Hay quienes han puesto todo su capital político en el proyecto de Reforma Tributaria y no son precisamente sólo los senadores de la Nueva Mayoría, como Ricardo Lagos Webber (PPD), Andrés Zaldívar (DC) y Carlos Montes (PS), sino también José García Ruminot (RN) y Juan Antonio Coloma (UDI). No es menor el esfuerzo hecho por los parlamentarios de derecha, quienes avalaron una iniciativa que seguramente nunca imaginaron que firmarían.
A horas de comenzar la votación en particular en la Comisión de Hacienda del Senado, diputados de Renovación Nacional, como José Manuel Edwards y Alejandro Santana, expresaron sus dudas sobre la conveniencia de una Reforma Tributaria y sobre todo de este tenor, que implica un aumento de impuestos en torno a 3,0% del PIB.
Algunos vieron en estas escaramuzas la última intentona del equipo del ex Presidente Sebastián Piñera por ensuciar el acuerdo en torno al cambio impositivo, sin embargo, el senador García Ruminot señaló: “No me consta nada de eso. Son diputados que manifiestan su aprensión de que podría ser inconveniente llevar a cabo una Reforma Tributaria en momentos de desaceleración económica”.
García continúa con su argumentación y nada en él devela que esté defendiendo un proyecto que le incomode. “La idea de legislar ya se votó. En la Cámara de Diputados, los parlamentarios de RN votaron en contra. Pero ahora ellos tendrán que votar un proyecto que fue modificado por el Senado y que apunta a incentivar el ahorro y la inversión, a mejorar el desarrollo de las Pymes, a regular las nuevas atribuciones del Servicio de Impuestos Internos y que protege el patrimonio familiar. Terminamos alivianando la carga tributaria respecto del proyecto original. Yo confío que los diputados van a analizar y estudiar los nuevos planteamientos”.
Nuevos planteamientos que los más afortunados tendrán 72 horas para revisar y que están plasmados en más de 200 indicaciones que serán votadas en particular a partir de hoy martes por la Comisión del Senado. La sesión se inicia a las 10 de la mañana y se extiende gran parte del día.
Durante el lunes, los expertos más serios pedían, al menos, una semana para comprender medianamente bien el proyecto de más de 230 páginas y poder dar una opinión más fundada.
A lo largo del día comenzaron a surgir voces de reclamo por lo corto del tiempo para analizar la redacción del proyecto de ley, puesto que una cosa fue la negociación conceptual durante el último mes con técnicos de todos los sectores y otra es cómo se plasma en la ley la idea acordada. “Los senadores no votan sobre la base de intenciones, votan sobre la base de una redacción determinada que busca ser ley”, dijo un abogado de derecha.
El periodista Daniel Matamala, de CNN Chile, twitteó ayer: “Después de tanta crítica a trámite de la Reforma Tributaria en la Cámara, en el Senado será mucho peor. Senadores votarán a ciegas o recibiendo instrucciones”.
Esa imagen –la de unos mandados– es lo que los senadores de la Comisión de Hacienda trataron de evitar a toda costa, durante el proceso de casi 100 audiencias que tuvieron en junio. Sin embargo, por mucho que se empeñen, comienza esa incómoda sensación de que están votando haciendo fe ciega de que lo obrado por Hacienda está correcto.
El argumento de peso es que hay que terminar con la incertidumbre que genera la Reforma Tributaria y, entre más pronto se resuelva, mejor. A este planteamiento se suma el hecho de que los técnicos de los senadores están desde el sábado revisando cada una de las indicaciones. El tiempo dirá si esos técnicos dieron el ancho y los que están fuera del círculo de hierro son unos alharacos.
