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La guerra híbrida de Putin contra Occidente Métodos no convencionales en la estrategia de conflicto permanente del presidente ruso

La guerra híbrida de Putin contra Occidente

La temperatura del conflicto entre Occidente y Rusia se mantiene alta, tras la anexión de Crimea. Parece no haber solución. Alemania y otros países europeos mantienen abiertos los canales diplomáticos, pero Moscú responde con una guerra no convencional a través de discursos y medios de comunicación. Así, se crea un clima de ambigüedad que impide al oponente determinar si está en tiempos de paz o de guerra. El gran estratega es el ex agente de la KGB y hoy presidente de Rusia, Vladímir Putin. Un maestro en el arte de las palabras y en el de confundir a sus oponentes.


En las últimas semanas quedó al descubierto la corrupción en la FIFA. Organización mafiosa, fraude masivo, blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito son algunos de los cargos que la fiscal general de Estados Unidos, Loretta E. Lynch, presentó contra los imputados.

Las declaraciones más ácidas llegaron, sin embargo, desde la Plaza Roja de Moscú. “En el escándalo de la FIFA EE.UU. podría usar los mismos métodos que con Julian Assange y Snowden”, dijo el presidente, Vladimir Putin. Más allá de ser cierta, la declaración del ex agente de la KGB desnuda completamente la estrategia en su relación con Occidente que está aplicando el Kremlin.

25 años después de la Glasnost y la Perestroika, algunos expertos hablan de una nueva Guerra Fría en Europa. Un conflicto que ha sorprendido a quienes están en el poder en Occidente. Sólo se percataron cuando partidarios de Rusia se tomaron Crimea en el este de Ucrania. Era demasiado tarde: los separatistas ya se habían adjudicado la estratégica base militar. «Putin desintegra el orden de paz en Europa y la Unión Europea (UE) no está, de modo alguno, preparada, ni mental ni política ni militarmente», dice el experto alemán en asuntos rusos, Jörg Himmelreich.

Ninguno de los poderosos occidentales se habría dado cuenta de lo que atormenta a Putin: la idea de que Occidente se aprovechó de la debilidad de Rusia en los 90 para humillarla. Esto lo quiere revertir Putin ahora. Durante la Guerra Fría Rusia enfrentó a los EE.UU. y las líneas de batalla estaban definidas. En la actualidad, Putin ve a sus enemigos como personas que no reconocen la influencia de Rusia. Estos no sólo están repartidos en Occidente, sino que también en el gobierno de Ucrania y sus aliados occidentales.

Dmitri Trenin, del think tank Centro de Carnegie en Moscú, advierte que el riesgo de una guerra nuclear en la actualidad es mayor que en los últimos años, al menos desde 1962 durante la ‘Crisis de los misiles’, en Cuba. A Putin le gustaría, según Trenin, que sus amenazas nucleares fueran tomadas en serio.

Tácticas del Kremlin

Parece ser que el Jefe de Estado ruso no persigue una estrategia concreta: responde a sus opositores y eso lo hace impredecible. Los oponentes miran perplejos cómo utiliza un nuevo tipo de estrategia militar: la guerra híbrida. Esta comprende una mezcla de medidas militares, chantajes económicos, amenazas y ofuscación.

La propaganda es el arma más nefasta. No sólo el canal de televisión Russia Today emite diariamente noticias pro Kremlin en el mundo, sino que hay un regimiento de “trolls” virtuales que se encargan de contratar a personas para difundir información falsa y acusar a los críticos de Rusia.

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Parece ser que el Jefe de Estado ruso no persigue una estrategia concreta: responde a sus opositores y eso lo hace impredecible. Los oponentes miran perplejos cómo utiliza un nuevo tipo de estrategia militar: la guerra híbrida. Esta comprende una mezcla de medidas militares, chantajes económicos, amenazas y ofuscación. La propaganda es el arma más nefasta. No sólo el canal de televisión Russia Today emite diariamente noticias pro Kremlin en el mundo, sino que hay un regimiento de “trolls” virtuales que se encargan de contratar a personas para difundir información falsa y acusar a los críticos de Rusia.
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El ocultamiento y el encubrimiento son tan importantes como la fuerza militar cuando se trata de una guerra híbrida. El oponente no puede estar seguro si está en una situación de paz o guerra.

¿Y Putin? El presidente ruso pretende no tener nada que ver con todo este asunto, afirma. “Si hay soldados rusos entre los combatientes, estos estarían de vacaciones y se habrían unido voluntariamente a la guerra”, ha dicho Putin. También enfatiza que hubo una conspiración de Occidente contra Rusia y que las elecciones presidenciales y parlamentarias de Ucrania fueron falsificadas. Y fueron los fascistas de Kiev quienes habrían comenzado la guerra, según Putin, no los rusos. También ellos harían derribado el vuelo MH-17 de Malaysia Airlines en la Ucrania oriental.

