La formación de Grecia está compuesta por futbolistas que viven en un estado de convulsión permanente, donde recién hace unos días se definió políticamente el destino de la nación que hace mucho rato está en manos de los tecnócratas de Bruselas.
Alemania y Grecia saltarán a la cancha hoy en un partido de cuartos de final de la Eurocopa cuya atención y tensión va mucho más allá del netamente futbolístico.
Si bien en lo deportivo se juegan el paso a instancias decisivas, con una Alemania invicta y perfilada como una de las selecciones favoritas, lo extra deportivo no deja de llamar la atención.
Una de las formaciones clama contra las medidas impuestas por Europa para tratar de rescatar su economía. La otra es la de los responsables de impulsar esas medidas.
Una de las formaciones pertenece a un país pujante, poderoso, rico y que arrastra el carro de Europa. La otra es de un país estancado, debilitado, pobre y que es un lastre en el carro de Europa.
Por eso, lo que la moneda unió hoy el fútbol lo separa. El duelo va más allá de una competencia deportiva. Es una lucha entre un pequeño y anémico David contra un poderoso y fuerte Goliat, donde este último tiene todas las ventajas aunque en el fútbol nada es definitivo hasta que suena el silbato.
La formación de Grecia está compuesta por futbolistas que viven en un estado de convulsión permanente, donde recién hace unos días se definió políticamente el destino de la nación que hace mucho rato está en manos de los tecnócratas de Bruselas.
La oncena titular helena ha visto cómo el país ha experimentado bajadas de sueldo a funcionarios y empleados públicos, aumento de impuestos, altas cifras de desempleo, el aumento de personas sin recursos en el país, políticas económicas enfocadas a devolver la gran suma de dinero prestada por Europa, reducciones del gasto público y fuertes planes de austeridad… avalados por Alemania.
El alemán medio cuestiona por qué tienen que subsidiar a los Griegos. El salario medio de los empleados de los ferrocarriles públicos griegos supera los 66.000 euros al año. Y esto incluye a limpiadores y otros trabajadores de baja calificación. El metro de Atenas recauda unos 90 millones de euros en tickets cada doce meses, mientras que el costo total de esta empresa pública es superior a los 500 millones anuales. Unos 600 tipos de profesionales helenos pueden jubilarse entre los 50 y los 55 años. Peluqueras, camareros, músicos o masajistas están entre estos oficios considerados como de alto riesgo para la salud.
Por eso este 22 de junio en la cancha se enfrentarán mucho más que dos selecciones. Estará en juego mucho más que el paso a una instancia superior. Los alemanes tratarán de imponer su juego y sus reglas, usando todo su poderío y empuje tal cual lo hacen en Europa.
Por otra parte los griegos jugarán de chico a grande, con el orgullo en la delantera y las ganas de dar una alegría a su golpeado país. Y, por qué no, con sed de venganza extra deportiva buscando una victoria que devuelva la moral a sus ciudadanos.
