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A mi ‘partido’ por dos: carta de un DC

Por: Aníbal Wilson P.


Señor Director:

Camaradas: A pesar de estar alejado ya un buen tiempo, siempre espero lo mejor para mi partido del cual fuí consejero y presidente de una Junta de Vecinos en Vitacura, conservando los mejores y hermosos recuerdos de lo logrado.
Una pena lo que está pasando y sobre lo mismo me pregunto: ¿qué habrían dicho de esta torpe división y del tema específico, algunos de nuestros líderes como  Bernardo Leighton, Radomiro Tomic, Renán Fuentealba o Eduardo Frei Montalva? Y más grave aún, el que fuera inspirador de su doctrina, prácticamente su fundador, el eminente y renombrado filósofo Jacques Maritain, quien basa su teoría humanista en la idea del hombre integral.
«El hombre posee diversas dimensiones, las cuales reclaman ser atendidas. No existe peor error que aquel afán de reducir al hombre a una sola de estas dimensiones. No es puramente un ente económico, así como tampoco es un ente exclusivamente espiritual. Maritain hace ver cómo los reduccionismos que se ocupan de una sola faceta humana, terminan por volverse contra el mismo hombre. Ahogan la riqueza de la diversidad de las manifestaciones humanas, haciendo que también la sociedad pierda riqueza. No sólo la vida privada se afecta por esta restringida visión del hombre, sino también los sistemas sociales, económicos, políticos, educacionales, etc.  Rechazan, los prosélitos de estos reduccionismos, esa integridad que reclama ser atendida, que es concederle al hombre una dimensión más allá de la económica,  porque reconocer al hombre cabal, dotado de humanidad plena, les resulta contradictorio con su noción y concepción del hombre útil, productivo y funcional solo a constituir una pieza más de una maquinaria cuyo fin utilitario es que esta marche exitosamente compitiendo con las demás. Lo más grave es la desvirtuación de la relación del hombre con el hombre, con el mundo y con lo trascendente. Y he ahí la base de una existencia sin sentido, con una fuerte tendencia a la nada y al vacío, sentimientos claramente presentes en las sociedades contemporáneas, sobre todo en las desarrolladas y capitalistas». Jacques Maritain, sin él no existiría la Democracia Cristiana.Con él y su preconcebido humanismo que debiéramos practicar, no existiría ese anacrónico al reconocimiento de las muchas dimensiones y riqueza de la gran diversidad de manifestaciones humanas.
¿Y qué diría nuestro querido presidente Eduardo Frei Montalva en el «Caupolicanazo»? Pero antes, ¿qué pensaría él, observando por estos días con profunda tristeza, cómo pueden algunos destacados y distinguidos miembros de su apreciado partido, haberse extraviado tan hondamente, olvidando preceptos y máximas que constituyen la esencia, la substancia y quehacer de la doctrina que nace de ese humanismo integral que hoy aparece abandonado?
Consecuente y siempre fiel a sus convicciones, don Eduardo hizo en el Caupolicán un vigoroso llamado a desafiar la constitución de Pinochet y a convocar a una Asamblea Constituyente.Y sus palabras proféticas: (…) «La continuidad del sistema actual, de la Constitución del 80, tarde o temprano llevará al país a una situación realmente caótica». ¿Alguien más pediría la palabra?  Gracias.

Aníbal Wilson P.
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