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[Opinión] David contra Goliat y el sistema: del viejo hincha al nuevo cliente del fútbol

[Opinión] David contra Goliat y el sistema: del viejo hincha al nuevo cliente del fútbol

Pizarro se quedó en Wanderers, pero la queja de su conciencia activó el cuestionamiento a un medio que, dentro de su lógica empresarial, desprecia los hinchas y privilegia a los abonados…


La permanencia de David Pizarro, forzada por las circunstancias contractuales y el cierre del mercado europeo de pases, desentraña la vieja fábula del jugador que conserva la mística del barrio e inconscientemente choca contra el muro de la realidad del sistema empresarial del f{utbol actual.

Antes de reconciliar su posición con Wanderers para cumplir el contrato hasta enero, el volante que se consagró en Italia, dejó fluir sus sensaciones sin filtro y trazó una descarnada radiografía de lo que hoy sucede en el fútbol criollo, cuyo falso desarrollo está maquillado por la maquinaria gananciosa del Canal del Fútbol y una Selección nacional que genera millones de dólares en auspicios. Mientras los dirigentes de turno se reparten dividendos sin moverse de su silla ni generar proyectos deportivos importantes, el torneo nacional vegeta en medio de una mediocridad compleja de disfrazar frente a los parámetros de las copas internacionales.

“Soy porteño y amo a mi ciudad, pero actualmente a los clubes no les importa la gente, sólo la televisión”, expresó Pizarro a un medio italiano, desatando una crisis que el club porteño resolvió obligándole a cumplir su millonario contrato.

También fue tajante para calificar la despiadada forma de extinguir a los tradicionales asistentes a los estadios. “No estoy de acuerdo que los hinchas sean tratados como clientes”, consciente de que hoy para los clubes los hinchas representan una molestia y un costo agregado, de acuerdo a los normas de seguridad que le impone el Gobierno.

Entre la exaltación de los barristas, aprovechando la existencia de un lumpen siempre dispuesto a generar “recursos” promoviendo incidentes en un estadio o en una manifestación pública, y el desalojo de la familia como expresión básica del hincha tradicional, el fútbol entregó el producto a la TV y definitivamente desterró de sus intereses la expresión social y deportiva del espectáculo.

En rigor, el Fantasista sólo puso el dilema en el debate y el propio sistema regente lo aplastó con aquella lógica rudimentaria de ciertos medios: “Sin la plata del CDF Wanderers jamás tendría los medios para pagar su sueldo”.

Sin embargo, en una época donde la Selección conquista la cima de América por primera vez en su historia y el discurso del técnico de turno sublima los valores “del amateurismo y el amor la insignia”, la conciencia de Pizarro nos recuerda porfiadamente que –en nuestro medio- sigue vigente la clásica lucha de David contra Goliat y el sistema…

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