Al analizar las herramientas con las que contarían los países para enfrentar las crisis, el presidente del Banco Central de Chile, Rodrigo Vergara, abogó por una coordinación más integrada y un aumento en el intercambio de información de manera más expedita entre los institutos emisores y reguladores, a través de las fronteras, como una herramienta eficaz para evitar los efectos de las coyunturas, como la que atraviesa actualmente el mundo.
En el marco de su presentación en la conferencia por el sexagésimo aniversario del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), el personero afirmó que si bien el incremento en los flujos financieros internacionales “puede ser visto como una tendencia positiva”, esto implica una mayor injerencia de los reguladores -bancos centrales incluidos- en la supervisión de dichas operaciones, en particular en tiempos de estrés.
Para el titular del ente emisor chileno, algunas iniciativas multilaterales se pueden convertir en “instrumentos menos costosos para enfrentar las crisis de liquidez”.
Sin embargo, aún quedan algunos desafíos sin resolver, en particular en términos de coordinación entre país emisor y receptor, y la aplicación coherente de “políticas macroprudenciales domésticas”, explicó Vergara.
Según el presidente del instituto emisor, la globalización del sector financiero -caracterizada por una interconectividad más compleja, exposición potencial de mercados locales a entidades que se manejan a nivel global y generación de verdaderos polos de exportación financiera- no ha llegado sin problemas. Éstos se remitirían a tres áreas principales: problemas de información, diferencias regulatorias y riesgos de liquidez monetaria.
Salvaguardas del sistema
Además de las posibles coordinaciones entre reguladores y bancos centrales, los llamados colegios de supervisores -entidades de coordinación bilateral- serían para el presidente del Banco Central de Chile “una importante iniciativa para cumplir el propósito” de mejorar la vigilancia del mercado financiero internacional.
Aún así, Vergara hizo la salvedad de que estos colegios de supervisores no son un sustituto para “iniciativas más amplias, ya sean bilaterales o multilaterales, para la coordinación de los reguladores, ni debiese minar la supervigilancia nacional”.
Por otra parte, para la autoridad instrumentos como líneas flexibles de crédito o swaps serían alternativas para enfrentar crisis de liquidez o de balanza de pagos.
