
Medios internacionales critican a Israel por hambruna en Gaza: “Ya no tiene justificación militar”
The Economist publicó un editorial en la que calificó la guerra en Gaza como “militarmente inútil” y aseguró que Hamás está militarmente derrotado y pidió un alto el fuego. En paralelo, medios como AFP, Reuters y la BBC denunciaron que sus periodistas en Gaza enfrentan hambre.
El medio británico The Economist se sumó a las críticas internacionales contra Israel por la situación humanitaria en Gaza, asegurando que la guerra “ya no tiene justificación militar”. En un editorial titulada “La continuación de la guerra en Gaza deshonra a Israel”, el influyente semanario —cuyo accionariado incluye a los Rothschild y los Agnelli— sostuvo que el conflicto se ha vuelto “interminable, indiscriminado y militarmente inútil”.
“La guerra que Israel libró contra Irán fue breve, con ataques precisos, objetivos claros y resultados que reforzaron su prestigio militar. La guerra contra Hamás en Gaza se ha vuelto interminable, indiscriminada y militarmente inútil. Está convirtiendo a Israel en un paria”, afirma la publicación. Agregan que, tras semanas de negociaciones en Qatar, “ha llegado el momento de que Estados Unidos utilice todo su poder para lograr un fin negociado de los combates. Esto es esencial para evitar una hambruna masiva”.
Según The Economist, “más del 60% de los edificios están dañados y 2 millones de personas han sido desplazadas”. A pesar de que predicciones previas sobre una hambruna resultaron erróneas, la amenaza actual sería “real y urgente”. El medio señala que “la cantidad de alimentos que llega a los gazatíes es vergonzosamente baja” y que sin un alto el fuego, “la gente morirá de hambre”. Añaden que “el infierno en el que viven, invadido por fuerzas israelíes de gatillo fácil, bandas y Hamás, es demasiado peligroso para cruzarlo a pie y recoger provisiones”.
La publicación asegura que Hamás está militarmente derrotado, con sus líderes muertos y su capacidad reducida a una fracción. “La insuficiente provisión de ayuda a los civiles en un territorio que, de hecho, está bajo ocupación constituye un crimen de guerra”, señala el editorial, que además acusa a sectores radicales del gobierno israelí de proponer un plan que “equivaldría a una limpieza étnica”.
El editorial cita encuestas según las cuales “más del 70% (de los israelíes) quiere la liberación de los rehenes y el fin de la guerra”, mientras que “la propia coalición gobernante, liderada por Benjamín Netanyahu, ya no tiene mayoría en la Knéset”. Atribuyen la continuidad del conflicto al intento de Netanyahu por evitar que la línea dura lo derroque, aunque indican que esa estrategia “ha agotado sus recursos”.
The Economist plantea que la debilidad de Hamás permitiría negociar un alto al fuego en dos fases, comenzando con una presencia limitada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) por 60 días, seguida por la creación de un nuevo gobierno para Gaza, respaldado por la Autoridad Palestina, con apoyo internacional. El medio argumenta que “muchos gazatíes apoyarían esta medida”.
Respecto a los actores internacionales, el editorial señala: “Qatar debe obligar a los líderes restantes de Hamás, muchos de los cuales residen en Doha, a firmar un acuerdo de alto el fuego, bajo la amenaza de expulsión y una mayor represión de la financiación”. En cuanto a Estados Unidos, afirman que “Donald Trump debe obligar a Netanyahu a poner fin a la guerra, utilizando toda la influencia de Estados Unidos como aliado de Israel”.
La declaración de los medios
En paralelo, el 24 de julio, medios de comunicación internacionales alertaron que sus periodistas en Gaza enfrentan la amenaza de morir de hambre. “Estamos profundamente preocupados por nuestros periodistas en Gaza, quienes enfrentan cada vez más dificultades para alimentarse y alimentar a sus familias”, señalaron en una declaración conjunta AFP, AP, Reuters y la BBC. Las agencias exigieron a Israel permitir la entrada y salida de periodistas y el ingreso de suministros alimentarios adecuados.
“Los periodistas se enfrentan a numerosas privaciones y dificultades en las zonas de guerra. Nos alarma profundamente que el hambre sea ahora uno de estos peligros”, agregaron. Denunciaron también que la mayoría de los medios internacionales dependen del trabajo de periodistas palestinos que permanecen en el territorio bloqueado.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó a comienzos de julio que más de 200 periodistas han sido asesinados en Gaza desde octubre de 2023. En tanto, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) acusó a Israel de “matar de hambre a los periodistas para silenciarlos” y denunció que muchos de ellos han sido abandonados tras la salida de medios internacionales.
“Sabemos que la mayoría de los periodistas dentro de Gaza operan bajo la protección de Hamás, y hasta que Hamás sea destruido, no se les permitirá informar libremente”, dijo en diciembre pasado el portavoz del gobierno israelí, David Mercer.
Al Jazeera también exigió acción internacional tras la muerte de cinco de sus periodistas en Gaza, acusando a Israel de asesinarlos deliberadamente. La cadena afirmó que estas muertes forman parte de una campaña dirigida contra sus trabajadores.