En abril pasado, fuentes del Departamento de Estado de EEUU advirtieron de que el cartel colombiano del Valle del Norte emplea pequeños sumergibles para llevar la droga a Norteamérica.
El pequeño submarino que fue interceptado hace dos días en las costas de Oaxaca, estado del sur de México, con una tripulación de nacionalidad colombiana procedente del país sudamericano, contenía unas cinco toneladas de cocaína, informaron este viernes fuentes militares.
En una rueda de prensa, José María Ortegón, comandante de la 12 Zona Naval Militar en el Puerto de Salina Cruz, hasta donde llegó hoy la nave remolcada, explicó que la droga era transportada en 257 paquetes envueltos en plástico negro.
La cocaína, explicó, ya fue descargada en esa terminal marítima, situada en la región del Istmo de Tehuantepec, a unos 800 kilómetros al sureste de la capital del país.
Señaló también que los tripulantes de la nave, de unos 10 metros de largo, llevaban viajando desde hacía siete días y desconocían su ubicación en el momento en que fueron interceptados en alta mar, a 15 kilómetros de la población de San Pedro Huamelula, situada a 60 kilómetros del polo turístico de Huatulco.
Los detenidos José Félix Cuero Enríquez, de 58 años; Rodrigo Olaya Cuero (59), Rafael Jiménez Biojo (27) y Fabio Pineda Payán (48), fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la federación, quien en las próximas horas decidirá su situación jurídica.
El miércoles, la Marina mexicana avistó la nave, que al parecer se desplazaba a poca profundidad y que estaba en aguas mexicanas sin contar con el permiso correspondiente.
Un helicóptero la siguió hasta que salió a flote, momento en el que infantes de la Marina descendieron con sogas para capturar a sus tripulantes, que dijeron ser originarios del puerto colombiano de Buenaventura, en el Pacífico.
Los cuatro detenidos también afirmaron desconocer de quién era la embarcación, tras asegurar que cuando subieron al pequeño submarino «el motor estaba prendido y todo está sellado completamente».
«Nosotros fuimos raptados, nos llevaron a un monte, nos entregaron ese aparato y nos obligaron a llegar hasta donde el aparato estaba y nos dijeron que todo funcionaba vía satelital», detalló Jiménez Biojo.
«Fuimos raptados allá en Colombia, si no traíamos ese aparato igual nos iban a ‘chimbiar’ (a matar), a nosotros y a la familia», agregó.
En abril pasado, fuentes del Departamento de Estado norteamericano advirtieron de que el cartel colombiano del Valle del Norte emplea pequeños sumergibles para llevar cocaína a México y después a Estados Unidos.
Los sumergibles emergen cuando faltan varios kilómetros para llegar a las costas mexicanas, donde son contactados por lanchas rápidas que después llevan la droga al interior del país, para trasladarla luego a Estados Unidos.
EFE
