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Una ministra en La Legua Opinión

Una ministra en La Legua

Gustavo Arias
Por : Gustavo Arias Concejal por San Joaquín. Integrante del grupo Legua York.
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No es menor para nosotros que a sólo cinco meses de asumir el cargo, la ministra de Cultura haya decidido con su equipo visitarnos, conocer nuestras calles y lanzar los fondos concursables de este año en nuestra población. Porque nunca antes un ministro o ministra de cultura visitó La Legua.


La población La Legua no deja de estar en las noticias, por uno u otro motivo. Habitualmente se usa para ejemplificar las más grandes decadencias de la ciudad de Santiago: droga, pobreza, delincuencia. La mayor parte de las veces que una cámara de televisión ingresa a la población es para un reportaje sensacionalista, un hecho de sangre o simplemente para registrar y dejar en claro que es uno de los sectores más marginados de la ciudad.

Marginados porque se nos margina de la posibilidad de presentar la otra cara de la población.

Muchas personas no se imaginan que en nuestras calles hay energía bullante y positiva, que quiere crear, que quiere crecer y que se enorgullece también de sus raíces. Porque hace algún tiempo atrás decir que eras legüino se ocultaba, como un estigma. Hoy, muchos de nuestros hermanos pobladores ya no tienen ese miedo a decir de donde vienen. En esto ha aportado esa energía que emana de la población: positiva, que quiere salir adelante, crecer y vivir en paz, de la mano de la cultura popular.

Hace algún tiempo que en ciertos medios no oficiales ha llamado la atención agrupaciones como Raipillán (quienes han representado a Chile en diversas actividades), el centro cultural San Joaquín (evaluado con la mejor gestión entre los centros culturales), la Ruta Patrimonial de La Legua y como próximo proyecto el museo de la población. Incluso humildemente, nuestro proyecto, Legua York, con quienes con mucho orgullo hemos tenido la suerte de llevar el nombre de La Legua a través del rap a diversos lugares de Chile e incluso otros países.

Y sin embargo, las autoridades aún le temen a La Legua.

[cita]Hoy, muchos de nuestros hermanos pobladores ya no tienen ese miedo a decir de donde vienen. En esto ha aportado esa energía que emana de la población: positiva, que quiere salir adelante, crecer y vivir en paz, de la mano de la cultura popular.[/cita]

Por eso, no es menor para nosotros que a sólo cinco meses de asumir el cargo, la ministra de Cultura haya decidido con su equipo visitarnos, conocer nuestras calles y lanzar los fondos concursables de este año en nuestra población. Porque nunca antes un ministro o ministra de cultura visitó La Legua.

En otras actividades me tocó estar con ministros anteriores, que la verdad ni siquiera nos saludaban, porque no somos pobladores para ellos: somos una estadística, un número más dentro de una población que para ellos más que un aporte era un problema.

Nos hemos sentido muy contentos con esta visita, sabiendo también que nos la merecemos.

Porque es en estas calles que muchos jóvenes con su esfuerzo han mejorado su calidad de vida. No somos nosotros quienes debemos acercarnos a La Moneda. Es La Moneda la que debe acercarse a nuestros espacios, y reconocemos esto en el espíritu actual de los nuevos aires que ha invadido la gestión del Consejo de la Cultura. Escucharnos a los pobladores, escuchar a las comunidades indigenas y mestizas, conversar con gestores y agrupaciones, andar a pie conociendo poblaciones, para palpar la realidad cultural mas allá de una sala de teatro ultra guay.

Eso es lo que hemos estado esperando hace años. Personas con las cuales dialogar. No para pedir favores. Simplemente para contar en qué estamos, compartir una taza de té y encontrar aquellos intereses en común en los que podamos avanzar. Porque queda mucho para poder seguir adelante, y la única vía de mejora de este sistema es a través de la cultura, pero la cultura a pulso, de la calle, hecha con amor y cariño día a día. Esa es la que mejorará nuestra ciudad y nuestra calidad de vida.

En eso estamos de acuerdo, ministra, y la esperamos cuando quiera a compartir un mate por las calles de La Legua conversar de lo humano y lo divino (como decían los cantores y las cantoras) o para debatir lo educativo que es la cultura y las artes más allá de la lógica del mercado… vamos que se puede, la cultura está viva y camina por las calles de a pie y sin temor, junto a todas y todos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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