Publicidad
BBC News Mundo
Cómo el gobernador Gavin Newsom emergió como el líder de la oposición a Donald Trump en EE.UU. MUNDO

Cómo el gobernador Gavin Newsom emergió como el líder de la oposición a Donald Trump en EE.UU.

Publicidad

“Vamos a combatir el fuego con fuego”. La frase que pronunció el pasado miércoles Gavin Newsom resume a la perfección el papel que el gobernador de California ha adoptado desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero.


La imagen de Newsom como alguien dispuesto a dar la pelea al presidente de EE.UU. –amplificada con sus sonadas ruedas de prensa y una estrategia de redes sociales al más puro estilo Trump— impulsa su perfil presidenciable de cara a las elecciones de 2028, algo en lo que él mismo ha manifestado interés.

Ante el aparente desconcierto de la mayoría de los representantes demócratas, él se ha erigido como líder de la oposición a Trump.

Lo ha demostrado en las últimas semanas: después de que los republicanos de Texas modificaran a petición de Trump el mapa electoral del estado para lograr hasta 5 nuevos congresistas en las elecciones de medio término de 2026, Newsom está impulsando su propio rediseño del mapa californiano para darles una ventaja a los demócratas.

Y ese talante combativo del gobernador de California también se vio cuando Trump ordenó en junio el envío de la Guardia Nacional a Los Ángeles ante las protestas por las redadas migratorias.

La “guerra del ‘gerrymandering'”

En EE.UU. rige hoy una “trifecta de poder” republicana, que es como se denomina en la jerga política de Washington el escenario en el que el partido del presidente controla, además de la Casa Blanca, ambas cámaras del Congreso.

En la cámara baja los republicanos cuentan, sin embargo, con una mayoría estrecha de 219 representantes frente a los 212 que ostentan los demócratas y cuatro escaños vacantes.

Y un potencial cambio de control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio término en noviembre de 2026 abriría la puerta a que los demócratas pudieran frustrar la agenda legislativa de Trump y lanzar, por ejemplo, investigaciones contra él o su administración.

Consciente de ello, Trump le habría pedido personalmente al gobernador de Texas, Greg Abbott, impulsar una nueva distribución de los votantes en el que es el segundo estado más poblado del país para favorecer sus intereses electorales y los de su partido.

Es lo que se conoce como gerrymandering, que es la manipulación de los límites de los distritos electorales para favorecer a uno u otro partido, algo que es legal en EE.UU.

El proceso ha sido especialmente contencioso, con los legisladores demócratas huyendo de Texas durante dos semanas para mostrar su rechazo y evitar que hubiera quorum para votar los nuevos mapas propuestos.

Aprobada finalmente el miércoles, la redistribución facilitará a los republicanos la obtención de cinco escaños más sin poner en riesgo los 25 con los que cuentan actualmente por Texas.

“Gran victoria para el gran estado de Texas”, celebró Trump en su plataforma TruthSocial.

“Texas nunca nos decepciona”, agregó, asegurando que otros estados gobernados por republicanos, como Florida e Indiana, están considerando seguir el ejemplo.

El “ojo por ojo” de Newsom

A lo que el presidente no hizo referencia en su mensaje fue a que, en un “ojo por ojo”, Newsom había empezado su propia cruzada en California para compensar la potencial ventaja obtenida por los republicanos con los cambios en Texas.

Un plan para trazar los nuevos límites de los distritos en el estado más poblado del país —con el objetivo de conseguir más representantes demócratas en Washington— avanzaba ya a pasos agigantados.

Durante una llamada con periodistas organizada por el Comité Nacional Demócrata el miércoles, Newsom enmarcó la batalla como “la ley de Donald Trump contra el estado de derecho” (‘The rule of Don versus the rule of law’).

Y en la noche, escribió en las redes sociales: “A jugar, Texas”.

Las iniciativas que allanan el camino a redibujar los distritos electorales de California de forma temporal —para las elecciones de 2026, 2028 y 2030— fueron aprobadas sin mayores obstáculos por ambas cámaras del Congreso estatal.

Durante el debate en la Asamblea de California, el líder de la minoría republicana Mike Gallagher admitió que fue un error que Trump iniciara la disputa al exigir más escaños por Texas, un estado en el que se impuso con holgura en las presidenciales del pasado noviembre.

Sin embargo, cuestionó que esta estrategia sea la respuesta correcta. “¿Qué pasa si sigues combatiendo el fuego con fuego? Terminas por quemarlo todo”, aseguró el legislador, refiriéndose a la frase de Newsom.

Newsom, en un estilo que recuerda a las habituales grandilocuencias del presidente Trump, dijo en rueda de prensa: “Somos el primer gobierno en la historia que someterá los mapas a la gente en una votación. Ellos tendrán la opción de validarlos”.

Y es que la modificación de los distritos electorales es más compleja en California que en Texas, ya que esta debe ser avalada por los votantes en una consulta popular que tendrá lugar el 4 de noviembre.

Por el momento las encuestas indican que la iniciativa de Newsom ha sido bien recibida por la población.

El 57% de los votantes californianos apoyarían los cambios en los mapas electorales en el referendum, según un memorando del encuestador personal de Newsom al que el medio Axios tuvo acceso.

En otro sondeo, llevado a cabo por el Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California en Berkeley, encargado por el diario Los Angeles Times y publicado este viernes, el 46% de los encuestados dijo estar de acuerdo con la maniobra de redistribución de distritos, frente a un 36% que aseguró que era una mala idea.

El 48% afirmó que votaría a favor de los nuevos mapas en la consulta popular.

