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H.R. McMaster, el militar intelectual que guiará a Trump en Seguridad

H.R. McMaster, el militar intelectual que guiará a Trump en Seguridad

Fue uno de los responsables del cambio de estrategia en Irak como asistente del general David Petraeus a la hora realizar labores de lucha contra la insurgencia y estabilizar la situación en un momento de elevada violencia entre 2007 y 2008.


El teniente general H.R. McMaster, el nuevo asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, es considerado uno de los principales «intelectuales» de las Fuerzas Armadas estadounidenses y cuenta además con sólida experiencia sobre el terreno en Irak y Afganistán.

McMaster, 54 años, es autor de un libro ya clásico en la formación militar de EE.UU. «Derelection of Duty» (Incumplimiento del Deber), de 1997, en el que criticó de manera frontal la actuación de la Junta del Estado Mayor durante la guerra de Vietnam por su incapacidad para explicar al gobierno de Lyndon B. Johnson que la estrategia adoptada por Washington era errónea.

Con un doctorado en Historia por la Universidad de Carolina del Norte y formado en la Academia Militar de West Point, McMaster fue uno de los responsables del cambio de estrategia en Irak como asistente del general David Petraeus a la hora realizar labores de lucha contra la insurgencia y estabilizar la situación en un momento de elevada violencia entre 2007 y 2008.

Desde 2014, ocupaba el cargo de director del Centro de Integración de Capacidades del Ejército de Tierra, con sede en Fort Eustis (Virginia).

Se convertirá, además, en el primer militar en activo en ocupar el cargo de asesor presidencial de Seguridad, desde que lo hiciera el general Colin Powell en la década de 1980 bajo el Gobierno de Ronald Reagan.

El nombramiento se produjo de manera sorpresiva en la residencia de Trump de Mar-a-Lago, en Florida, y estuvo acompañado por el también teniente general Keith Kellogg, que será su jefe de gabinete.

Sentado al lado del presidente, McMaster señaló que su designación era un «privilegio» y afirmó que hará todo lo que esté «en sus manos para avanzar y proteger los intereses del pueblo estadounidense».

A su perfil académico, se suma una abultada experiencia militar sobre el terreno, y posee una Medalla de Plata, la tercera condecoración al valor en EE.UU., por su papel durante la batalla de 73 Easting en la Primera Guerra del Golfo en Irak en 1991.

A Irak volvió en varias ocasiones, y en 2010 ocupó uno de los puestos de mayor rango de las Fuerzas de Asistencia de Seguridad Internacional (ISAF) en su cuartel general en Kabul, Afganistán, donde lideró un equipo para encarar la corrupción.

Curiosamente, la designación de McMaster fue aplaudida por parte de uno de los senadores republicanos más críticos de Trump, el excandidato presidencial John McCain, presidente del Comité del Senado de Servicios Armados.

«He tenido el honor de conocerlo desde hace muchos años, y es un hombre de genuino intelecto, carácter y capacidad. Sabe cómo tener éxito. Le doy al presidente Trump gran crédito por esta decisión», aseguró McCain en un comunicado.

Se rellena así el vacío dejado por el general Michael Flynn, que dimitió en una de las primeras crisis del Gobierno de Trump tras conocerse que había sostenido reuniones con funcionarios rusos para tratar las sanciones impuestas por EE.UU. a Rusia.

Trump, que había criticado la capacidad de los generales durante la campaña, recurre de nuevo a un general para ocupar uno de los principales cargos de seguridad. McMaster su suma a John Kelly, secretario de Seguridad, y James Mattis, secretario de Defensa, como los militares que forman parte de su círculo más cercano.

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