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Dentistas no acreditados: el Estado debe proteger a los pacientes

Jaime Acuña D’Avino
Por : Jaime Acuña D’Avino Presidente nacional del Colegio de Cirujano Dentistas de Chile A.G.
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Una situación crítica se viene produciendo desde hace años con la enseñanza de la carrera de Odontología, con perjuicios que irremediable y gravemente empiezan a afectar a la salud bucal de la población. Los problemas acumulados anticipan una crisis a la que, creemos, está llamada la acción decidida de las autoridades de Gobierno.

Tenemos el deber de advertir sobre los efectos que tiene la desregulación de la enseñanza en carreras de la salud en general, y de esta en particular. El número de programas de pregrado en Odontología ha sufrido un explosivo aumento en los últimos años.

De las tres escuelas que existían hace poco más de una década, al día de hoy la cifra ha aumentado a cerca de 35. De estas, no más de la mitad se encuentran debidamente acreditadas, evidenciando aquello de que la voluntariedad no es suficiente para lograr un proceso de revisión y certificación de lo que se enseña en cada casa de estudios. Experiencias como las vividas recientemente en la Universidad del Mar avalan la necesidad de tomar medidas adicionales.

[cita] La no obligatoriedad de acreditación en Odontología es grave. Junto con Medicina, son las únicas dos profesiones facultadas por el Código Sanitario para diagnosticar, prescribir y tratar pacientes.[/cita]

Asimismo, el rápido incremento de escuelas dentales en el país genera un aumento en la demanda de académicos preparados para entregar los contenidos expresados en las distintas mallas curriculares. La carrera académica de un docente en ciencias médicas no se puede improvisar y en el caso de odontología solo tres escuelas tenían cuadros académicos bien estructurados, los que se han ido desmantelando para ir conformando cuadros similares en el resto de las escuelas.

Sobre el particular, en necesario señalar que en la última década el crecimiento de la oferta educacional en la carrera de Odontología ha crecido en  casi un 1000%, permitiendo que hoy estén egresando de esta carrera alrededor de 1.200 alumnos, quienes pagan el arancel más alto del sistema universitario de pregrado.

En el proceso de selección se registran puntajes entre los 400 y los 788 puntos en las pruebas de selección PSU, lo que demuestra que los procesos de enseñanza y aprendizaje deben dar cuenta de esta realidad y reflejarlo en los programas de estudio.

Como lamentable complemento, hoy en día existen algunas escuelas que no cumplen con los planes de infraestructura necesarios, obligando a sus estudiantes a buscar alternativas para obtener –no siempre de la mejor forma– las competencias que les permitan completar su ciclo formativo.

Por todo ello, debemos advertir: la no obligatoriedad de acreditación en Odontología es grave. Junto con Medicina, son las únicas dos profesiones facultadas por el Código Sanitario para diagnosticar, prescribir y tratar pacientes. Sin, embargo, en el caso de aquella carrera sí existe acreditación y además examen nacional, lo que garantiza a nuestros compatriotas ciertos estándares que, para nuestra profesión, que históricamente se ha enorgullecido de su alto nivel, hoy no se están exigiendo.

Pues bien, como consta en Ley 20.129, se excluye del sistema de acreditación a Odontología, lo que implica a su vez que la calidad de la formación de dichos profesionales no está siendo cautelada por el Estado de Chile, lo que sin duda afectará, en el mediano y largo plazo, a los pacientes de aquellos profesionales, quienes en algunos casos, sufrirán las consecuencias de ser atendidos por un profesional que no cuenta con los estándares mínimos de formación académica requeridos para el competente ejercicio de nuestra profesión.

El espíritu de nuestro Colegio es proponer mayores niveles de control para la formación. Abordar esta problemática es imprescindible para iniciar la reconstrucción de la salud bucal de nuestras y nuestros compatriotas, que por años ha sido una zona de catástrofe. Estamos comprometidos con la calidad profesional y queremos invitar a los actores con capacidad de decisión a comprometerse con garantizarla.

Por ello en los últimos días hemos solicitado formalmente al Ministerio de Educación la acreditación obligatoria de la carrera de Odontología. Y tenemos la convicción de que, ante el peso de estos argumentos, la autoridad incluirá esta necesaria medida en la nueva Ley de Educación Superior.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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