
Gabriel Gaspar y crisis en Perú: Chile debe sacar lecciones sobre el deterioro de la seguridad
El analista señaló que el detonante de los sucesos que llevaron a la destitución de la presidenta peruana fue la ola de crimen organizado trasnacional que afecta al país y la incapacidad del Estado de hacerle frente, a lo que se suman factores políticos y las protestas de la “Generación Z”.
Explicando que la destitución de la ahora expresidenta Dina Boluarte tuvo como detonante la grave crisis de seguridad que se vive en el Perú, como producto del imperio de bandas de crimen organizado transnacional, las mismas que operan en Chile, el académico, exsubsecretario de Defensa y diplomático Gabriel Gaspar dijo a El Mostrador que Chile debería sacar lecciones de lo que acaba de ocurrir.
Al respecto, precisó que “la súbita destitución de la presidenta o la expresidenta peruana Dina Boluarte llama a una amplia reflexión”, aseverando que pese a los bajísimos niveles de aprobación que esta tenía, del orden el 3%, logró mantenerse en el poder “simplemente porque tenía el apoyo del congreso”, el cual en varias ocasiones anteriores rechazó destituirla.
Ante la pregunta de qué sucedió entonces, Gaspar señaló que “había alianzas bastante complejas entre fuerzas de derecha y de izquierda. Para hacer un símil chileno, la mesa del congreso era una mezcla de alianza entre republicanos y el Frente Amplio, más o menos”.
Sin embargo, “eso se rompió”, generando la pérdida del piso sobre el cual se sustentaba la mandataria. Ante ello, comentó como hipótesis que el nivel de indignación ciudadano y de rechazo a la exmandataria era tan alto que ante las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias (en abril de 2026) “muchos candidatos estaban sacando la cuenta que si se asociaban demasiado a la presidenta Boluarte les iba a ir muy mal”.
El detonador de todo ello, detalla, es que “esta situación está vinculada al deterioro de la seguridad ciudadana en el Perú, y aquí hay varias lecciones. El Perú viene viviendo índices de violencia provocada por las bandas transnacionales que asolan tanto el Perú como buena parte de América Latina, incluido Chile, desde hace años, pero en los últimos tiempos esto se ha deteriorado más aún. Las respuestas han sido insuficientes”.
Al respecto, ahondó indicando que “la seguridad ciudadana se ha visto deteriorada por las bandas que se han instalado en el Perú, las mismas que se han trasladado a Chile, de las cuales la más conocida o la más publicada periodísticamente es el Tren de Aragua, pero también ahí hay otras como Los Pulpos, que son peruanos, como los Choneros, que vienen del Ecuador, como Los Espartanos, que vienen de Colombia, y hay muchos más, que se conocen poco, a los cuales se suman las franquicias locales”.
También expresó que “objetivo de estas bandas, en mi opinión, y no es solo mía, sino que es compartida con otros analistas de Latinoamérica, es el control del territorio. No buscan matar gente necesariamente, matan gente para controlar territorio, pero una vez que controlan, lo que le buscan es el lucro y allí el principal recurso, que es el también el más invisible, porque se denuncia poco, es la extorsión. Se destaca mucho el narcotráfico, pero el narcotráfico es lo más visible, pero la extorsión puede ser lo más rentable: En el caso del Perú, la extorsión llega a los colegios, llega a los microbuseros, a quienes le queman el bus sino pagan, y llega incluso a los artistas”, recordando que “hace un par de días, en un concierto de una banda musical de cumbias, que se había negado a pagar extorsión, esta fue ametrallada en plena actuación, lo que provocó un escándalo y de ahí se precipitaron todos estos hechos”.
Las protestas
A ello se suma otro fenómeno global: la irrupción de las protestas de la llamada “Generación Z”, que tiene como su principal ícono la bandera pirata del comic One Piece.
El académico señala que hay un símil con las protestas en Nepal y que “lo cierto es que los jóvenes venían protestando hace algunos días, particularmente los fines de semana, pero lo que deterioró más la situación fue, por un lado, un paro encabezado por los conductores de microbuses, extorsionados por estas bandas, como también el realizado por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil”.
Frente a todo ese panorama, indicó que hay que preguntarse si la destitución de la presidenta Boluarte y el ascenso del nuevo presidente (el presidente del congreso) será suficiente para restablecer la estabilidad en el Perú, sobre todo ad portas de las elecciones de abril próximo.
Según ilustró, “el sistema político peruano permite hoy día una amplitud de partidos políticos, existen más de 40 hoy día y, por tanto, habrá una multitud de candidatos presidenciales, lo cual indica que lo más probable es que en primera vuelta ningún candidato obtenga el 50 más uno. Entonces, va a pasar algo similar al de la última elección en la cual ganó Pedro Castillo, pero con un porcentaje muy mínimo”.
En todo ello incide “un sistema político muy fragmentado y con escasa cohesión interna, a lo que se suma que la mayoría de estos partidos carecen de una plataforma programática, de una base social cohesionada, de un arraigo histórico, por lo que se abre un horizonte de inestabilidad”.
De hecho, recordó que son no pocos los analistas que dicen que en Chile, donde ya hay más de 20 partidos, el horizonte político “se está peruanizando”.
Migración
Otro punto, dijo Gabriel Gaspar, es que es probable que producto de esa inestabilidad se produzca una nueva oleada migratoria hacia Chile, aunque precisó que “en Chile, la colonia peruana es una colonia ya instalada y, en general, de muy buena adaptación social y cultural, y de todo tipo, desde hace décadas, y existe desde hace años un ir y venir de familiares, de visitas, y obviamente eso puede que se intensifique”.
Sin embargo, volvió a insistir en que el problema de fondo es que “hay bandas que están amenazando a las poblaciones civiles indefensas de Perú, Chile, Ecuador, en fin, ante lo cual los Estados tienen que coordinarse y enfrentarlos con decidida acción, y por tanto yo le enviaría a nuestros vecinos peruanos nuestra fraterna disposición a cooperar en todo lo que es el combate a este flagelo de la violencia”.