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Londres piensa suspender financiación nuclear por incidente diplomático

El embajador ante el Kremlin debía asistir a una reunión de seguimiento de la implantación de un moderno sistema de seguridad nuclear para la compañía estatal Atomflot, que gestiona los rompehielos atómicos rusos y que es costeada por Gran Bretaña. Sin embargo, los vigilantes no lo dejaron entrar.


Gran Bretaña amenazó este viernes con suspender la financiación de los programas de seguridad nuclear en la región de Múrmansk, al noroeste de Rusia, tras el incidente diplomático ocurrido la víspera con su embajador ante el Kremlin, Tony Brenton.



Brenton debía asistir a una reunión de seguimiento de la implantación, costeada por el Reino Unido, de un moderno sistema de seguridad nuclear para la compañía estatal Atomflot, que gestiona los rompehielos atómicos rusos.



Sin embargo, los vigilantes de la empresa prohibieron la entrada a Brenton y a otros dos diplomáticos británicos con el argumento de que no tenían autorización oficial para acceder a las dependencias de esta compañía secreta, según la agencia Interfax.



Directivos de la Atomflot confirmaron el incidente, si bien explicaron que es prerrogativa de los servicios secretos rusos, y no suya, expedir la autorización para el acceso de extranjeros a las dependencias de esa empresa.



«El embajador Brenton ha declarado que este incidente, que le ha sorprendido profundamente, causa seria preocupación respecto a la posibilidad de continuar la participación británica en ese ámbito», según declaró hoy el servicio de prensa de la misión diplomática.



Tensión



El nuevo incidente agrava aún más las tensiones diplomáticas entre ambos países tras el caso de Alexandr Litvinenko, ex espía ruso asesinado con polonio radiactivo en Londres en un acto en el que las autoridades británicas implican a los servicios secretos rusos.



Otros factores que entorpecen las relaciones bilaterales son el cierre por Moscú de las filiales rusas del British Council, dedicado a promover la cultura y el idioma inglés, y el conflicto entre accionistas rusos y británicos de la petrolera mixta TNK-BP, en el que Londres acusa al Kremlin de apoyar a los suyos en el litigio con los extranjeros.



El director de TNT-BP, Robert Dudley, al que los accionistas rusos pretenden destituir, ha tenido que volver ayer a Londres al tener problemas con el visado y el permiso de trabajo en Rusia.



La embajada británica declaró hoy que ese litigio es «pernicioso» para la economía de ambos países y puede repercutir en el mercado energético global, mientras el Gobierno ruso insiste en que se trata de un mero «conflicto corporativo», sin implicaciones políticas.



EFE

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