Mientras, el respaldo simbólico a Newsom le vino por otro lado. El expresidente Barack Obama elogió al gobernador por su “inteligente y mesurada” propuesta frente a la “manipulación” del mapa electoral aprobada por la Asamblea de Texas.

“Siento un enorme respeto por la forma en que el gobernador Newsom ha abordado este tema”, aseguró Obama en un mensaje en X.

En la vanguardia

“Todo esto está suponiendo un tremendo beneficio a nivel político para el gobernador californiano”, le dice a BBC Mundo Mike Madrid, un estratega político republicano experto en voto latino.

“Que la redistribución de distritos electorales sea buena para California, para los votantes latinos (y otras minorías), para EE.UU., esa es otra historia. No creo que lo sea”, prosigue.

“Pero sin duda está funcionando extremadamente bien para Newsom, para sus perspectivas y su posicionamiento de cara a la campaña para las presidenciales” de 2028, subraya.

“Esto lo tiene en el centro de atención a nivel nacional, donde de otro modo sería un mero gobernador. Y lo mantendrá a la vanguardia de la lucha contra Donald Trump durante al menos los próximos meses”, afirma Madrid, quien fuera secretario de prensa del exlíder republicano de la Asamblea de California, Rod Pacheco.

Parece una jugada deliberada, concuerdan analistas políticos y expertos.

El giro empezó en junio, en un claro contraste con el espíritu de concordia y colaboración que habían mostrado Newsom y Trump cuando el presidente aterrizó en Los Ángeles tras los históricos incendios de enero.

Así, desde que en medio de las protestas por las redadas migratorias el presidente ordenara enviar miles de efectivos de la Guardia Nacional para “restaurar la ley y el orden” en la metrópolis californiana ante la “incapacidad” de la autoridad local, el gobernador mantiene un pulso permanente con el gobierno federal.

Tras tratar de elevar su perfil y mantenerse en el candelero con un podcast titulado This is Gavin Newsom – un espacio de “discusiones honestas con personas que están de acuerdo y en desacuerdo con nosotros”– desde hace unas semanas el político californiano le planta cara a Trump con una estrategia de redes sociales calcada de la del propio presidente.

“Estilo Trump”

La cuenta en X de su oficina de prensa comparte ahora mensajes con párrafos enteros escritos en mayúscula, haciendo alarde de los logros de Newsom.

El equipo detrás de la cuenta, encabezado por Camille Zapata, una latina de 29 años, incluso creó apodos para el mandatario y su gabinete, como respuesta a todas las veces que Trump llamó al gobernador Newscum —un juego de palabras con su apellido y “escoria” en inglés—.

El que inventaron para Trump es TACO, acrónimo de Trump Always Chickens Out (“Trump sempre se acobarda”), al parecer en referencia a las idas y venidas del mandatario en la imposición de aranceles a otros países.

Algunos de los mensajes compartidos en la red superan los cinco millones visualizaciones.

Hay quienes bromean con el giro en el estilo comunicativo de Newsom.

“Me encanta que el futuro de Estados Unidos lo vayan a determinar dos tíos gritándose el uno al otro en Facebook”, escribió un usuario en X.

Otros se entretienen discutiendo si se trata de una buena imitación o no.

Newson, mientras, asegura que es un “llamado de atención para el presidente”.

“Simplemente estoy siguiendo su ejemplo”, les dijo a los reporteros durante una rueda de prensa el 14 de agosto. “Si tienen problemas con lo que estoy compartiendo (en las redes), deberían también tenerlos con lo que él está compartiendo como presidente”, añadió.

“¿Cómo hemos permitido la normalización de los mensajes (de Trump en las redes sociales)? ¿Que salgan sin un escrutinio similar?”, cuestionó el gobernador.

“Verlo enfrentarse a Trump en las redes sociales —un terreno que el ahora presidente ha dominado durante una década— resulta refrescante, energizante e incluso divertido para muchos demócratas”, dijo el estratega demócrata Anthony Coley al medio The Hill.

Los conservadores no necesariamente lo ven así. “Tiene un cargo importante como gobernador de California, pero si quiere uno mayor, debería ser un poco más serio”, dijo sobre ello Dana Perino, la comentarista política de la cadena conservadora Fox News.

Mientras, la secretaria de prensa adjunta de la Casa Blanca, Abigail Jackson, calificó las publicaciones de Newsom de “raras y nada divertidas”.

Camino a 2028

Sea como fuere, tanto la estrategia de redes como su desafiante postura en la “guerra del gerrymandering” parecen estarle dando rédito.

Las encuestas lo muestran ganando enteros en popularidad frente a otras figuras de su partido.

Con un apoyo del 13%, un reciente sondeo publicado por Echelon Insights le otorgaba el segundo lugar, por detrás de Kamala Harris (26%), en la lista de potenciales candidatos demócratas para las presidenciales de 2028.

Una encuesta anterior de la misma casa, publicada en abril, colocaba a Newsom en sexto lugar con un 4% del apoyo, por detrás de figuras como el exsecretario de Transporte Pete Buttigieg y la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que empataron en 7%. Harris estaba a la cabeza, con un 28%.

“Sin duda Newsom es hoy por hoy la principal figura de la oposición a Trump”, concede Madrid.

Y aunque los californianos le dieran la espalda a su iniciativa para redibujar los distritos electorales en la consulta de noviembre, eso es algo que no está en riesgo, subraya el estratega político.

“La gente quiere pelea, quiere ver a alguien dispuesto a luchar, e incluso si perdiera en el referendo, Newsom quedaría como el que no se quedó de brazos cruzados”, explica.

“Porque la alternativa es no hacer nada, conformarse o ceder. Él está demostrando que está dispuesto a dar la batalla y a liderarla, y creo que eso le va a beneficiar enormemente a nivel político”.

Publicidad