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Fotos: La huella del terremoto en Alto Hospicio

Fotos: La huella del terremoto en Alto Hospicio

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Por estos días, Alto Hospicio posee un récord no buscado. Se trata de réplicas del terremoto que superan las 25 diariamente. Algunas personas van a las plazas a dormir, otras al estadio, al gimnasio y colegios. Siguen adelante con miedo y determinación, con frustración y esperanza que el gobierno o el alcalde, los visiten y ayuden.


Alto Hospicio tiene uno de los más hermosos pesebres públicos en época de Navidad, un centro cultural de excelente espacio y arquitectura, un estadio con pasto sintético para la alta competencia. Alto Hospicio posee un sitio famoso en Chile y extranjero para el despegue de parapente. Se ven proyectos inmobiliarios en construcción. Cuenta con una bien organizada liga de fútbol aymara, hermosos olivares trepados en los cerros y notables poetas que le han cantado, como decía Neruda, a lo aéreo del paisaje y a los duros caminos del hombre.

También Alto Hospicio tiene una historia trágica en el imaginario colectivo por los asesinatos de jóvenes adolescentes entre 1998 y 2001; las explosiones en la fábrica de bombas de Cardoen que volatizaron los cuerpos de 29 trabajadores el año 1986; tomas de terrenos, pobreza y un crecimiento demográfico descontrolado. También por estos días, Alto Hospicio posee un record no buscado. Se trata de réplicas del terremoto que superan las 25 diariamente. Algunas personas van a las plazas a dormir, otras al estadio, al gimnasio y colegios. Siguen adelante con miedo y determinación, con frustración y esperanza que el gobierno o el alcalde, los visiten y ayuden.

Esta serie de fotografías refleja lo que pude ver esta semana en Alto Hospicio al recorrer sus calles y compartir con algunas personas. Por ahora cuesta mucho llegar y volver porque hubo derrumbes en el camino hacia Iquique. Sin embargo, todos los días, largas filas de autos y microbuses traen a cientos de hospicianos que vienen a Iquique a trabajar o estudiar por una ruta muy peligrosa. ¿Qué los sostiene, de dónde sacan fortaleza y ánimo para seguir adelante las 100 mil personas que viven en la Autoconstrucción, en El Boro, La Tortuga, Los Cóndores, La Pampa? Sin duda, tener una vida digna, ser felices, sobrevivir. O como indica Sebatiao Salgado, “cada uno ha realizado un viaje extraordinario en lo físico y espiritual para llegar al presente, cada uno ha dejado su huella en la ciudad como parte de la historia que quiero contar”.

Hernán Pereira
Fotógrafo y profesor de la U. Arturo Prat

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