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La necesidad de una política hídrica nacional

Por: Felipe Martin, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego


Señor Director:

Ante la situación hídrica que hoy vive el país, me llaman mucho la atención los escritos publicados de destacadas personalidades del mundo político y técnico, relacionados al sector del agua, y que han empezado a recapitular sobre acciones pasadas, desmarcando su responsabilidad en los actos y decisiones que se tomaron en su momento, y que han contribuido a que el país se encuentre en este actual escenario.

Chile pierde un 84% del agua en el mar, utilizándose un 16% del agua que escurre por las cuencas del país, mientras que sólo se regula un 4% a través de embalses para irrigación. Esto se traduce en más de 50 años de atraso en el desarrollo de grandes obras hidráulicas, y que hoy nos están pasando la cuenta y ponen en riesgo el desarrollo socioeconómico del país y especialmente el bienestar de los productores agrícolas.

Al analizar la escasez hídrica como tal, queda de manifiesto la falta de compromiso en políticas públicas de largo plazo y de un plan de desarrollo ordenado del país. Esta realidad, ha llevado a algunos a escribir columnas de opinión estableciendo la responsabilidad de esta situación en la escasa coordinación institucional, en la poca regulación o en la ausencia de políticas. Sin embargo, estos 3 puntos dependen en gran parte de los gobiernos de turno.

Por lo tanto, ¿por qué no se actuó antes? La evasión a una política hídrica nacional de largo plazo se debe a que los resultados efectivos se verán tras 15 años de trabajo, y por lo tanto, políticamente es poco rentable. El traslado hídrico a lo largo de todo el país requiere un mercado del agua sólido, en donde los privados, que no están utilizando por completo sus propios recursos, puedan venderlos o arrendarlos a quienes los demandan, sin importar su ubicación geográfica. Para lograr esto se requiere infraestructura.

Se habla de que el agua tiene que asignarse de acuerdo a prioridades, pero ¿qué herramienta de fomento a la inversión privada se ha generado respecto a este tipo de prioridad?

La falta de liderazgos en los tiempos pasados, para entregar a la comunidad un diagnóstico y soluciones reales, regular el sobre otorgamiento de derechos de aguas y elaborar planes de acciones sostenidas, han sido el gran problema y no quien usa, distribuye, fiscaliza, coordina o planifica el recurso.

Se debe pensar en realizar obras hidráulicas de multipropósito, que beneficie transversalmente a todos los sectores productivos, a la sociedad y a cada chileno. Para ello, debemos trabajar en una “visión país” donde juntos, sector público y privado, despleguemos acciones que sean sostenidas y sustentables en el tiempo. Tenemos una institucionalidad moderna la cual podemos fortalecer a nivel mundial.

El Gobierno del Presidente de la República, Sebastian Piñera, está trabajando en un desarrollo a nivel nacional de largo plazo, que sea transversal a los tiempos electorales. Además, está evaluando la construcción de infraestructura y conectividad hídrica, potenciando la infiltración subterránea o recarga de acuíferos, la eficiencia en la gestión del agua, la profesionalización de quienes tienen que administrar el recurso y, así, disminuyendo las consecuencias derivadas del cambio climático.

Podemos cambiar la situación que hemos visto producto del invierno altiplánico y la sequía, si todos trabajamos juntos por nuestro futuro.

Por ello, hago un llamado a la reflexión, ya que la única manera de cambiar nuestro escenario es asumir el actual déficit de infraestructura hídrica, ejecutar un plan para reducir la brecha en el atraso de obras y fortalecer la institucionalidad que tenemos. Debemos administrar sin pensar en resultados inmediatos, sino en el futuro de nuestros hijos, nietos y del país, su capacidad de crecimiento, la descentralización y la creación de polos de desarrollos regionales.

Felipe Martin
Secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego
Ministerio de Agricultura

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