Publicidad

El retorno del rey de los bonos


Bill Gross ha conseguido enderezar el curso del mayor fondo de bonos del mundo.

En los primeros seis meses del año, el fondo insignia de bonos de Pacific Investment Management Co. no sólo ha recuperado los US$4.970 millones que perdió en todo 2011 sino que también ha ganado un poco.

Pimco Total Return Fund, de US$260.900 millones, captó US$1.360 millones en efectivo durante junio, con lo que llegó a US$5.900 millones hasta el 30 de junio último, de acuerdo con datos de Morningstar Inc., firma de seguimiento de fondos.

Los ingresos más que compensan el efectivo neto que los inversionistas habían retirado del fondo el año pasado, cuando Gross salió mal librado de apuestas que hizo a destiempo sobre los bonos del Tesoro. Se trató del primer año calendario en el que el fondo registró retiros desde su creación en 1987.

En otra señal de recuperación para Gross, fundador y codirector de inversión de Pimco, el fondo ha sido una de las estrellas en su sector, luego de que el gestor de fondos se comprometiera a finales del año pasado a mejorar el desempeño.

El fondo registró una rentabilidad de 5,75% hasta el viernes 29 de junio, superando el 2,37% del Barclays Capital U.S. Aggregate Bond Index, según datos de Morningstar. El fondo ha superado a 96% de sus rivales en lo que va del año, en un cambio drástico en relación con el año pasado, cuando su rentabilidad de 4,16% lo colocó detrás de casi 90% de sus pares y estaba por debajo del 7,84% del punto de referencia en términos de rentabilidad.

En los últimos tres meses, hasta finales de junio, el fondo ha tenido retornos de 2,64%, en comparación con la rentabilidad de referencia de 1,84%. En los últimos 15 años, el fondo ha tenido una rentabilidad de 7,39%, frente al 6,26% de referencia.

Este año, el portafolio de Gross se ha concentrado en activos estadounidenses de alta calidad, liderado por títulos respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro. Su estrategia de ir a lo seguro refleja las preocupaciones de la compañía sobre la crisis de la deuda en la zona euro, que ha ensombrecido el panorama económico mundial.

El repliegue de los inversionistas hacia la seguridad de los bonos del Tesoro había enviado los precios de estos al alza y empujó sus rendimientos a los mínimos históricos. El rendimiento del bono de referencia a 10 años cayó a su mínimo histórico de 1,437% el 1 de junio y el lunes hacia el final de la jornada se comerciaba a 1,582%.

Gross impulsó las tenencias de bonos del Tesoro a 35% en mayo, frente a 31% en abril, el primer incremento en cuatro meses, según los últimos datos del sitio web de la compañía. Los títulos respaldados por hipotecas (MBS, por sus siglas en inglés), la mayor categoría del fondo, representaba 52% de las tenencias, frente al 53% en abril.

En conjunto, los MBS y los fondos del Tesoro, representan 87% del fondo, lo que refleja la creencia de Gross en que habrá más estímulo de la Fed, probablemente un nuevo programa de compra de bonos, que podría impulsar los precios.

El banco central decidió a finales de junio extender su programa de estímulo, conocido como «Operation Twist», a través del cual ha vendido notas con vencimiento cercano para comprar bonos de más largo plazo, hasta finales de este año. La Fed dijo en el comunicado que acompañó su reunión de política monetaria de finales de junio que está dispuesta a tomar nuevas medidas si la economía se muestra titubeante.

Aunque las posiciones podrían resultar perjudiciales si no hay nuevos estímulos de parte de la Fed, o si la situación de la zona euro mejora, a Gross le ha ido bien en lo que va de este año, en medio de las incertidumbres en la zona de la moneda común europea y la perspectiva de crecimiento de EE.UU.

En su perspectiva de inversión para junio, Gross reconoció el riesgo a la baja en la tenencia de bonos del Tesoro, en especial en estos bajos niveles de rendimiento. Gross dijo que los bonos del Tesoro siguen siendo «la más limpia de las camisas sucias». Sin embargo, advierte que el resplandor de este refugio primario del mercado podría ser oscurecido por la perspectiva fiscal de EE.UU. si los líderes no tienen un plan a largo plazo creíble para hacer frente al déficit.

Publicidad

Tendencias