Desigualdad de Oportunidades
Señor Director:
Muy poco se ha hablado en el debate público acerca de cómo la reforma educacional incide en los colegios particulares pagados, los cuales no representan más de un 8% de los colegios a nivel país, pero, sin embargo, es ahí donde se generan las diferencias más grandes con respecto al resto del sistema educacional chileno.
En la PSU 2014 se mantuvo una tendencia que se venía dando hace ya muchos años, los colegios particulares pagados superaron por un gran margen a los colegios municipales y por otro algo menor a los particulares-subvencionados, lo que simplemente denota las diferencias educativas entre estratos socioeconómicos, además de la desigualdad de oportunidades que la educación chilena se encarga de cosechar.
De los 20 colegios con mejor rendimiento en esta prueba en la Región Metropolitana, 18 pertenecen a las comunas de La Reina, Lo Barnechea, Vitacura, Providencia o Las Condes. En cuanto a regiones, las estadísticas no son más alentadoras, puesto que destaca una gran brecha entre regiones y la Región Metropolitana, pues esta última concentra los mejores puntajes del país.
Podré sonar excesivo, pero estas estadísticas me recuerdan momentos históricos bastante bochornosos en la humanidad, y me parece que merecen ser comparados con la situación actual de la educación chilena.
Apartheid sudafricano: Este fue un sistema de segregación racial, que consistía básicamente en crear lugares separados para el desarrollo de la población blanca totalmente alejada de la negra. Su propósito era mantener el poder de la población blanca (21% de Sudáfrica) y que este no fuera arrebatado. En Chile logramos ver que el sistema educativo cumple una labor similar, pero discriminando según estrato económico. Los más ricos tienen acceso a los mejores colegios y, por tanto, acceso a una mejor calidad de vida, y los más pobres tienen acceso a aquellos colegios que no garantizan un nivel educativo básico.
Declaración de la libertad de vientres: Este fue un principio jurídico que declaraba que los hijos de esclavos nacen libres. En Chile la esclavitud está abolida, pero el hecho de nacer en un estrato socioeconómico inferior, te garantiza el incumplimiento de derechos sociales hacia tu persona (salud, educación, jubilaciones, etc.), es decir, hay una gran diferencia de oportunidades entre personas desde el día de su nacimiento.
En lo personal me tocó vivir la otra cara de la moneda, la del 8% privilegiado con acceso a educación, donde la conciencia social es muy pobre, a excepción de muy pocos interesados por voluntad propia, jamás por el colegio. Lo que más me disgusta de este entorno es la poca preocupación por los problemas nacionales, que afectan a la inmensa mayoría de este país, y el inexistente énfasis que se le da a este tema en la educación que diariamente recibimos. No me parece que esto sea culpa en sí de las personas que me rodean, sino de lo naturalizado que está en Chile entender la educación como un bien de mercado y no como un derecho social, lo cual se da simplemente porque a mi generación le tocó vivir con eso y lo tomó como lo normal, salir de la “burbuja” depende simplemente de la intención que cada uno tenga por lograr algún tipo de cambio significativo.
El tipo de educación que recibimos tampoco es un ejemplo, es simplemente cumplir con el programa que entrega el Ministerio de Educación y preparar a los alumnos para las pruebas estandarizadas y, así, conseguir más alumnos a través de buenos resultados. Al fin y al cabo ese es el objetivo en la mayoría de los colegios, las pruebas estandarizadas.
La segregación educacional va a continuar mientras la reforma no tome en cuenta a los colegios particulares pagados, puesto que se sigue fomentando y creando una educación diferencial en las elites, que solo contribuye al incremento en las diferencias de oportunidades entre clases sociales. Además es ahí, en ese 8%, donde se encuentra la mayor brecha con respecto al país.
Mi única explicación por la cual creo que no se toca a estos colegios en la reforma, es por simples intereses privados de las mismas personas que nos gobiernan, ya sea por la misma educación que quieren para sus hijos, por intereses comerciales, por mantener esta cómoda diferencia, etc. Por lo que me es muy difícil encontrar una solución a este injusto problema.
Lo único que se me ocurre, es lo que creo que le da más sentido a mi crítica, el hecho de que la haga desde la comodidad de un colegio privado. Quizás la única forma de que estos colegios sean considerados en la reforma educacional, es que esta misma crítica nazca desde los propios estudiantes de colegios privados, que ese mismo entorno al que tildé de no tener conciencia social logre darse cuenta de las distintas e injustas realidades que se dan en Chile y, además, sea crea capaz de poder hacer algo por cambiarlas. Parte importante de cómo cambiarlas, es sentir el deber de invertir las oportunidades que la educación entregó en pos de poder ampliarla y que no sólo sea recibida por esta minoría beneficiada.
Pablo Córdova
Estudiante 4° Medio 2015