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Piñera y la piedra filosofal de la economía Opinión

Piñera y la piedra filosofal de la economía

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Iván Auger
Por : Iván Auger Abogado y analista político
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La única explicación de este ofertón es la demagogia o que el candidato crea que puede hacer crecer la economía de nuestro país a la velocidad que incrementó su fortuna personal, de la nada, a 500 mil millones de pesos, en menos 30 años. Si lo lograra, transformaría a Santiago en un lugar de peregrinaje de personajes como Obama, Hu, Putin, Sarkozy, Lula, profesores de economía, incluso premios nobeles.


Al escuchar el último debate presidencial quedé estupefacto.

Piñera dijo que durante su gobierno Chile pasaría a ser un país desarrollado, alcanzando nuestro PIB per cápita al de Portugal. Agregó que hoy estos son de 14 mil y 24 mil dólares, respectivamente.

Además, crearía un millón de empleos, es decir, aumentaría entre 13 y 14% la actual fuerza de trabajo, con buenos salarios, y, con el mismo fin, capacitaría a 5 millones de trabajadores, más del 80% del total. Y todo esto lo haría sin aumentar los impuestos, salvo en extremis, ni cambiar nuestro sistema productivo fundado en la exportación de cobre y otros productos primarios.

Nadie le preguntó, por supuesto, a que PIB per cápita se refería, si al nominal o al ajustado por  la paridad de poder adquisitivo. El primero representa el nivel económico internacional de un país de acuerdo a su población. El segundo, además, lo ajusta por el costo de vida de cada país.

Nadie le preguntó, por supuesto, a que PIB per cápita se refería, si al nominal o al ajustado por  la paridad de poder adquisitivo. El primero representa el nivel económico internacional de un país de acuerdo a su población.

Por esa razón, en los países en desarrollo, como Chile, el PIB  nominal  es inferior al ajustado, porque el costo de vida es más bajo que en los países desarrollados, debido a que sus impuestos son menores y la mano de obra es barata (bajos salarios). En los desarrollados, en cambio, son de montos similares. Y esa diferencia también se presenta hoy entre nuestro país y Portugal

En efecto, según el  Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial el PIB per cápita nominal y el ajustado por el costo de vida de Chile, el año 2008 (se indica el promedio entre ambas instituciones porque no son idénticos) era de US$ 10,114 y 14.497 y los de Portugal, en cambio, era de US$ 22.942 y 22.682, respectivamente. En otras palabras, Piñera se estaba refiriendo al PIB ajustado por el costo de vida.

Tal promesa es imposible de cumplir, salvo que Piñera hubiera descubierto la piedra filosofal de la economía.

Tendría que aumentar el PIB per cápita nominal de US$ 10.114 a US$ 22.942, es decir, más que duplicarlo en ocho años, porque ese PIB es la base del ajustado por el costo de vida que tiene en mente.

A la vez, debería cerrar la brecha entre los PIB ajustados por los costos de vida de Chile y Portugal, y la única manera de hacerlo es incrementado los costos de nuestra economía, en especial los salarios y tributos, en un 50%. Las otras alternativas son duplicar la cotización en dólares del peso o disminuir a la mitad la población, es decir, el per cápita.

Ningún país, ni siquiera China y los dragoncillos asiáticos, ha logrado un milagro similar.

La única explicación de este ofertón es la demagogia o que el candidato crea que puede hacer crecer la economía de nuestro país a la velocidad que incrementó su fortuna personal, de la nada, a 500 mil millones de pesos, en menos 30 años. Si lo lograra, transformaría a Santiago en un lugar de peregrinaje de personajes como Obama, Hu, Putin, Sarkozy, Lula, profesores de economía, incluso premios nobeles.

No obstante, tengo mis serias dudas. Hasta ahora nadie ha  encontrado la piedra filosofal de la economía, aunque otros también lo creyeron recientemente en Wall Street, y nos arrastraron a una catástrofe.

Al poco seguir el debate tuve otra gran sorpresa, pero esta vez de un periodista, quien preguntó a Frei su opinión acerca de la exigencia de la OCDE, para aceptarnos en su seno, de establecer la “flexibilidad laboral”.

Al parecer, no conocía demasiado la materia. Según el índice de libertad económica, que elaboran todos los años The Wall Street Journal y The  Heritage Fundation, que cubre a 183 países, a través de 10 libertades específicas, entre ellas las de comercio, empresarial, del gobierno y del trabajo, Chile ocupa el lugar 11 (es superado por solamente 8, de los 30, miembros de la OCDE).

En cuanto a la libertad de trabajo, que se define como flexibilidad laboral, solo 11 de los países miembros de OCDE tienen más, y 19 menos, que Chile. Y en el caso de Portugal, la meta de Piñera, tiene casi la mitad de nuestra flexibilidad: 75 puntos Chile, v/s, 40,3 de Portugal.En otras palabras, salvo que The Wall Street Journal y The Heritage Foundation se hubieran repentinamente convertido a la izquierda, Chile tiene más que amplia libertad económica y flexibilidad laboral para ser miembro de la OCDE.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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