¿Qué pasa con Eduardo Vargas?
El goleador de la Copa América sigue sin equipo y ahora también sin su pareja, que lo dejó acusándolo de mentiroso. Por su bien y por el de la Roja, urge que el oriundo de Renca enriele cuanto antes su futuro, que podría estar en Turquía.
Su rapidez en la cancha no es igual a la que despliega fuera de ella.
A lo largo de su carrera Eduardo Vargas ha demostrado no ser un futbolista de éxito rápido.
En Universidad de Chile le tomó un año agarrar confianza y rendir en plenitud hasta titularse campeón de la Copa Sudamericana. En el Nápoli simplemente no rindió, ni tampoco en el Queens Park Rangers. Su breve felicidad goleadora en el Gremio de Porto Alegre y su moderado rendimiento en el Valencia español matizan una trayectoria elocuente en cuanto a su lenta y paulatina inserción en grupos nuevos.
En este aspecto, “Edu” está en las antípodas de Alexis Sánchez, Arturo Vidal o Jorge Valdivia. Tipos que pueden llegar a cualquier equipo y deslumbrar de inmediato, sin que conozcan bien a sus compañeros o dominen el idioma predominante.
Lo suyo es más parecido al “Mati” Fernández, también necesitado de buenos ambientes y acogedoras recepciones para exhibirse en plenitud.
Lo malo de todo esto es que Vargas es hoy imprescindible en la selección nacional. Por ahora es el único de los elegidos por Jorge Sampaoli que garantiza goles. Restan dos meses para el inicio de las clasificatorias y el goleador de la Copa América no tiene club, entrena solo y, para peor, acaba de ser abandonado por su pareja brasileña Daniela Collet, con quien tiene una hija pequeña.
El tiempo juega en contra, sobre todo conociendo el defecto ya descrito de su personalidad.
Equipos interesados en él hay varios. Lo malo es que el Nápoli, el dueño de su pase, no quiere cederlo a cualquier precio.
Hoy es el Trabzonspor de Turquía –quinto en el último torneo de ese país- el que está pujando con más ganas por hacerse de su talento goleador.
Según información de la prensa de ese país, la directiva del Trabzonspor ya ha contactado a Vargas y le habría ofrecido un salario de 2,5 millones de euros por temporada. Bien por él, pero habrá que ver la opinión final del Nápoli.
Cualquiera sea, debe ser rápida, porque el 31 de agosto se cierra el libro de pases en el fútbol europeo.
Ojalá que todo termine bien y luego, y que lo de Vargas no termine siendo una más de las telenovelas turcas a las que tan afectos nos hemos hecho los chilenos.
