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Beltrán Urenda Salamanca sobre su hermano Gabriel: «Mi padre en vida le hizo varios rescates económicos» MERCADOS

Beltrán Urenda Salamanca sobre su hermano Gabriel: «Mi padre en vida le hizo varios rescates económicos»

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El miércoles, y ante la molestia de varios de los afectados, Gabriel Urenda dejó Capitán Yáber para cumplir arresto domiciliario, luego de ser imputado como partícipe de un esquema de apropiación indebida y estafa. Los abogados de una de las demandantes, Panor, señalaron que pedirán a la Corte que retrotraiga la decisión y que es clave el hecho de que se reconocieron los delitos. Recordaron que la defraudación alcanza a los $12 mil millones y que «no han devuelto ni un solo peso».


Esposado, con el chaleco amarillo característico de las personas formalizadas y un rostro evidentemente cansado, el fundador de la firma de inversiones Intervalores, Gabriel Urenda, se ubicó en el sitial de los acusados para solicitar que se revisarán las medidas cautelares que había en su contra, tras ser formalizado por estafa y apropiación indebida por el fiscal Felipe Sepúlveda.

Tras un intento fallido en noviembre del 2018, la Corte revirtió la prisión preventiva en su contra y el menor de los herederos del clan del empresario y exsenador UDI, Beltrán Urenda Zegers, pasó a cumplir arresto domiciliario. Una decisión que irritó a las víctimas de la estafa de Intervalores y que la Fiscalía busca probar.

Se trata de la malversación de alrededor de $12 mil  millones, de los cuales la abogada querellante de la empresa extranjera Panor, Francisca Franzani, aseguró que «no se ha devuelto ni un peso», añadiendo que el tribunal tuvo por acreditados los delitos y que pedirán a la Corte que se revierta la decisión, para que Urenda y el otro responsable de la estafa, el exgerente general de la firma, Sebastián González, vuelvan a la cárcel.

El no tener un afán reparatorio es lo que más ha molestado a los afectados. «Todas las declaraciones que están en la Fiscalía son incongruentes entre una y otra y no hablan de colaboración alguna», destacó Franzani.

[cita tipo=»destaque»]Todos los querellantes siguen solicitando diligencias en ese sentido. Rodrigo Ávila, abogado de Ortiz & Compañía, explicó que “estamos trabajado en diversas líneas de acción para recuperar los dineros que nos fueron defraudados por Intervalores. Una de ellas es que estamos averiguando qué pasó con los activos de Gabriel Urenda, ya que de un momento a otro aparece sin bienes importantes y eso genera la duda de si los traspasos de bienes son o no simulados. Ampliaremos la investigación lo que sea necesario para descubrirlo y, en la medida que los hermanos aparezcan en la suscripción de contratos, también serán investigados”.[/cita]

En ese contexto, entre los abogados de las víctimas –divididos en varias representaciones, por haberse registrado hechos en Santiago y otras ciudades– quieren que se indague en qué dilapidó su fortuna Gabriel Urenda y por qué razón aceptó vender sus derechos de herencia, tras el fallecimiento del patriarca del clan, en cerca de $3 mil millones, siendo que las participaciones accionarias que heredó y otros bienes costarían hoy cerca de US$400 millones.

El testamento de su padre, que además enfrentó a parte de los hermanos en tribunales, estableció que sus hijos se ayudaran mutuamente, algo que hasta ahora no se ha cumplido, de acuerdo a las declaraciones de su hermano mayor, Beltrán Urenda Zegers. De hecho, el 7 de mayo el fiscal Sepúlveda escuchó su versión y lo primero que hizo fue aclarar que no existen vínculos de la familia, controladora del Grupo de Empresas Navieras, con el menor del clan y dueño de Intervalores.

