«Siempre dije que lo que hiciera en mi club me iba a acercar a la selección. Para mí sería muy importante y muy lindo tener otra oportunidad con mi selección», afirmó Hernández tras conocerse la dimisión como seleccionador de Jorge Sampaoli, quien había dejado de contar con él en el equipo nacional.
El argentino nacionalizado chileno Pedro Pablo «Tucu» Hernández estará de baja alrededor de un mes, después de que la resonancia a la que se sometió en las últimas horas revelase que sufre un esguince de grado II del ligamento lateral interno de la rodilla derecha, lesión que se produjo en el último partido contra el Real Madrid.
Un inoportuno contratiempo que le llega justo cuando su regreso a la selección chilena parecía más cercano, pues el nuevo técnico de «La Roja», el argentino Juan Antonio Pizzi, parecía dispuesto a premiar su gran rendimiento en el Celta de Vigo con su citación para los partidos contra Argentina y Venezuela, de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
«Siempre dije que lo que hiciera en mi club me iba a acercar a la selección. Para mí sería muy importante y muy lindo tener otra oportunidad con mi selección», afirmó Hernández tras conocerse la dimisión como seleccionador de Jorge Sampaoli, quien había dejado de contar con él en el equipo nacional.
Al Tucu Hernández le costó triunfar en Balaídos. Llegó avalado por Eduardo «Toto» Berizzo, quien lo había dirigido en su etapa como técnico de O?Higgins chileno, y eso jugó en su contra, con una afición que centró en él todos los males del equipo la pasada temporada e, incluso, en el arranque del presente curso.
Pero la devoción de Berizzo por su compatriota era tal que no le importó salir en su defensa después de que un sector del celtismo silbara a Hernández cada vez que tocó el balón durante el partido contra la UD Las Palmas, el pasado 13 de septiembre.
«No elijo a un jugador porque le caiga simpático a nadie. Elijo a los que nos acercan a ganar. Y Pablo generalmente lo hace porque resuelve muchos aspectos del juego que tal vez a la gente crítica le parezcan desapercibido», explicó tras aquel partido el técnico, que fue más allá: «Las medidas populistas de quedar bien con todo el mundo nunca me agradaron. Estoy convencido de que Pablo terminará convenciendo con sus actuaciones al público, y para convencerlo necesita jugar».
La marcha al Atlético de Madrid de Augusto Fernández, el futbolista que mejor reflejaba sobre el campo todo lo que Berizzo diseñaba en el vestuario, también ha favorecido a Hernández. Sus prestaciones como cinco han sido notables en los últimos partidos.
Por si fuese poco, su doblete al Atlético de Madrid -el segundo de su carrera profesional tras el que firmó con la selección frente a Costa Rica en 2014- en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey terminó definitivamente con su divorcio con el celtismo.
«Cuando llegué aquí ya dije que me gustaría hacer historia en el Celta, que mi nombre no estuviera solo de pasada», recordó tras aquella noche el futbolista que había devuelto al conjunto celeste a una semifinal de Copa quince años después.
Su protagonismo en el equipo ha crecido hasta convertirse en un jugador intocable en el once celeste. «Con Berizzo he visto el fútbol de otra manera» admite. Y sus compañeros ya lloran su lesión: «Lo echaremos de menos. Es un jugador que a balón parado nos da mucho, tanto ofensiva como defensivamente», afirma Iago Aspas. «Por suerte se ha confirmado que no tiene una rotura completa, esperemos que se recupere lo antes posible porque es un jugador muy importante para el equipo», apostilló Carles Planas
