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La letra chica y el fin de las Listas de Espera AUGE: un engaño histórico

Marco Antonio Nuñez
Por : Marco Antonio Nuñez Médico, PHD y presidente de Ópticas de Chile
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La Contraloría General de la Republica deberá obligar a la autoridad de Salud a transparentar las listas de espera 2011 en las próximas semanas. Tendrán que ser más imaginativos con las explicaciones, esta vez, sin letra chica, ni exageraciones.


“Le he solicitado al ministro de Salud terminar con las listas de espera en materia de cirugías y enfermedades AUGE dentro de los próximos dos años” nos anunció solemnemente el Presidente Sebastián Piñera en el Salón Plenario del Congreso a todos los chilenos el 21 de mayo del 2010. Lo dijo entusiasmado, con ganas de hacer bien las cosas. Desde la oposición celebramos tan ambiciosa meta y nos dispusimos a colaborar con esta necesaria rectificación a la reforma más exitosa realizada en la salud en los últimos años: el AUGE.

Un año y medio después, la realidad es otra. Un gobierno con el menor respaldo ciudadano de la historia, utiliza el slogan fácil y al anuncio del cumplimiento de metas que nunca se lograron: nos piden que celebremos como un logro el “fin de las listas de las históricas listas de espera”. El gobierno entiende como históricas aquellas listas que existían hasta el 10 de marzo del 2010. Nuevamente la letra chica, esta vez acompañada de celebraciones con cotillón y centenares de acarreados. Nos habían engañado nuevamente a los chilenos. Se trataba de confundir a la gente y dar la imagen que se hicieron las cosas que se prometieron. La lista de espera AUGE sigue, pero no sabemos cuan extensa es porque le niegan la información al Congreso, a organizaciones de salud y a los ciudadanos. La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados envió el 12 de mayo de 2011 un oficio fiscalizador al Ministerio de Salud, aún sin respuesta.

Las listas de espera en los hospitales y las colas en los consultorios son expresión de la oferta insuficiente a una demanda creciente en sistemas que aspiran a ser universales en su cobertura. La alternativa es seleccionar por ingreso y, en este caso, acceden a la atención de salud solo aquellos que pueden pagar. Las listas de espera son dinámicas, se administran, se transparentan, se acortan hasta desaparecer. No se definen estáticamente, son cambiantes por definición. Eso lo sabe el Presidente y su Ministro, pero prefirieron recurrir nuevamente a la letra chica esta vez acompañada del ocultamiento de información de FONASA, incluso al Consejo de Transparencia, posicionándose como el Ministerio con mayor incumplimiento de la Ley de Transparencia.

Chile se ha caracterizado por publicar estadísticas comprobables de sus indicadores de salud durante 60 años. Este episodio de celebración de metas no cumplidas recurriendo a resquicios, no tiene precedentes en el sector salud. Las listas de espera AUGE siguen, probablemente aumentan, no lo sabemos porque decidieron esconder las estadísticas. Solo queda el confeti en el gimnasio de Cerro Navia y el Ministro gritando frente a adultos mayores con problemas de visión, hipertensos o diabéticos que probablemente aun están en listas de espera AUGE.

Si no son capaces de concebir reformas profundas en el sector salud, los entendemos. Pero no ser capaces de enfrentar el abuso de las Isapres, los altos precios de las clínicas privadas, la colusión de las farmacias y laboratorios farmacéuticos, y además gestionar listas de espera  AUGE de hace un año y medio anunciando su extinción, cuando no es así, es derechamente inaceptable.

La Contraloría General de la Republica deberá obligar a la autoridad de Salud a transparentar las listas de espera 2011 en las próximas semanas. Tendrán que ser más imaginativos con las explicaciones, esta vez, sin letra chica, ni exageraciones.


(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl
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