
Punto y banca: el futuro de los técnicos se juega en la “ruleta” del domingo
La salida de Nelson Acosta de Iquique y de José Cantillana de Antofagasta, justo en el primer tercio del campeonato, refleja la impaciencia de los clubes así como su poca fidelidad a un proyecto, y deja en “lista de espera” a otros equipos que les seguirían en el cumplimiento del ritual futbolero.
El primer tercio del campeonato puso la guillotina de los resultados sobre la continuidad de dos entrenadores nacionales y, bajo la misma lógica del resultadismo compulsivo, podría marcar el futuro de otros técnicos que hoy caminan sobre la cornisa. La caída de Antofagasta ante Universidad de Concepción determinó la salida de José Cantillana, mientras que la eliminación de la Copa Chile ante el modesto Copiapó forzó la renuncia de Nelson Acosta en Deportes Iquique. Ambos equipos son penúltimos de una tabla que luce a San Luis en el fondo, aunque los quillotanos todavía mantienen su crédito sobre un proyecto de plazos mayores.
Para Cantillana no fue fructífera la tarea de reflotar a un cuadro sin grandes individualidades y que, al margen de sus conflictos institucionales, tampoco ha sabido hacerse respetar en el Calvo y Bascuñán. Y el caso del ex seleccionador nacional resulta tan especial como lamentable, porque Acosta pago tributo a un mal comienzo de temporada que tuvo motivaciones evidentes e irrefutables: la dirigencia no incorporó los refuerzos solicitados para mantener el potencial del torneo anterior y finalmente ese factor debilitó la respuesta futbolística en la cancha, y fuera de ella terminó por congelar las relaciones de Acosta y los dueños de la sociedad anónima.
La situación no por añeja deja de ser llamativa, sobre todo por tratarse de clubes sin ambiciones objetivas mayores ni expectativas de pelear un título, pese a lo cual suscriben la norma ya convencional y se abonan a una impaciencia peligrosa.
En rigor, la coyuntura del Apertura y de la Copa Chile catalizan decisiones habituales que traslucen un rasgo propio del folclore futbolero nacional, incluso capaz de despedir a un entrenador -Jaime Campos en el convulsionado Audax Italiano de los ’80- recién cuando transcurría el primer día de asumir su cargo en La Florida…
Sin embargo, Acosta y Cantillana no son los primeros ni serán los últimos. La lista de espera para los cambios en el banco en nuestro medio se mantiene abierta en forma permanente, casi como la majadera puerta giratoria de la controversia política… Incluso, las señales básicas del comportamiento deportivo permite apuntar a otros clubes que se mueven con el “contagio” peligroso de la ansiedad y el nerviosismo. Por ejemplo, la decepcionante actuación en la Copa Sudamericana produjo frustración y resquemores en Santiago Wanderers, que puso fichas e invirtió en su participación internacional con un estimable reforzamiento que incluyó la frustrada participación de David Pizarro.
Y de otro lado, los altibajos en el rendimiento de la U tampoco le eximen de decisiones drásticas en esta etapa de definiciones, cuando el equipo universitario debe golear a San Luis para avanzar a cuartos de final en la Copa Chile y vencer al Audax Italiano el domingo si pretende continuar su persecución a distancia de los líderes del Apertura.
En definitiva, aunque la dirigencia y Martín Lasarte coincidan públicamente en que están abiertos a revisar el contrato en diciembre, más de alguien interpretaría que un traspié en esta semana clave podría cambiar un destino que -en el caprichoso fútbol chileno- siempre se juega a la ruleta del domingo…