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El fracaso de HidroAysén es una oportunidad para la Generación Distribuida


Con la decisión del Gobierno de rechazar el proyecto de HidroAysén tal como fue presentado, la primera interrogante que se levanta es de dónde va a salir toda esa energía que el país requiere. Algunas voces a favor del proyecto han señalado que no quedará más que aprobar centrales termoeléctricas que cubran esa necesidad urgente. Sin embargo, creemos que hoy las condiciones están configuradas de tal manera que se hace factible el desarrollo de fuentes alternativas de energía, como son las ERNC, más que centrales contaminantes. Algo muy diferente a lo que ocurrió durante la primera administración de Michelle Bachelet, período en el cual se inauguraron varias de esas centrales sobre las cuales el Gobierno ha anunciado un impuesto verde que hará más difícil su desarrollo.

Por otra parte, hoy Chile cuenta con condiciones cada vez más favorables para el desarrollo de la energías limpias, como es la Fotovoltaica, en términos de precio por ejemplo. Sin contar que nuestro país es uno de los que tiene la mejor radiación a nivel mundial, lo que hace que la solar sea una alternativa energética a tomar en cuenta para implementar en nuestro país políticas y normativas claras para su desarrollo.

En este tema, las autoridades deben considerar no sólo la inauguración de grandes plantas solares sobre las que cada vez tenemos más noticias. También deben ocuparse del desarrollo de los miles de pequeños potenciales generadores que podrían llegar a resolver nuestro problema energético, como lo han hecho en todos los Estados que se han tomado en serio la generación distribuida, como son Alemania y California, que llevan el liderazgo en lo que es desarrollo solar, el cual se ha basado principalmente en las pequeñas instalaciones.

Para ello, es necesario que sea apoyada con urgencia la implementación de un netmetering, para que la ley de generación distribuida, que muy pronto estará vigente con la aprobación de su Reglamento, incentive la instalación de sistemas fotovoltaicos en residencias, pequeñas industrias y establecimientos comerciales. Ello permitirá el desarrollo de energía limpia, eficiente, gratuita y segura.

Además, se trata de una política que requiere un corto plazo de implementación y que no considera ningún tipo de costos para el Estado ni el Medioambiente. A pesar de todas estas ventajas que saltan a la vista y que son incuestionables, quienes promovemos su desarrollo debemos aprovechar instancias noticiosas, como es el fracaso de HidroAysén, para hacerlas frente a las autoridades y la opinión pública.

VERÓNICA MUNITA BENNETT
Gerente
Asociación Chilena de Energía Solar

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