Ha quedado demostrado que esto no es así, pero el arma más poderosa de Putin son las palabras. Él les cambia el sentido, utiliza su fuerza para volverlas en contra de sus adversarios: si hay una acusación contra él, Putin acusa de vuelta a sus detractores, siembra la duda y cosecha desconfianza. Le gusta romper coaliciones y debilitar a sus opositores. La mentira es parte de la guerra.

“Cuando Putin pasa a llevar a otros jefes de Estado y les miente abiertamente, aunque estos lo sepan, es mortificante”, dice el experto Himmelreich.

Debilidades y desafíos occidentales

En este escenario las democracias occidentales tocan un punto sensible. Debido a que la democracia se basa en la libertad de prensa, esta no debe ser influenciada por las respuestas políticas: un gran inconveniente en la guerra híbrida.

Por lo anterior, no sorprende la declaración que la Canciller alemana, Angela Merkel, hizo en junio de 2013 durante una reunión con Obama. «Internet es para todos nosotros un territorio desconocido». Ese mismo año, el Jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, dijo que «las reglas de la guerra están cambiando. Los medios no militares sirven para lograr objetivos políticos y estratégicos y son, en muchos casos, más eficaces que las armas». Merkel se refería en su declaración al incidente de espionaje de datos de la NSA, sobre el conflicto en el Medio Oriente. Sin embargo, las tasas de proyecciones son emblemáticas, Rusia tiene ventajas frente a Occidente en términos de guerra no lineal.

Putin no le teme a la crítica de sus compatriotas. Según un estudio encargado por la Deutsche Welle (DW), más de la mitad de los rusos lo apoya, pese a la economía débil y la creciente pobreza social. Según el mismo estudio, la gran mayoría de los rusos no ve un deterioro en la política exterior con Occidente.

Esto reafirma, una vez más, que la propaganda rusa tiene una estrategia sólida y efectiva, ya que el deterioro en la política exterior del país es evidente. La UE ha castigado a Rusia durante varios meses con sanciones económicas. En la celebración del fin de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de India, China, Kazajstán y Cuba estuvieron sentados junto a Putin en las tribunas. Pero los líderes de los países del G8 se excusaron. Nadie quería festejar ni aparecer en la foto junto a Putin mientras en la Plaza Roja los tanques desfilaban triunfalmente. Con toda la vanagloria de mandatarios uno debe, sin duda, preguntarse, ¿cuán lejos estará dispuesto a llegar Putin?

Si se mantiene la anexión de Crimea, ¿habrá otros Estados que deban temer por su soberanía? Un ejemplo son los países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania tienen una gran población rusa. Pero las tres ex repúblicas soviéticas tienen una diferencia crucial con Ucrania: son miembros de la OTAN. Si Rusia las atacara, se aplicaría la cláusula 5 del Tratado de la OTAN y, por lo tanto, la obligación absoluta de proporcionar asistencia. Los EE.UU. ya han actualizado su contingente con soldados y armas, lo que es una pequeña demostración del poder de Washington. Próximamente deberá demostrar que Occidente se une para defender sus fronteras.

El Presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, hizo un llamado a la Unión Europea a unirse en la Conferencia de Seguridad de Münich de este año: «Creo que en un futuro próximo, los europeos aparecerán juntos y tendrán mano dura con la potencia Rusia». Uno de los problemas que se vislumbran es que Hungría y República Checa se sumen, ya que ambos son dependientes de los suministros de gas ruso.

Las sanciones económicas pueden no ser suficientes para mostrarle a Putin que la situación tiene un límite. No en vano el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha exigido un ejército europeo, no como una alternativa sino que como un complemento de la OTAN. Mientras tanto, Occidente se ha dado cuenta de que tiene que ponerse al día en la guerra híbrida. La OTAN desarrolló un concepto nuevo, que incluye una serie de medios de guerra híbrida que tienen una fuerza de despliegue flexible: desde las sanciones económicas hasta la educación en los medios.

Al mismo tiempo, establece que la UE siga centrándose en la diplomacia. La parte rusa habría actuado estrictamente en contra del derecho internacional, con la invasión de Crimea, dice Hardy Boeckle, portavoz de la Misión Permanente de la República Federal de Alemania en la UE. Sin embargo, todavía sigue el interés por mantener el diálogo, ya que Rusia tiene una gran influencia sobre la situación en el este de Ucrania. «La Unión Europea siempre ha buscado el diálogo en las discusiones sobre Ucrania con la parte rusa, porque sabemos acerca de la gran responsabilidad de los rusos”, dijo Boeckle.

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