¿Cuál liberalismo?
Revisando columnas de este medio electrónico uno se da cuenta que el corazón del director o de algún directivo sufre de debilidad por el llamado liberalismo. Volcados como están nuestros politólogos criollos sobre el ombligo de esta «cosa» llamada transición, no sólo exponen ideas: también se envían mensajes cuya criptología desconozco.
¿Pero de qué liberalismo estamos hablando? Del que siente que sólo una alianza con sectores moderados, para llamar eufemísticamente de algún modo a varios sino muchos de los que participaron en los famosos 17 años, puede ampliar la base de este proyecto político de reconstrucción de la democracia.
Pero, ¿es lícito confundir medios con fines? Si el deseo es seguir en el poder a cualquier costo, prosiguiendo la loca carrera hacia la nada, desdibujando cada vez más lo que se entiende como sociedad democrática, entonces es bien entendible esto de ampliar hacia la derecha la base de apoyo que actualmente se tiene y que no es precisamente de una aplastante mayoría.
Ser liberal es lo opuesto de ser conservador y de esa premisa deberían partir y desarrollar en modo actualizado lo que quieren proponer. Claro que usando una propuesta real y no emborrachando la perdiz pidiendo a sectores populares el voto para después llenarse de engoladas frases democratoides y actuar en beneficio de minorías que se tragan el 80 por ciento o más del producto social.
El liberalismo político hoy, con contenido social y, más que eso, humano, es la socialdemocracia, quieran o no los libre mercadistas. Y, a los efectos de la ciencia política, sigue siendo más interesante el accionar de un Lionel Jospin que estas curiosas discusiones sobre si son galgo o podencos los que van a reconquistar el poder político, que siguen condicionando a su amaño desde sus trincheras de riqueza.
Un país donde la sexualidad de la mujer está manejada por la maldad clerical y un Estado pueril, no es precisamente el mejor terreno para hablar de libertades, liberalismos. Excepto que se haga con coraje, decisión y mojándose las partes pudendas.
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