Según una publicación especial del prestigioso semanario France Football —titulada «Qatargate»— el asunto involucra además al argentino Julio Grondona, al paraguayo Nicolás Leoz y al brasileño Ricardo Teixeira. Según Mayne-Nicholls, que encabezó la comisión técnica de la FIFA de las candidaturas a los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, era evidente que Qatar no era el país que cumplía de mejor manera los requisitos exigidos por la Federación Internacional de Fútbol.
Qatar habría comprado los votos para ser sede del Mundial de 2022, asegura el prestigioso semanario France Football en una larga investigación de 20 páginas que lleva por nombre: «Qatargate». Según se desprende de su reportaje, Qatar dedicó enormes cantidades de dinero para comprar los votos necesarios en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA para lograr la organización del Mundial, que consiguió el 2 de diciembre de 2010 con 14 votos, frente a los 8 de Estados Unidos.
El asunto involucra al argentino Julio Grondona, al paraguayo Nicolás Leoz y al brasileño Ricardo Teixeira. También alude a la posible influencia del presidente del Barcelona, Sandro Rosell. Incluso, se habla de una reunión ‘secreta’ en París en el palacio del Elíseo que convocó al entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy; el príncipe de Qatar, Tamin bin Hamad al-Thani; Michel Platini, presidente de la UEFA, y Sebastien Bazin, representante de Colony Capital, propietaria del PSG, que entonces pasaba por grandes dificultades financieras. El encuentro ocurrió el 23 de noviembre de 2010, casi una semana antes del voto de la FIFA.
En aquella reunión también se acordó, según la revista, que los qataríes adquirieran el París Saint-Germain y un canal de televisión dedicado a los deportes, compras que posteriormente tuvieron lugar.
Según la publicación, los qataríes invertirían dinero en el fútbol francés a cambio del voto de Platini. La empresa ‘Qatar Sport Investments’ compró meses después PSG, fichando a numerosas estrellas y además, adquirió los derechos del fútbol francés. Los otros candidatos eran Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
La tesis de la revista francesa está basada en la investigación encargada por la propia FIFA a la Comisión de Ética presidida por el estadounidense Michael García.
«Entre presunciones de corrupción, compromisos, contradicciones, posibles cambios de las condiciones y una repentina lluvia de ‘gasodólares’, muchas preguntas se plantean sobre la transparencia del voto sorpresa de diciembre de 2010», sostiene el medio galo.
Entre las sospechas, menciona a Nicolás Léoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), quien recibió al emir qatarí Hamad bin Khalifa al Thani, presidente de la Federación de su país, para firmar «acuerdos bilaterales» justo después de la atribución del Mundial de 2022.
En tanto, Julio Grondona, timonel de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), está siendo investigado por varios casos en su país, muchos de ellos vinculados con Qatar, recalca France Football, quien recuerda que Qatar pagó 7 millones de dólares para disputar en Doha un amistoso entre Argentina y Brasil unos días antes de la votación para atribuir el Mundial de 2022.
En cuanto a Teixeira, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), señala que el otrora dirigente se encuentra «exiliado» en Florida para «escapar a los múltiples casos de corrupción que le persiguen», en muchos casos con dinero procedente del Golfo Pérsico. En esa línea, asegura que Teixeira mantuvo una «estrecha relación de negocios» con Rosell, cuando era el director de mercadotecnia de Nike.
«Rosell no tiene ninguna función en la FIFA, pero sus contactos con Qatar intrigan y no son inocentes», subraya la publicación, la cual repara en el contrato de patrocinio firmado por el Barcelona, ya con Rossell en la presidencia, con la «Qatar Fondation» y que el año que viene se traducirá en publicidad de Qatar Airways.
El chileno Harold Mayne-Nicholls, que encabezó la comisión técnica de la FIFA de las candidaturas a los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, afirmó hoy que «nunca» vio nada relacionado «con la corrupción» en la elección de Qatar como sede mundialista.
«Apenas se conoció la designación de Qatar aparecieron los rumores, pero lo único claro es que yo nunca vi nada relacionado con la corrupción ni tuve presiones para realizar mi trabajo», señaló Mayne-Nicholls en declaraciones al diario La Tercera, tras la información publicada el martes por la revista francesa «France Football» en la que asegura que Qatar compró la organización del Mundial de 2022.
El chileno, que elaboró informes «exhaustivos» sobre los países que aspiraban a ser sedes, aseguró que no tuvo ninguna injerencia y que «en todos los países» pudo realizar su trabajo de inspección con total libertad.
Según Mayne-Nicholls, que entre 2007 y 2011 presidió la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP), «era evidente que Qatar no era el país que cumplía de mejor manera los requisitos exigidos por FIFA».
«Incluía lo solicitado, pero requería de un mayor trabajo que otras candidaturas, considerando innovaciones tecnológicas, financieras y logísticas», concluyó.
El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, rechazó hoy comentar las denuncias de la revista francesa «France Football», que aseguró que Qatar compró la organización del Mundial de 2022, y aclaró que el Comité de Ética del organismo es «libre» de investigarlas si lo cree procedente.
«Si hay algo que tiene que ser investigado, el Comité de Ética de la FIFA es totalmente independiente y puede abrir una investigación. A mí no me cabe comentar el contenido del artículo de France Football», dijo Valcke en Río de Janeiro, en la rueda de prensa con motivo de la presentación del cartel del Mundial de 2014.
Valcke dijo que leyó el artículo, publicado este martes, y aseguró que no ha abordado el tema con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
