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Opinión: La feria que Chilecompra no licita


El mayor problema que enfrentan las empresas que quieren venderle al Estado, es precisamente no saber ni poder llegar a cada una de las cuatro mil quinientas unidades de compras, distribuidas en las 15 regiones de nuestro país, las cuales cada día publican en promedio mil licitaciones.

Estructuralmente, las Pymes son las más afectadas con esta situación, está de más explicar los motivos. Es en este contexto que desde hace unos 8 años se viene desarrollando en la Estación Mapocho la denominada “Feria de Chilecompra/Femer”, el objetivo de este encuentro es precisamente dar a conocer los productos y/o servicios que las distintas empresas esperan venderle al sector público.

Bien vale la pena exponer algunos puntos referentes a este encuentro público/privado que cada año reúne a unos 12 mil funcionarios públicos que concurren a conocer las novedades del mundo privado.

De acuerdo a información extraída desde la propia empresa que organiza este evento, cada año concurren a exponer unas 300 empresas entre Pymes y grandes empresas. El valor de lo que se recauda por concepto de pago de espacios, que son cobrados a cada una de estos expositores, superan los 600 millones de pesos en una actividad que dura 2 días. Cada empresa debe pagar entre $350 mil y $14 millones por cada espacio.

Como referencia, arrendar la estación Mapocho más las salas de reuniones tiene un costo cercano a los $10,5 millones diarios, es decir; el costo total por arrendar 2 días de feria más los días para armar y desarmar toda la producción, tiene un costo aproximado de $25 millones.

El factor sorpresa de todo esto es que Chilecompra no licita esta feria. De acuerdo a antecedentes señalados por la propia institución, existe una “especie” de asociación estratégica mediante la cual la Dirección de Compras, a cambio de no gastar ni un peso, obtiene el beneficio de coorganizar una feria para promover a los distintos y potenciales proveedores del Estado.

Una feria que se convoca con la imagen institucional de Chilecompra, que invita tanto a proveedores como a compradores a través de e-mails institucionales a participar de dicha actividad, claramente está más cerca de la modalidad de una concesión que de cualquier otra figura que justifique el traspaso de manera privilegiada de un negocio a un privado.

Actualmente, en el mercado nacional, deben existir a lo menos 100 empresas capaces de organizar el mismo evento que la empresa beneficiada organiza cada año. La pregunta es: ¿por qué Chilecompra no licita los servicios para organizar esta feria.

La simple lógica indica que cualquier empresa dedicada a producir ferias, estaría interesada en tener la misma oportunidad que tiene la actual empresa que organiza este evento. Es más, al abrir la competencia, se generaría un tremendo incentivo por producir actividades más creativas y con mayor inclusión social, tal cual hoy día lo promueve la propia Dirección de Compras.

No se trata de mirar bajo el agua o buscarle la “quinta pata al gato”. El tema de fondo es por qué la institucionalidad encargada de velar tanto por compras públicas transparentes como garantizar los principios de Igualdad y Libre Concurrencia de los oferentes, aplica de manera discrecional el criterio de licitar o no un servicio sin garantizar la igualdad de oportunidades a las demás empresas de este rubro. “Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.

Entre otras, son funciones de Chilecompra, (artículo Nº 80 letra g) “… la labor de difusión hacia los proveedores actuales y potenciales de la Administración, de las normativas, procedimientos y tecnologías utilizadas por ésta”.

Las empresas que activamente participan en licitaciones cada año son unas 120 mil. Chilecompra debe ocuparse por promover la participación y de conectar con el mundo público a la gran mayoría de estos oferentes, no garantizarle el negocio a una productora en particular donde participan menos del 0,3% del total de empresas que ofertan. Para qué hablar de las regiones y su postergada participación.

De manera reiterada, Chilecompra difunde los beneficios del proceso de licitación pública y recalca la excepcionalidad de comprar vía trato directo, sin embargo, en el diseño de esta feria se establece un mecanismo que no calza con nada de lo establecido, argumentado de manera rebuscada una figura que en lo concreto sólo logra beneficiar a una empresa en particular, desincentivar la competencia y favorecer el amiguismo.

Miguel Caniuqueo
Fundador de Compraspublicas.cl

***La organizacion del evento respondió a esta columna. Puede verla aquí

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