«Quiero aclarar que los negocios de la familia Urenda se componen en general de dos clases de actividades, la primera el estudio de abogados que fundó mi abuelo y que luego de la muerte de mi padre continuamos únicamente los abogados de la familia, esto es José Manuel, que es el cuarto, y yo. Además, existe un holding de empresas denominado GEN, que tiene numerosas empresas como Agunsa, CCNI y portuaria Cabo Froward, todas relacionadas con el giro naviero. Estas empresas fueron adquiridas en relación a la gestión y capitales de mi padre, hermano José Manuel y yo, más otros socios de la oficina. Nosotros somos dueños únicamente del 24% del holding, mis otros seis hermanos, incluido Gabriel, solamente fueron dueños de las acciones del holding en razón a lo que recibieron como herencia de mi padre y un porcentaje mejor a título personal», explicó.

Tras ello, relató lo que hoy preocupa a los querellantes, la venta, bajo el valor mercado, de los bienes heredados por Gabriel Urenda.

El mayor del clan detalló que en octubre de 2016, el dueño de Intervalores cedió todos su derechos de herencia, excepto los de un terreno en Olmué. El «bien más valioso» –agregó– eran las acciones «que se cedieron a la Sociedad Nacional de Valores, en la cual únicamente mi hermano José Manuel es un socio minoritario».

El fundador de Intervalores vendió –según la misma declaración– todo el paquete en poco menos de $2 mil millones, que correspondía también a los derechos de herencia de su madre. «Yo creo que se le pagó un precio conveniente para él», sostuvo.

«Por otro lado, enajenó también a través de traspasos sus acciones en Inversiones Tongoy S.A. y Los Ceibos S.A. a esta misma empresa, ignoro los precios de los traspasos de las acciones. Todo lo cual me hace sostener que desde octubre de 2016 Gabriel Urenda no tiene acciones ni en inversiones Tongoy, ni en Los Ceibos, ni en la sociedad María de Elena Inversiones, que son las empresas propietarias de GEN», declaró.

El contexto, dijo, era que en esa fecha no estaba realizada la partición de la herencia pero que su hermano menor estaba «muy apurado» de plata. Algo que se repitió en 2017, cuando en abril todos los hermanos –excepto María Elena– le compraron los derechos de un fundo en Olmué en $ 650 millones.

De acuerdo a los antecedentes, Gabriel Urenda dispuso prácticamente de todo su patrimonio hereditario en no más de seis meses. «No tengo conocimiento qué hizo con ese dinero. En conversaciones familiares se decía que con ese dinero iba a arreglar sus problemas financieros», agregó el mayor del clan.

También detalló que de los bienes familiares quedan «algunos bienes menores», que están reservados para costear el remanente del pago del impuesto a la herencia en Tribunal Tributario y Aduanero de Valparaíso.

«Nosotros no hemos sido parte de los negocios de Gabriel, mi padre en vida le hizo varios rescates económicos, dado que tuvo situaciones de crisis. No tenemos mayor conocimiento de cuáles son los negocios que hacía, entendiendo que se dedicaba a los cambios y que tenía una acción en la Bolsa de Valparaíso», manifestó Beltrán Urenda Salamanca, dejando en evidencia el quiebre familiar.

De paso, recordó que «en la escritura de cesión de derechos hereditarios se hace mención a una transacción, esto debido a que al poco tiempo del fallecimiento de mi padre, mis hermanas María Carolina y María Elena nos demandaron a mi hermano José Manuel y a mí y arribamos a una transacción, a la que hace alusión la escritura pública», explicó al rememorar la rencilla interna en el clan.

El abogado de otro grupo de víctimas, Angel Valencia, explicó que de todas formas, el destino final de los dineros y la relación de Gabriel Urenda con el patrimonio y empresas familiares continúa investigándose. Estando pendiente dilucidar la composición de las empresas del clan familiar y la declaración del resto de los hermanos Urenda-Salamanca sobre estos hechos.

Todos los querellantes siguen solicitando diligencias en ese sentido. Rodrigo Ávila, abogado de Ortiz & Compañía, explicó que “estamos trabajado en diversas líneas de acción para recuperar los dineros que nos fueron defraudados por Intervalores. Una de ellas es que estamos averiguando qué pasó con los activos de Gabriel Urenda, ya que de un momento a otro aparece sin bienes importantes y eso genera la duda de si los traspasos de bienes son o no simulados. Ampliaremos la investigación lo que sea necesario para descubrirlo y, en la medida que los hermanos aparezcan en la suscripción de contratos, también serán investigados”.

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