó la triqueñuela del FUT. Por el contrario, reestructuró la función de control, y reincorporó a los funcionarios que fueron injustamente maltratados en la administración anterior. 

Sin embargo, lo que resulta aún más confortante es la forma en que él y su equipo han enfrentado la implementación de la Reforma Tributaria (RT). Se nota que la pelota ahora la tiene el SII. De hecho, desde que ese organismo se hizo cargo, se nota un cambio. En la página web se abrió un icono especialmente dedicado a la RT.

Se han dictado oportunamente todas las Circulares, y la interpretación que se ha hecho, en vez de ser recursista, ha sido esencialmente objetiva. Eso se nota y se agradece. Como ejemplo puedo señalar el artículo 14 ter, que por la forma en que estaba redactado dejaba fuera del crédito SENCE a las empresas acogidas a él.

Sin embargo, la autoridad administrativa, apelando a la lógica del sistema, consideró que este beneficio no se perdía, cuestión no menor, considerando la cobertura proyectada de este régimen. Lo mismo hizo respecto del artículo tercero transitorio. Lo interpretó de una forma amigable, pudiendo hacerlo más gravoso. 

Además y como si todo lo dicho fuera poco, junto con la Subsecretaría de Hacienda, se alió al Colegio de Contadores para aterrizar los cambios en cursos que fueron especialmente diseñados para los profesionales de la contabilidad. Todos gratuitos, masivos, de acceso democrático y realizados en todo el país. Un logro absoluta y completamente relevante. 

Por todo lo anterior, independientemente de mi opinión crítica a la RT, creo de justicia reconocer la gestión del Director y de su equipo, y llamar la atención respecto de por qué todavía no se le ha nombrado formalmente.

Christián Aste 
Abogado 
Presidente de la Comisión Tributaria 

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