Se han visto y se ven en su pantalla obras trascendentes y consagradas, títulos clásicos de la historia cinematográfica y películas actuales poco difundidas del cine universal y nacional que no tienen acceso a las multisalas de las cadenas internacionales.
El Cine Arte Normandie inició sus actividades en 1982 en su primera sede, ubicada en la Alameda Bernardo O’Higgins, la que se convirtió rápidamente en un espacio de libertad frecuentado por intelectuales, estudiantes, cinéfilos y artistas en general.
Esos fueron años de trabajo intenso, considerando los tiempos que vivía el país y las dificultades que encontraba el ambiente cultural independiente para desarrollar sus obras y presentarlas al público.
Desde 1991 en su sala de calle Tarapacá, en el centro de Santiago, ha continuado con la difusión del cine con valores culturales y estéticos a través de la misma línea programática establecida en sus orígenes y que cumple con la función que debe desempeñar una sala de arte, vale decir, constituir un aporte a la vida cultural de la ciudad en que está inmersa.
[cita]Se han visto y se ven en su pantalla obras trascendentes y consagradas, títulos clásicos de la historia cinematográfica y películas actuales poco difundidas del cine universal y nacional que no tienen acceso a las multisalas de las cadenas internacionales.[/cita]
Se han visto y se ven en su pantalla obras trascendentes y consagradas, títulos clásicos de la historia cinematográfica y películas actuales poco difundidas del cine universal y nacional que no tienen acceso a las multisalas de las cadenas internacionales.
Realiza en los últimos años una sostenida difusión del mejor cine chileno actual y una intensa actividad de acercamiento del cine a la educación, a través de programas coordinados con organismos como el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que permiten un conocimiento más acabado de este arte a profesores y estudiantes de colegios de Santiago.
El aniversario 31 encuentra hoy al Normandie en su amplia sala de noble arquitectura tradicional -con dos plateas que pueden recibir cómodamente a más de 600 espectadores- equipada recientemente con una moderna infraestructura de proyección de cine de alta tecnología, que ofrece imágenes y sonidos que no tienen nada que envidiar a los de los grandes complejos de multisalas. Pero no expende ni expenderá “cabritas”.
Comenzando esta tercera década de su presencia cultural en Santiago, el Cine Arte Normandie se encuentra por tanto en un muy bien pie para seguir operando imbuido de los mismos principios que le dieron origen.
