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Alcaldes presidenciables, inaceptable Opinión

Alcaldes presidenciables, inaceptable

Pablo Jaeger
Por : Pablo Jaeger Abogado y profesor de derecho de aguas. Accionista minoritario de El Mostrador
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La Sra. Matthei ha informado recientemente por la prensa que podría ir de candidata a la reelección en Providencia y después, si gana, ser candidata a Presidenta de la República, renunciando al cargo de alcaldesa. Lo haría porque no habría “impedimento legal” y “todos lo hacen”.

Antes, el 30 de agosto pasado, había declarado que era “inaceptable” ir de candidata a alcaldesa y renunciar después para ir por la Presidencia. Ahora, tres meses más tarde, ha dejado de ser “inaceptable”.

Yo sigo pensando que es inaceptable, y agrego que sería inmoral, grosero e ilegal, además de una grave falta de respeto a los vecinos de Providencia.

Veamos cómo podrían ser las cosas: la alcaldesa se presenta de candidata a alcaldesa; en las elecciones de abril de 2021 eventualmente es electa; en mayo asumiría el cargo; ese mismo mes, o en junio, renunciaría al cargo de alcaldesa si decide ser candidata a Presidenta; el Concejo de Providencia tendría que elegir entre sus integrantes al nuevo alcalde, que estaría en funciones hasta el final del período.

Así, los vecinos de Providencia tendrían de alcalde por 4 años a una persona que nunca fue candidato a ese cargo. ¿Qué les parece? ¿Es aceptable?

Por otra parte, que la Sra. Matthei les informe a los vecinos que puede presentarse de candidata a alcaldesa, pero pensando en ser candidata a Presidenta, también es inaceptable. Es un engaño, pero además demuestra falta de compromiso con la comuna. Nos dice, “puedo ser esto o lo otro, según mi propia conveniencia”.

Asimismo, creo que esta oscura maniobra es ilegal. Nos preguntamos si se ajusta a la probidad administrativa una acción como esta, que pudiera devenir en un “notable abandono de deberes” de la alcaldesa presidenciable. El artículo 8 de la Constitución señala al respecto que “el ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones”, lo que según la ley significa “observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular”.

Así las cosas, juzgue usted si competir en una elección sabiendo que podrá renunciar si resulta electa, para ser candidato a otro cargo, es una actitud honesta y leal. O, peor aún, no se hará evidente que la candidata está anteponiendo su interés personal por sobre el interés general. Los vecinos de Providencia tienen la palabra.

De más está decir que todo lo aquí señalado también es aplicable a los alcaldes Lavín y Jadue.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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